EE.UU.:
"Nuestra política está ahogando a la de Castro"
Así se pronunció
hoy el portavoz adjunto del Departamento de Estado
norteamericano, Adam Ereli, luego de que el Fidel
anunciara ayer el cese de circulación de
dólares en la isla
Infoabe,
Argentina, 26 de octubre de 2004.
La decisión del presidente Fidel Castro
de eliminar la libre circulación del dólar
en Cuba demuestra que las sanciones de los Estados
Unidos contra la isla dan resultado, afirmó
hoy el Departamento del Estado.
"La vemos como una medida confiscatoria
que demuestra que la política del presidente
(George W.) Bush está funcionando",
dijo el portavoz adjunto del Departamento, Adam
Ereli.
Las sanciones económicas norteamericanas
"están presionando al régimen
(cubano) y lo llevan a tomar medidas extremas
que ponen en evidencia su fragilidad", agregó.
Cuba anunció ayer que el dólar
dejará de ser medio de pago admitido para
transacciones comerciales en Cuba desde el 8 de
noviembre, aunque su tenencia seguirá siendo
legal.
Hasta esa fecha, los cubanos que dispongan de
ahorros en dólares podrán canjearlos
uno a uno por pesos convertibles, como hasta ahora,
pero luego pagarán en esas operaciones
un impuesto del 10 por ciento, que no afecta a
otras divisas.
El gobierno de Castro justificó la medida
por la presión de Estados Unidos para impedir
depósitos en bancos de terceros países
de dólares recaudados en Cuba, así
como por las restricciones a las remesas de cubano-norteamericanos
a familiares en la isla.
Para Estados Unidos, según dijo Ereli,
el cese de la circulación del dólar
como medio de pago admitido en Cuba "es un
nuevo indicador de que Castro se niega a hacer
lo que es mejor para su pueblo".
"Demuestra que está tratando cínicamente
de preservar un régimen en bancarrota a
costillas de la gente", añadió.
Según el vocero, el "compromiso"
de Estados Unidos es "trabajar por el día
en que los cubanos sean libres de construir la
democracia sólida y la economía
próspera que se les niega bajo el régimen
de Castro".
El vocero opinó que es "muy draconiana"
la decisión del gobierno cubano de cobrar
un 10 por ciento de impuesto a quienes quieran
cambiar sus dólares por pesos cubanos convertibles
después del 8 de noviembre próximo.
De todos modos, la salida del dólar norteamericano
de la circulación comercial en Cuba el
próximo 8 de noviembre, por decreto del
Banco Central, ahora corona al peso convertible
como nuevo rey del mercado financiero interno.
Desde noviembre, el fin de una década
de dinero verde en Cuba permitirá al gobierno,
desesperadamente necesitado de divisas, poner
la mano sobre cientos de millones de dólares
en circulación en la isla, estimaron banqueros.
Hasta esa fecha el cambio será 1 a 1,
y luego de 0,9 por 1. "La población
no tiene opciones", estimó un banquero
extranjero en La Habana, y precisó que
la tasa de 10% obligará a los cubanos que
tengan divisas a precipitarse hacia los puntos
oficiales de cambio. "La razzia de dólares
ha comenzado", agregó.
El sorpresivo anuncio fue realizado en ocasión
de la primera reaparición de Castro, 78
años, luego de la operación de rodilla
a la que fue sometido debido a la espectacular
caída que sufrió el miércoles
pasado durante un acto en Santa Clara (centro
del país).
"Es importante denunciar las acciones pandillescas
del imperio" contra Cuba, dijo Castro al
anunciar la drástica disposición
financiera.
El comunicado del Banco Central de Cuba (BCC)
especificó que el "peso convertible
comenzará a circular en sustitución
del dólar sobre todo el territorio nacional".
"Todos los que tengan dólares disponen
de dos semanas para ejercer sus derechos de cambiarlos
en pesos convertibles a la tasa de uno por uno",
advirtió el BCC.
Otro banquero extranjero opinó que el
gobierno, con esta medida, podrá alzarse
con todos los dólares que circulan por
la isla y rápidamente. "La tasa del
10% no quiere decir otra cosa que ¡Apúrense
a cambiar los dólares!".
La masa de dólares que circula en Cuba
ha sido estimada en unos 400 millones, "pero
en realidad debe ser muy superior", agregó
el banquero, quien recordó que en Cuba
no existen estimaciones oficiales al respecto.
El 21 de julio de 2003 el gobierno cubano ya
había aplicado una medida similar para
las empresas cubanas. Ahora es el turno de los
particulares y de las compañías
con capital mixto o simplemente extranjeras.
La economía centralizada cubana sufre
una crónica falta de divisas, a pesar de
los 2.000 millones de dólares que, según
estimaciones, aportó el año pasado
el turismo y de los entre 800 y 1.200 millones
de dólares que los cubanos de Florida enviaron
en el mismo período como remesas de ayuda
familiar.
Esta penuria se hizo sentir a la hora de pagar
la deuda externa y las cuentas a las empresas
extranjeras, y amenazaba con agravarse debido
a la creciente presión económica
de Washington sobre La Habana, según el
comunicado oficial del gobierno cubano.
El BCC, al justificar las medidas, explicó
que "recientemente el subsecretario adjunto
de Asuntos Interamericanos (de los EE.UU.) había
anunciado la creación de un grupo de seguimiento
de los activos cubanos (...) para interferir y
retener los flujos de divisas hacia y desde Cuba".
La administración norteamericana permite,
de todas formas, que Cuba pague en efectivo y
con dólares las importaciones de productos
alimenticios y medicinas, con previa autorización
del Departamento el Tesoro, haciendo uso de una
norma aprobada en 2000 bajo la administración
del presidente Bill Clinton.
El "chavito"
Nacido oficialmente el 20 de diciembre de 1994,
el peso convertible comenzó a circular
en 1995 y, según se explicó oficialmente
entonces, su principal objetivo era sustituir
una serie de certificados bancarios en divisas,
que tenían curso legal en la isla.
Emitido en billetes de 1, 3, 5, 10, 20, 50 y
100 pesos, con varios colores llamativos en su
papel moneda, el humor popular lo bautizó
rápidamente como "chavito", en
alusión a la denominación que se
le da a los falsos billetes empleados en juegos
de mesa como el monopolio y el capitolio.
Con la aparición del peso convertible
comenzaron a circular en Cuba tres monedas: el
peso cubano tradicional, el dólar (autorizado
a circular el 13 de agosto de 1994) y el peso
convertible, equiparado en su valor con el dólar.
Otra función que cubrió desde su
nacimiento el peso convertible fue el de "estímulo"
monetario, empleado por las empresas estatales
para premiar a sus trabajadores y permitirles
en alguna medida el acceso a las tiendas en divisas.
El 21 de octubre de 1995, Cuba abrió las
llamadas Casas de Cambio (Cadecas), donde la población
puede adquirir los pesos convertibles y poder
satisfacer sus necesidades en los comercios de
venta en divisas.
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