A
un mes de su internación en La Habana A Diego
Maradona aún no lo dejan salir de la clínica cubana
Pablo Tomino. La
Nación Line, Argentina, 23 de Octubre
de 2004.
A poco más de un mes de la llegada de
Diego Armando Maradona a La Habana, Cuba, donde
continúa con la segunda etapa de su tratamiento
antidrogas en el centro Censam, algunas cosas
se han modificado. Aunque por ahora el ex futbolista
no goza de licencias para salir de la clínica
de rehabilitación, sus actividades recreativas
se limitan a la práctica deportiva dentro
del lugar, como jugar al golf, hacer natación
y gimnasia.
Es que su internación se ha vuelto casi
una cuestión de Estado. "Maradona
se va a recuperar totalmente con nuestros cuidados.
Y va a cumplir muchos años más aquí",
dijo el vicepresidente cubano, José Ramón
Fernández.
Sin embargo, las quejas del ex jugador aún
se escuchan. "Maradona tiene cierta resistencia,
pero lentamente se está acostumbrando a
sus nuevas condiciones de vida. Se intenta que
haga un año de tratamiento para que se
recupere de su adicción. El ya está
tomando conciencia de su enfermedad", dijo
Alfredo Cahe, el médico personal del astro,
a LA NACION. "Maradona trabaja muy duro en
su recuperación, pero no puede ni hablar
con nadie ni salir de allí", dijo
Raúl Taleb, embajador argentino en el país
caribeño.
Diego disfruta desde el lunes último de
la compañía de sus padres, don Diego
y doña Tota, mientras que sus hermanas
Ana y Rita, que convivieron casi un mes con el
astro, regresaron al país.
El tratamiento se mantiene bajo una estricta
confidencialidad; sólo se supo que continúa
medicado con psicofármacos y que tiene
controles cardiológicos diarios. En sus
ratos libres usa bastante tiempo para mirar televisión;
prefiere los partidos del fútbol inglés,
italiano y también mira los goles del torneo
argentino.
Diego ocupa un bungalow con una habitación
-la decoró con portarretratos de sus hijas,
Dalma y Gianinna, y un póster del Che Guevara-,
un living y una cocina. Y cumple rigurosamente
los horarios de almuerzo y cena. Contiguos a su
hospedaje están sus padres, mientras que
desde ayer también se sumó Gabriel
Buono, su asistente personal, pero fuera del Censam.
Maradona sólo recibe la visita de un empresario
allegado, Gonzalo González.
El juez Norberto García Vedia, del tribunal
N° 2 de Morón, que intervino en su
internación en el país, tramitó
un exhorto a la justicia cubana para que un magistrado
controle su tratamiento. El pedido se hizo efectivo
desde la embajada argentina en Cuba.
Diego considera que volverá a Buenos Aires
cerca de fin de año para la inauguración
de un hotel de su amigo Alan Faena.
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