La
UE encarga a sus embajadores en Cuba un informe
para la revisión en noviembre de las sanciones
a la isla
El
Mundo, España,
19 de Octubre de 2004.
BRUSELAS.- Los expertos para América Latina
de los Estados miembros de la UE han acordado
encargar a sus embajadores en La Habana un nuevo
informe sobre la situación en Cuba y discutir,
sobre esa base, la posibilidad de revisar la política
europea con respecto a la isla el próximo
16 de noviembre. La UE impuso sanciones a la isla
en junio de 2003. Cualquier medida deberá
ser decidida por unanimidad.
Responsables de los 25 Estados miembros de la
UE encargados de la política hacia América
Latina han analizado en Bruselas, en una reunión
ordinaria, las relaciones bilaterales con Cuba
y, en especial, el incidente protagonizado por
el diputado del PP Jorge Moragas, y otras dos
parlamentarias holandesas a los que les fue denegada
la entrada en la isla el pasado viernes.
La exposición de los hechos correspondió
a la presidencia holandesa. Sin embargo, no hubo
debate sobre esta cuestión puesto que el
presidente quiso centrar la reunión en
el calendario para el análisis de las sanciones
diplomáticas, sin querer entrar en una
discusión sobre el fondo de las relaciones
entre la UE y Cuba.
Las fuentes consultadas apuntaron así
que la próxima reunión del Grupo
América Latina de noviembre abordará
la necesidad de modificar la 'congelación'
de las relaciones bilaterales impuesta por la
Unión como respuesta a la oleada de encarcelaciones
a disidentes y opositores por parte del régimen
castrista.
Un responsable del Ministerio de Asuntos Exteriores
español ha asistido a la reunión
para defender precisamente que las sanciones tienen
un impacto muy limitado que impiden a la UE perseguir
los objetivos de fondo de su posición común,
que aboga por avances en materia de Derechos Humanos
y el refuerzo del diálogo político
con el régimen de Castro.
España quiere crear nuevas condiciones
en las relaciones puesto que la actual congelación
de los embajadores y la invitación de la
disidencia interna a las embajadas se han revelado
"insuficientes". El Gobierno español
no cree que sea una "iniciativa política
eficaz" dar "respuesta a cualquier gesto
de Cuba", sino que quiere plantear la cuestión
como lectura de la experiencia ya registrada con
las sanciones de junio de 2003, "que no contribuyen
a una política con la posición común",
señalaron las fuentes consultadas.
Frente a Bélgica, Suecia y Austria, que
simpatizan con la posición española,
Alemania ha informado de que la invitación
de disidentes a su Embajada en La Habana el día
de la fiesta nacional fue "un éxito"
y considera que las decisiones de la Unión
deben ser aplicadas "en todos sus elementos"
de forma solidaria por los 25 Estados miembros.
En la misma línea se pronunció a
comienzos de mes la República Checa, que
quiere mantener las medidas contra Cuba.
Después de conocer estas posiciones, pero
antes de los incidentes del pasado viernes de
los tres diputados, la posición de la presidencia
era favorable a empezar la evaluación de
las medidas a comienzos de noviembre, pero había
advertido de que cualquier anticipación
por parte de algún Estado en la no aplicación
de las sanciones "no sería beneficiosa
para la percepción de la unidad europea".
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