Convoca
de urgencia a la embajadora
El Mundo, España, 16 de
octubre de 2004.
MADRID.- El Gobierno español considera
"inaceptable" que Cuba haya prohibido
la entrada al diputado del PP Jorge Moragas, quien
se iba a reunir en La Habana con opositores a
Fidel Castro. El Ministerio de Asuntos Exteriores
ha convocado con 'carácter urgente' a la
embajadora de Cuba en España para pedirle
explicaciones. Moragas ha sido acusado de ser
un "enemigo de la Revolución"
y de mantener actitudes de "provocación
política".
Pese a haber condenado la actitud del gobierno
cubano en este caso, Moratinos ha explicado que
ha dado "un toque de atención"
al PP porque "no queremos que las relaciones
con Cuba sean una cuestión de política
interior".
El secretario general del PP, Angel Acebes, ha
responsabilizado a la política exterior
del Gobierno de Rodríguez Zapatero del
incidente.
Para el político popular, el Gobierno
ha preferido, en contra de la política
de la Unión Europea, ponerse junto al dictador,
en lugar de junto a aquellos que defienden la
democracia en Cuba. "No puede entenderse
la voluntad de Zapatero de querer agradar a Castro",
ha dicho.
Moragas, de vuelta a casa
El secretario de Relaciones Internacionales del
PP llegó a la isla a las 19.25 hora local
(02.25 hora peninsular española) junto
dos diputadas holandesas de la coalición
de Gobierno de ese país, que en la actualidad
ostenta la Presidencia de turno del consejo de
la Unión Europea (UE) y abandonaron la
isla dos horas después, en el mismo vuelo,
por orden de las autoridades cubanas.
Los tres diputados fueron obligados a permanecer
en la zona de tránsito del aeropuerto internacional
de La Habana por orden de las autoridades cubanas,
que consideraron "inadmisible" su entrada
en Cuba.
El régimen alegó que llevaban visado
de turista, lo que les impide mantener encuentros
de carácter político, como habían
expresado que era su intención. El secretario
de Relaciones Internacionales del PP fue obligado
a subir al avión de regreso a España,
bajo amenaza de ser arrestado en caso de negarse.
Este incidente ha sido calificado de 'inaceptable'
por el Ministerio de Asuntos Exteriores, que ya
ha convocado 'con carácter urgente' a la
embajadora de Cuba en España, Isabel Allende
Karem, "para pedirle explicaciones".
Un 'enemigo' de Cuba vinculado con el 'patético'
Aznar
El PP había informado el viernes en un
comunicado de que el objetivo del viaje era "transmitir
a los demócratas cubanos" que un sector
importante de la sociedad española respalda
la necesidad de "no relajar el nivel de exigencia
de la Unión Europea en relación
con el respeto a los Derechos Humanos en la isla".
Sin embargo, el régimen cubano no está
dispuesto a permitir que ese mensaje sea transmitido.
En un duro comunicado emitido tras este incidente
diplomático, las autoridades de la isla
han calificado al diputado 'popular' de "acérrimo
enemigo de la revolución cubana" acusándole
de intentar ingresar en Cuba "fraudulenta
e ilegalmente, bajo el estatus migratorio de turista"
y con el fin de realizar actividades que constituyen
"una violación flagrante de la soberanía".
La nota oficial se refiere también al
ex presidente del Gobierno José María
Aznar. Moragas "es conocido por sus estrechos
vínculos con el frustrado y patético
José María Aznar, quien se dedica
con especial entusiasmo en estos días,
a gastar los cinco millones de dólares
que ha proporcionado recientemente el Presidente
Bush (George W. Bush, presidente de EEUU) para
organizar actividades y eventos contra Cuba",
insistió.
Según la Cancillería cubana, Moragas
"ha realizado reiteradas acciones anticubanas
en el Congreso de los Diputados de España".
El PP presentó en el Congreso de los Diputados
una iniciativa en la que pide debatir con el Gobierno
del socialista José Luis Rodríguez
Zapatero su política en relación
a Cuba.
La nota también menciona a la visita a
Cuba que Moragas realizó el pasado julio,
también con visa de turista, para entregar
al opositor Oswaldo Payá, líder
del Movimiento Cristiano Liberación (MCL),
la placa del Premio Sajarov que le concedió
el Parlamento Europeo en 2002 y reunirse con varias
esposas de disidentes presos. En aquella ocasión,
las autoridades cubanas "con extraordinaria
moderación y paciencia, se limitaron a
advertir que no habría impunidad para tales
actos", apunta la nota oficial.
El incidente de este sábado se produce
apenas tres días después de que
el nuevo embajador de España en Cuba, Carlos
Alonso Zaldívar, expresara la intención
del Gobierno español de liderar un cambio
en la posición común de la UE y
recomponer las relaciones con el régimen
de Fidel Castro. El discurso de Zaldívar,
pronunciado durante una recepción con motivo
de la Fiesta Nacional del 12 de octubre, provocó
duras críticas entre la disidencia interna.
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