Comunicado
del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba
El
Mundo. España,
16 de Octubre de 2004.
MADRID.- "En horas de la noche de ayer
15 de octubre, nuestras autoridades migratorias
procedieron a reembarcar hacia París en
el vuelo de Air France 479 al ciudadano español
Jorge Moragas, diputado del Partido Popular y
acérrimo enemigo de la Revolución
cubana, quien intentaba ingresar a nuestro territorio,
fraudulenta e ilegalmente, bajo el estatus migratorio
de turista.
El Sr. Moragas se hizo acompañar de dos
diputados holandeses y de dos representantes de
supuestas organizaciones no gubernamentales que
desarrollan una activa labor anticubana en España
y Países Bajos, quienes también
fueron reembarcados.
La llegada a Cuba del Sr. Moragas estuvo precedida
de una gran alharaca propagandística. El
Partido Popular emitió un comunicado el
pasado jueves confirmando que el Sr. Moragas viajaría
con la encomienda de ofrecer "respaldo y
solidaridad" a los mercenarios que operan
en nuestro territorio a sueldo de los Estados
Unidos. Él mismo hizo declaraciones en
tal sentido, publicadas los días 14 y 15
de octubre por las Agencias EFE y Europa Press.
Las actividades que públicamente declararon
como objetivos de su viaje constituyen una violación
flagrante de nuestra soberanía y están
previstas y sancionadas en nuestras leyes. Se
trataba de una grosera provocación política
contra Cuba.
El Sr. Moragas es conocido por sus estrechos
vínculos con el frustrado y patético
José María Aznar, quien se dedica
con especial entusiasmo en estos días,
a gastar los cinco millones de dólares
que ha proporcionado recientemente el Presidente
Bush para organizar actividades y eventos contra
Cuba.
Moragas, quien es también Secretario Internacional
del PP, ha realizado reiteradas acciones anticubanas
en el Congreso de los Diputados de España.
Esta es la segunda ocasión en que el Sr.
Moragas viaja a La Habana para sostener contactos
y ofrecer apoyo financiero a los mercenarios.
El pasado mes de julio ingresó a nuestro
país también con una visa turística,
ocasión en que nuestras autoridades, con
extraordinaria moderación y paciencia,
se limitaron a advertir que no habría impunidad
para tales actos.
Nos asiste el derecho soberano a defendernos.
Nuestra paciencia tiene límites y no dejaremos
sin respuesta acciones injerencistas ni provocaciones
de enemigos que, al servicio de la política
de Estados Unidos, pretenden subvertir el orden
interno de nuestro país.
La Habana, 16 de octubre del 2004".
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S.A.
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