Escenario
Escollo para la política exterior de Zapatero
La
Nación Line.
Argentina, 17 de Octubre de 2004.
Madrid (De nuestra corresponsal).- El gobierno
socialista español parecía haber
encontrado ayer en Cuba el primer portazo -con
sonoridad internacional- para su ambicioso y profundo
giro en política exterior. Es tanto lo
que quiere cambiar en ese terreno que difícilmente
evite que se generen conflictos si no aplica una
cintura diplomática absolutamente extraordinaria
en el intento.
Hace solamente cuatro días, el pasado
miércoles, anunció al mundo su intención
de "liderar" un proceso político
"de reflexión" en la Unión
Europea respecto de Cuba, que implicara "diálogo
y acercamiento" con el gobierno de Fidel
Castro. Y el final del bloqueo y las sanciones
a la isla.
Lo hizo en un acto en la embajada española
en La Habana que, sin embargo, molestó
a tirios y troyanos. No se presentó ninguna
autoridad cubana como reacción del régimen
contra la presencia de una veintena de disidentes
invitados tan a última hora que casi ni
llegan.
Entre esas tensiones, el embajador español,
Carlos Alonso Zaldívar, hizo pública
la intención de Zapatero de terminar con
las sanciones contra Cuba que la UE tomó
en junio de 2003 y promover lo que a él
le gusta -el diálogo- para favorecer la
promoción de libertades y de condiciones
de vida en la isla.
En 2003, la UE dispuso aplicar sanciones al gobierno
comunista cubano por el masivo encarcelamiento
de opositores y el fusilamiento de tres secuestradores
de una lancha con la cual pretendían emigrar
ilegalmente.
Antes de eso, el gobierno español había
intentado que Castro flexibilizara su régimen
de detención de presos políticos,
sin lograr nada firme. Y, mucho menos, el sueño
secreto de Zapatero de apuntarse el tanto de la
liberación del periodista y poeta Raúl
Rivero, preso y víctima de un serio deterioro
físico.
Aun así siguió adelante con su
estrategia y anunció públicamente
el giro político respecto de Cuba. Minutos
después, la mujer de Rivero, Blanca Reyes,
renovó ante el embajador español
su ruego por la desesperada situación del
periodista preso, según se informó
en esta ciudad.
Incomodidad
Lo ocurrido ayer marca un nuevo y grave desencuentro
para la intención diplomática de
Zapatero respecto de Cuba. No sólo por
la incomodidad del episodio de cara al escenario
interno -un diputado nacional fue expulsado- sino
por sus derivaciones hacia fuera. Junto con el
legislador peninsular fueron expulsados otros
dos de la coalición gobernante en Holanda,
el país que ejerce la presidencia rotativa
de la Unión Europea... a la que buscan
convencer de acercarse a Cuba.
Un dato final: dos partidos españoles
-el PSOE e Izquierda Unida- advirtieron claramente
la posibilidad de que todo el episodio haya sido
armado. Una provocación deliberada montada
desde la derecha opositora. Es posible que algo
de eso hubiera.
En ese caso, lo llamativo sería que alguien
con la reconocida astucia política de Castro
mordiera el anzuelo con tanta fiereza. Sobre todo,
si se tiene en cuenta que, hace nada más
que dos meses, el mismo diputado hizo exactamente
lo mismo (viajar a La Habana con visa de turista
y reunirse con disidentes)... sin que a nadie
siquiera le llamara la atención.
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