Oposición
oficial
Elides J. Rojas L. El
Universal, Venezuela, 13 de octubre de 2004.
Las dos salas situacionales, 40 asesores externos,
la delegación de ingeniería política
de Cuba y el Consejo de Ministros declarado en
emergencia entraron a debatir un tema crucial
con miras a llegar al año 2021, sin que
a nadie se le ocurra decir que el país
atraviesa la peor etapa absolutista y pulverizadora
de la democracia.
La coyuntura es realmente peligrosa para el
Gobierno. Por una parte tenemos a una oposición
disminuida, en trance de desaparición,
doblegada, entrando en el redil. Por la otra,
una revolución con las características
del proceso criollo, con un Chávez en plan
de constante golpeador, que no puede pasar un
par de días sin un enemigo enfrente.
Se impone, pues, la creación inmediata
del Ministerio para el Fomento de la Oposición
Golpista, Conspiradora, Saboteadora y Corrupta.
El borrador del decreto delinea su estructura
y fines. Establece responsabilidades. Y se barajan
nombres.
Por decisión unánime fue designado
ministro para el Fomento de la Oposición
a Claudio Fermín, experimentado dirigente
socialdemócrata, calificado por los líderes
de la revolución como "oposicionista
racional", quien deberá organizar
a los partidos políticos, asociaciones
civiles y frentes democráticos varios para
que actúen, alboroten, reclamen, declaren
en los medios, combatan proyectos de leyes, acusen
al Gobierno de violar los derechos humanos y si
fuera necesario hacer las denuncias que consideren
por corrupción y abuso de poder. Todo dentro
de las normas generales de convivencia y aceptación
obligada.
Para la Dirección General Sectorial de
Estrategia Política fue designado Francisco
Arias Cárdenas, quien debe poner al servicio
del despacho sus conocimientos y habilidades en
materia de justificar, motivar y darle sentido
a cada movimiento extraño que haga la oposición
a los fines de mantener la coherencia en las ejecuciones
de la disidencia.
Enrique Mendoza, ex gobernador de Miranda, pasa
a ocupar la Dirección General de Marchas,
Franelitas y Pitos. Esta unidad operativa queda
bajo supervisión directa del ministro,
quien girará instrucciones para que se
produzca una buena marcha cada cierto tiempo.
Queda vigente, no obstante, la prohibición
de protestar cerca de Miraflores y en las zonas
de seguridad. Es asunto de Estado guardar apariencias,
por lo que es de obligatorio cumplimiento tomar
la plaza Francia de Altamira, al menos una vez
al año, con alguno que otro militar retirado.
En la Dirección de Bolas Desestabilizadoras
se nombra al ciudadano Robert Alonso, quien, por
vía de excepción, podrá despachar
desde Miami. Esta unidad tendrá a su cargo
generar en la colectividad la sensación
de que algo va a pasar en cualquier momento. No
se deben descartar, por ninguna razón,
invasiones, golpes, alzamientos, paramilitares
o intentos de magnicidio.
Para la Dirección de Cacerolazos y Pitas
en Lugares Públicos se designa a Américo
Martín. Este despacho tiene la obligación
fundamental, previa comunicación para fijar
hora, fecha y lugar, de producir un escándalo
al mes contra algún funcionario. Se debe
convocar, sin excepción, a los medios de
comunicación.
El ministerio, a todos los efectos, queda adscrito
a la Presidencia de la República y despachará
desde el palacio de Miraflores.
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