Cuba:
Apagón socialista
Ángel T. Ramos/apro. Proceso,
México, 4 de octubre de 2004.
La Habana (apro).- Era un cartel ilegal y con
sentido del humor. Decía: "Fidel (Castro)
deja a Bush y ponte pá la luz".
Según un testigo, el cartel apareció
recientemente en una calle de un pueblo en la
provincia de La Villas, a unos 300 kilómetros
al este de la capital. Su mensaje eran una especie
de advertencia: los apagones eléctricos
son el enemigo más peligroso para la estabilidad
política del veterano gobierno del presidente
Castro. Y la isla, durante los últimos
cuatro meses, se había transformado en
una especie de gigantesco árbol de Navidad
que se encendía y apagaba de manera intermitente.
Los cortes de electricidad sin previo aviso se
extendían de 6 a 14 horas casi todos los
días.
"Pa'la luz"
Hacía diez años que los cubanos
no padecían la torturante realidad de una
crisis energética tan severa. En ciudades
de provincia y en la propia capital comenzaron
a surgir focos
de irritación social.
A pesar de ello, ninguna autoridad del gobierno
compareció ante los medios de prensa para
explicar la causa de esta crisis energética
e intentar aplacar el malestar generalizado de
la ciudadanía.
Entonces el presidente Castro se puso "pá
la luz". Durante los días 27, 28 y
29 de septiembre, se presentó en el programa
televisivo "Mesa Redonda Informativa".
Por espacio de unas dos horas diarias, realizó
uno de los más curiosos seriales televisados
en vivo sobre la realidad política del
modelo cubano.
Junto a Castro, en la mesa redonda televisada,
estaban Carlos Lage, secretario ejecutivo del
Consejo de Ministros y vicepresidente del gobierno,
e ingenieros directivos de la Empresa Eléctrica
Nacional.
"Yo soy el responsable, yo sé a quien
he elegido y a quien no" expresó con
un malestar contenido el líder cubano,
durante uno de los tres programas televisivos,
para responder a la inquietud de la opinión
pública por la sorprendente ausencia de
Marcos Portal, ministro de la Industria Básica.
La empresa eléctrica, el petróleo
y la minería, entre otras ramas económicas,
son dirigidos por el citado ministerio.
Marcos Portal es uno de los escasos ministros
en la isla que goza de popularidad debido a la
eficiencia de su gestión y porque se ocupa
de la permanente capacitación de sus directivos.
Pero Portal es también conocido porque
no se ajusta al molde de la docilidad que caracteriza
a la burocracia cubana.
Esta vez, el líder cubano, ante las cámaras
de televisión, representó un papel
semejante al de un fiscal inquisitivo empeñado
en revelar toda la verdad del caso. Un colapso
energético que ha provocado que el sistema
eléctrico sólo pueda cubrir el 50
por ciento de la demanda nacional.
La causa de esta crisis fue un "error operacional"
cometido el pasado 5 de mayo durante el proceso
de mantenimiento, que provocó una grave
avería en el gigantesco rotor de la turbina
de la termoeléctrica Antonio Guiteras,
situada en la provincia de Matanzas.
La descompostura de esta central termoeléctrica,
calificada como el "corazón"del
sistema --ella sola cubre el 15% de la demanda
eléctrica nacional--, ha privado al país
de 330 megavatios diarios.
"Yo no tenía conciencia de que el
sistema electro energético nacional fuera
tan débil", expresó con asombro
Castro al comentar el hecho de que la descompostura
de una sola planta generadora de electricidad
pudiera provocar tan grave déficit energético
en todo el país.
Fue una frase desafortunada. En las calles de
la capital el interés por conocer el origen
de esta crisis energética y sus consecuencias
se traspasó hacia el debate sobre el supuesto
desconocimiento que expresó Castro.
"Eso ya nadie se lo traga. En 45 años
ha tenido tiempo de sobra para enterarse"
dijo una periodista cubana que pidió no
ser identificada.
El vicepresidente Carlos Lage, que tuvo escasas
intervenciones en los tres días del citado
programa televisivo, fue quien anunció
el paquete de medidas destinadas a lograr el mayor
ahorro posible de consumo eléctrico con
el fin principal de que los apagones programados
para la población no excedan de las seis
horas.
"Amanecer más tarde"
El paquete oficial de medidas contempla el cierre
temporal de 118 fábricas, entre ellas algunas
plantas productoras de acero, cemento, papel y
productos citrícolas. A su vez el uso del
horario de verano boreal, que habitualmente deja
de funcionar a fines de octubre, se mantendrá
en vigencia hasta el mes de octubre del año
2005, para evitar la alta demanda de electricidad
que se produce regularmente con el retorno al
horario regular. Los comercios tendrán
como horario límite de ventas a las 7 de
la noche.
También se aplazará hasta el próximo
mes de noviembre el tradicional proceso de reparación
en 27 centrales azucareros. Igualmente se restringirá
el uso de los aparatos de aire acondicionado en
los lugares públicos.
Como en esta época del año "cada
vez amanece más tarde" y los padres
se preocupan porque "los muchachos tienen
que ir de noche a la escuela", el inicio
de las clases y de la jornada laboral se aplazará
media hora, anunció Lage.
Esta reducción de la jornada laboral de
8 a 7 horas y media no implica una afectación
salarial, aseguró durante la presentación
de las medidas el presidente Castro.
El cronograma que anuncia los días y horas
de los apagones domésticos por zonas urbanas
está previsto para tratar de evitar los
cortes de electricidad en las madrugadas.
Lage señaló que el cierre de centros
productivos se traduce para el país en
"más gastos de importaciones".
Castro que calificó a estas medidas como
"duras y amargas". Dijo que podían
extenderse hasta seis meses.
En Cuba tienen acceso al consumo de electricidad
el 95.6 por ciento de sus 11.2 millones de habitantes.
Según el vicepresidente Lage, entre los
años 1990 y 2003 se sumaron a esta red
energética 982 mil 821 viviendas, a pesar
de la dura crisis económica vivida en la
isla en los años 90 y a la carencia de
créditos externos debido a la ley del embargo
impuesto por Estados Unidos a Cuba.
El sistema eléctrico cubano tiene varias
centrales termoeléctricas con una tecnología
obsoleta adquirida décadas atrás
en los expaíses socialistas del Este europeo
y también requiere de altas inversiones
en las líneas de transmisión y distribución
de electricidad, según manifestaron directivos
de esta empresa durante sus comparecencias en
el citado programa televisivo.
De acuerdo con fuentes oficiales, se estima que
el sistema energético de la isla para modernizarse
y ampliar su capacidad de generación eléctrica
necesita una inversión de unos 300 millones
de dólares.
Momentos antes de terminar la tercera sesión
de la mesa redonda dedicada a la actual crisis
energética, el presidente Castro dijo:
"tenemos que autocriticarnos todos".
Pero antes de concluir el programa, y a pesar
de haber expresado su carencia informativa sobre
las dificultades que atraviesa el sistema eléctrico
de su país, señaló con una
meticulosa exactitud que existe un 7 por ciento
de la población cubana que consume el 20
por ciento de la demanda de electricidad.
El mandatario cubano, en ese contexto, citó
la aparición de las desigualdades sociales
y enjuició, sobre todo, al reducido nicho
del sector privado, dueños de "paladares"
(restaurantes privados) y otros trabajadores por
cuenta propia que "ganan mucho dinero",
dijo, como para poder pagar esos excesos de consumo
eléctrico.
Los apagones eléctricos son el enemigo
público numero uno. El enemigo político
número uno de la estabilidad del veterano
gobierno de Fidel Castro son los apagones eléctricos.
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