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Lanzan
libro sobre Celia Cruz
Terra Chile, 1 de octubre de
2004.
MADRID, septiembre 30 (EFE) - El libro "Celia.
Mi vida" son las "emotivas" memorias
póstumas de Celia Cruz, la "reina
de la salsa", según se puso hoy de
manifiesto en la presentación en Madrid
de este libro, que contó con la presencia
de Omer Pardillo-Cid, uno de sus íntimos
colaboradores, y la cantante cubana Lucrecia.
"Celia. Mi vida" es el fruto de las
conversaciones mantenidas entre la cantante y
la periodista y escritora mexicana Ana Cristina
Reimundo, que pasó con ella muchas horas
y grabó todos sus recuerdos y comentarios.
El libro incluye un prólogo de Ana Cristina
Reimundo, un poema de Ernesto Montaner, un epílogo
de Omer Pardillo y un capítulo de agradecimientos
de su esposo Pedro Knigth.
Durante el acto celebrado hoy en el Centro Hispano
Cubano de Madrid, donde los asistentes relataron
muchas anécdotas vividas con la "reina
de la salsa", Lucrecia describió a
Celia Cruz como una "dama cubana supereducada,
a la que vamos a seguir recordando, pues cantó
siempre para todos".
"Su vida fue cantar", explicó
Omer, quien recordó cómo disfrutaba
la artista cuando visitaba España.
Celia Cruz, en realidad Ursula Hilaria Celia
Caridad Cruz Alfonso, nació en un barrio
de clase trabajadora de La Habana en un año
que nunca especificó para no revelar su
edad, sobre la que tampoco mentía.
"Este libro reúne mis opiniones,
mis recuerdos, mis puntos de vista y mis sentimientos",
asegura al comienzo del capítulo "Mi
madre, Cuba", en el que aclara por qué
quiso retratar su vida en papel: "para que
nadie nunca pueda decir lo que yo pienso de mi
propia vida. Nunca".
Desde sus primeros pasos hasta poco antes de
su fallecimiento en 2003 víctima de un
cáncer, la "reina de la salsa"
repasa una trayectoria que la llevó a ser
premiada con la National Medal of Arts en 1994,
el más alto honor artístico que
concede EEUU, donde vivió exiliada desde
1960.
Asegura que no se arrepintió de nada y
que sólo tuvo una pena: su adorada Cuba.
El libro revela aspectos de su vida privada,
pues, aunque mantuvo siempre buenas relaciones
con la prensa, fue celosa de su intimidad.
Su relación con su esposo, la enfermedad
que le quitaría la vida y su niñez
son relatados en primera persona, ya que para
este libro no se han utilizado más que
sus propias palabras.
Estas memorias son, sobre todo, una historia
de la música hispana a lo largo del siglo
XX.
Entre las personas a las que recuerda con especial
afecto están Antonio Banderas y Lola Flores,
a quien le unía una profunda amistad desde
que ambas se conocieron a principios de la década
de los cincuenta en Cuba.
"Se me partió el alma cuando oí
la noticia de que Dios se la había llevado"
en 1995, escribe la "reina de la salsa".
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