Fidel
Castro, una mezcla de don Juan, Torquemada, don
Quijote y Stalin
(EFE). El
Mundo, España, 11 de noviembre de 2004.
MADRID.- Fidel Castro "es una mezcla de
don Juan, Don Quijote y Torquemada, con algo de
Stalin, además de un gran actor y un genio
de la comunicación", asegura el periodista
francés Serge Raffy, autor de la ultima
biografía sobre el líder cubano.
Raffy, redactor jefe adjunto del semanario francés
'Nouvel Observateur' y ex militante del Partido
Comunista francés, dice que comenzó
a investigar sobre la vida de Castro "fascinado
por el mito y la leyenda", porque "es
un personaje -agrega- que hipnotizó durante
años a la izquierda mundial".
Sostiene en su libro, titulado 'Fidel el desleal',
que la lucha de Castro en los años cincuenta,
antes de su llegada al poder el 1 de enero de
1959, fue financiada en parte por LA CIA "con
armas y dinero a través de sus colaboradores
Frank Pais (asesinado durante las luchas contra
Batista) y Hubert Matos (en el exilio después
de una veintena de años en cárceles
cubanas).
Capacidad de comunicación
"Fidel -dijo Raffy- era el hombre de EEUU
y de la burguesía cubana y, como hijo de
un terrateniente y vinculado por lazos familiares
al consejero en Cuba de la United Fruit Company,
Rafael Díaz Balart, representaba el orden
y la estabilidad de los negocios, frente al mestizo
Fulgencio Batista, que estaba sumiendo al país
en el caos".
Aunque en su libro le califica con todo tipo
de adjetivos, que van desde gángster a
mequetrefe, pasando por mezquino, agresivo, tiránico,
maniaco y soplón, el periodista francés
también destaca sus aspectos positivos
y, en particular, su "increíble capacidad
de comunicación".
Segun Raffy, Fidel fue, junto con John F. Kennedy,el
primero en entender el poder de la imagen y se
da la circunstancia de que en Cuba llegó
a haber televisión en color antes incluso
que en Estados Unidos. Fidel Castro, añadió,
supo aprovechar todas sus posibilidades, como
cuando, desde la Sierra Maestra, con simples tretas,
convenció a periodistas estadounidenses
de que tenía un ejército en lugar
de un puñado de guerrilleros.
Posteriormente, Estados Unidos se sintieron traicionados
por Castro y decretaron el embargo económico
para estrangular su economía.
Raffy no entiende por qué EEUU actualmente
mantiene ese embargo y señala que Cuba
siempre ha sido considerado un problema interno
por los distintos gobiernos estadounidenses "porque
piensan que la isla, en realidad, debería
formar parte de la Unión".
Disposición al diálogo
Ve mucho mas pragmática la posición
de la Unión Europea y, en especial, la
del presidente del Gobierno español, José
Luis Rodríguez Zapatero, "de dejar
puertas abiertas para mantener el diálogo
con algunos sectores".
Sostiene el escritor que "hay señales
de disposición a ese diálogo desde
el aparato militar para preparar una transición
pacifica, unas señales -precisa- que no
fueron tan claras durante el Gobierno de José
María Aznar (1996-2004)".
Por qué EEUU no quiere captar "esas
señales es otro misterio", insiste
el biógrafo, sobre todo, si se tiene en
cuenta que una transición caótica
y violenta no sólo afectaría a Cuba,
sino también al Estado de la Florida.
La obra, de más de 600 páginas
y presentada estos días en España,
está construida en forma de novela "con
la misma técnica narrativa que la de Mary
Higgins Clark (escritora especialista en novelas
policiacas)", señala su autor.
El libro es producto de cuatro años de
investigación, aunque sólo estuvo
cuatro meses en conjunto -repartidos en distintas
fechas- en La Habana, durante los que se entrevistó
con muchos funcionarios cubanos de los que no
da sus nombres "porque no tenían autorización
para encontrarse conmigo".
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S.A.
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