SOCIEDAD
Regresan inspectores
a los ómnibus
José Antonio Fornaris,
Cuba-Verdad
LA HABANA, marzo (www.cubanet.org) - La televisión
nacional anunció en días pasados
que a partir del primero de abril habrá
inspectores en los transportes públicos
colectivos para verificar el pago del pasaje.
La información agregó que se impondrán
multas de veinte pesos a los pasajeros que no
posean el boletín de constancia de pago,
y de 200 a los cobradores que no entreguen el
boletín después de habérsele
abonado el costo del pasaje.
La medida tiene como objetivo, y esto es lo más
relevante, impedir que se sigan perdiendo unos
16 millones de pesos anuales que no llegan a las
arcas del estado.
Es decir, los que cobran el pasaje en los ómnibus
de transporte urbano y en los camellos (camiones
con arrastre adaptado para la transportación
de pasajeros) hurtan, se apropian, se roban 16
millones de pesos todos los años.
La medida no es nueva. Los inspectores se fueron
cuando el precio del pasaje se depositaba directamente
en una alcancía al subir al ómnibus.
Regresaron cuando se aumentó el precio
del pasaje y se comenzó nuevamente a cobrar
de forma directa y entregar el boletín.
Pero se volvieron a ir cuando la crisis del transporte
-que aún se mantiene- hizo imposible que
ellos pudieran subir siquiera al ómnibus.
La situación es la misma, los transportes
públicos andan permanentemente abarrotados
y es totalmente imposible que en esas circunstancias
pueda haber una persona moviéndose por
el ómnibus, exigiendo que le muestren un
boletín o sacando otros documentos para
imponer una multa.
Se comenta -nada oficial- que a partir de esa
fecha se pondrá un límite de personas
a transportar por cada medio. La medida tampoco
será nueva, ya que en otra ocasión
se puso en vigencia, y sólo duró
unos días, porque la cantidad de personas
que no podían acceder a los ómnibus
era mayor que la que era transportada.
Es muy probable que ésa sea la solución
"salomónica", pero no hay que
ser un Nostradamus para vaticinar que esa "solución"
va a traer problemas sociales y más golpes
a la ya muy deprimida economía del país.
Porque a muchos les será muy difícil
poder transportarse hasta sus lugares de empleos,
o a una consulta médica, o a una tienda
a adquirir cualquier artículo necesario.
Quizás, aunque no se ha informado, el
estado puede tener entre sus planes mejorar el
transporte público, y de ahí el
anunciado regreso de los inspectores que presuntamente
impedirán que se siga perdiendo el dinero
del costo del pasaje.
Recientemente, la Associated Press -aunque en
Cuba no se ha dicho absolutamente nada al respecto-
informó que el gobierno de la Isla está
en conversaciones para adquirir unos mil ómnibus
de los que serán retirados de circulación
en Santiago de Chile en mayo próximo.
Son ómnibus viejos, pero para los cubanos
que tenemos un gobierno que no desea saber nada
del sistema capitalista, pero que acepta cualquier
dádiva, que nos salvó y que nos
protege con ahínco del cruel neoliberalismo,
esos autobuses o cualesquiera otros serán
una bendición.
De todas formas, con más o menos ómnibus
veremos -yo lo dudo mucho- si los nuevos inspectores
podrán impedir que el dinero de pasaje
continúe siendo hurtado.
En Cuba, el salario promedio es de unos 240 pesos
(menos de diez dólares mensuales). Y según
un cuento que escuché en cierta ocasión,
el último cubano que vivía solamente
con su salario murió de hambre y en total
miseria hace unos años. Los pormenores
de su altruismo -en el cuento se dice de su gran
comedera de m...- se conocieron porque su ex esposa
lo dejó a tiempo y pudo salvarse.
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