OLA
REPRESIVA
A un año de la ola
represiva
Amarilis C. Rey, Cuba Verdad
LA HABANA, marzo (www.cubanet.org) - Cuando apenas
faltan unos días para que se cumpla el
primer año de la escalada represiva que
el gobierno de Cuba efectuara contra opositores
y periodistas independientes, el terror enluta
al pueblo español.
Mentes asesinas y fanáticas causan dolor
y muerte entre personas inocentes, sacando a flote
también el miedo, la indignación
y la impotencia.
Una pregunta se impone: ¿Hasta cuándo
se estará sembrando muerte y tratando de
doblegar a los demás mediante el terror
y el miedo?
En marzo pasado, dentro de Cuba, muchos sentimos
miedo, indignación e impotencia, cuando
el gobierno detuvo, encarceló y condenó
a varias decenas de personas por discrepar de
la política del estado.
El resultado de aquellos amargos y convulsos
días fueron las largas e injustas condenas
a setenta y cinco cubanos, entre ellos 26 periodistas,
y el fusilamiento de tres jóvenes que pretendían
salir del país sin autorización.
A un año de estos sucesos, los testimonios
de los encarcelados no pueden ser más dolorosos,
cuando sus penas se triplican, encerrados a muchos
kilómetros de sus hogares, y en pésimas
condiciones de vida.
Según versiones de los familiares de los
condenados, en todos los casos las órdenes
para tratar a estos presos vienen de las altas
esferas gubernamentales. Da la impresión
de que fueran presos especiales, en posesión
de secretos innombrables.
Como muchos de ellos ya pasan de los cincuenta
años, y debido a los malos tratos a que
han sido sometidos durante todo este tiempo, algunos
están muy enfermos, pero siguen allí,
presos, quizás condenados no a muchos años
de cárcel, sino a muerte.
¿Qué delitos tan graves cometieron
estos presos, que provocan semejante ensañamiento?
¿No pudiera ser una forma más de
sembrar el miedo entre los que aún insisten
en seguir los caminos de pensar, hablar y escribir
sin hipocresía?
El miedo ha sido un sentimiento inculcado a la
casi totalidad de la sociedad cubana. Y quienes
han tratado de romper esos esquemas son vistos
con admiración y curiosidad por algunos,
y con odio por otros.
En honor a la verdad, y la historia lo demuestra,
las guerras, los actos de terror, la cárcel,
la represión y el odio pueden infundir
miedo, pero al final no arreglan el panorama de
los hombres.
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