Hacia la "gradualidad" con
Cuba
Infoabe,
Argentina, 8 de marzo de 2004.
"No me parece que haya
que pasarse a las filas del anticastrismo ni que
la agenda la manejen de afuera del Gobierno",
razonó ayer Rafael Bielsa, al inclinarse
por la "gradualidad" en la marcha de
la relación con el gobierno de Cuba
"No me parece que haya que pasarse a las
filas del anticastrismo ni que la agenda la manejen
de afuera del Gobierno", razonó ayer
Rafael Bielsa, al inclinarse por la "gradualidad"
en la marcha de la relación con el gobierno
de Cuba.
Esa fue una breve conclusión de un extenso
razonamiento con el que el ministro de Relaciones
Exteriores intentó responder la requisitoria
de la senadora salteña Sonia Escudero (PJ),
para que el canciller autorice el uso de la sede
de la embajada argentina en la isla para recibir
a disidentes del régimen.
Escudero informó al funcionario que integra
el Parlatino (Parlamento Latinoamericano), que
agrupa a representantes de una veintena de países.
Y explicó que ese cuerpo tendrá
una próxima cumbre en la isla.
La delegación argentina ya tuvo pedidos
de entrevista de disidentes, indicó la
legisladora, introduciendo su consulta, respecto
de si podrían utilizar la sede diplomática
que actualmente preside el embajador, el entrerriano
Raúl Abraham Taleb.
"Me gusta pensar que la Argentina sea un
país que tenga constancia y progresividad
política", dijo Bielsa, antes de sugerirle
a la senadora: "Veremos cómo está
la situación cuando ustedes vayan".
De todos modos, contrapuso que el Gobierno se
está ocupando del caso de la disidente
cubana, la médica neuróloga Hilda
Molina.
Modestia con Venezuela
En otro orden, el canciller calificó
como de "muy compleja" la situación
que atraviesa Hugo Chávez en Venezuela.
"Allí el elemento común es
el odio", indicó, luego de asegurar
que la posición argentina respeta dos cánones:
"Sin inmiscuirnos en los asuntos internos"
y "sin meternos adonde no nos llamen".
"Nuestra ayuda es muy modesta. Ni como
el padre ni como el hermano mayor", definió
el canciller.
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