Empresarios cubanos dan pequeños
pasos en el capitalismo
Por Tracey Eaton. The
Dallas Morning News. Marzo 1, 2004.
LA HABANA - ¿Cansado de pagar el impuesto
sobre la renta? Bueno, podría ser peor.
Ariel Duyos entrega más de 80% de sus ganancias
al gobierno.
Pero este capitalista de bajo nivel no se queja.
Gana más que los cirujanos y físicos
nucleares más importantes de la isla, 11
años después de que Fidel Castro
(que intentaba reducir los malos tiempos económicos)
permitiera que entrara el primer indicio de libre
empresa en el sistema socialista. Aun así,
no ha sido fácil para los capitalistas
del único país socialista del hemisferio
occidental. Pagan impuestos que están entre
los más elevados del mundo, soportan enormes
trámites burocráticos y con regularidad
se enfrentan a duros inspectores del gobierno.
Condiciones tan difíciles han causado
que el número de los trabajadores independientes,
o cuentapropistas, como llaman a esos capitalistas
cubanos, haya caído de 209,000 en 1996
a 149,990 en la actualidad.
"Los funcionarios cubanos toman medidas
basándose en la percepción de que
tienen espacio para maniobrar", expresó
Philip Peters, exfuncionario del Departamento
de Estado estadounidense y en la actualidad especialista
de Cuba para el Instituto Lexington, una organización
privada de investigación, de Arlington,
Virginia.
El turismo se ha elevado y ha mejorado la economía
cubana, así que los funcionarios no están
alentando el aumento del número de cuentapropistas,
expresó Peters.
"Estos empresarios actúan en un espacio
legal muy limitado, pero muestran iniciativa y
prosperan. Son un indicador del nivel en que Cuba
podría generar empleos nuevos, crecimiento
e impuestos si permitiera un sector genuino de
pequeñas empresas", añadió.
Fidel Castro ha atacado a los cuentapropistas,
acusándolos de acumular pequeñas
fortunas mientras otros trabajadores, incluyendo
maestros, médicos y policías, apenas
salen adelante con salarios bajos.
"Entre más contacto tenemos con el
capitalismo... más repulsión siento.
Este dinero excesivo que tiene mucha gente está
causándonos muchos problemas", expuso
el presidente cubano en 1998.
Los ministros del gabinete cubano, los ingenieros
y los oficiales de las fuerzas armadas ganan entre
12 y 23 dólares al mes, según un
informe del 2002 del Instituto para Estudios Cubanos
y Cubanoestadounidenses de la Universidad de Miami.
Pero quienes están en el sector privado
ganan varias veces esa cantidad, expresó
el estudio titulado "Crecimiento de las Disparidades
económicas y sociales en Cuba".
Los granjeros ganan de 77 a 1,923 dólares
por mes; los conductores de camiones de 385 a
770 dólares; las prostitutas de 240 a 1,400
dólares; los caseros de 250 a 4,000 dólares;
los músicos de fama internacional de 600
a 6,000 dólares y los dueños de
restaurantes privados de 12,500 a 50,000 dólares,
según el estudio.
Los funcionarios estadounidenses afirman que
no tiene nada de malo que algunos cubanos ganen
más que otros porque algunas personas tienen
más talento, inteligencia, energía
o destreza que otros y se les debería compensar
por eso.
"El desempleo de una población creativa
y educada, unido el control casi total de la economía
legal por la burocracia estatal centralizada,
causa la creación de una enorme economía
ilegal", expuso una hoja de información
sobre Cuba del Departamento de Estado del 15 de
diciembre de 2003.
Los funcionarios cubanos afirman que los beneficios
de los trabajadores, incluyendo educación
gratuita y cuidados de la salud, con facilidad
superan cualquier desventaja que pueda tener el
sistema socialista.
También dicen que no se discrimina a esos
trabajadores por su tendencia capitalista y que
disfrutan de todos los beneficios sociales y de
retiro de los demás trabajadores cubanos.
Los cuentapropistas "garantizan servicios
importantes para la población", a
la que ha afectado adversamente la "criminal"
prohibición al comercio de Cuba de cuatro
décadas, afirmó Nestor Iglesias
del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de
Cuba.
Castro ha dejado en claro que no planea cambio
alguno hacia el capitalismo. Enfatizó ese
punto el 29 de enero, durante un discurso de cinco
horas en el Tercer Encuentro Hemisférico
de la Lucha, evento que atrajo participantes de
32 naciones y tiene la meta de presentar alternativas
a un acuerdo de libre comercio hemisférico
de Estados Unidos.
Duyos vende pequeñas cajas de madera usadas
para guardar los puros cubanos o cualquier otra
cosa que se tenga en mente. Pero ya sea que venda
cajas o no, debe pagar 159 dólares al mes
en impuestos, más 2 dólares de renta
por un espacio en el mercado de artesanías
de la Antigua Habana.
"Creo que 159 dólares en impuestos
es mucho. Estaría contento si fueran 100",
asegura.
Lisette García, es otra cuentapropista.
Ella vende figuras hechas con papel maché
y también paga 159 dólares al mes.
"Junté lo suficiente trabajando para
comprar una TV, pero más tarde tuve que
venderla para pagar los impuestos mensuales",
asegura.
José Ramón Glarai, ha sido cuentapropista
los últimos seis años y vende libros
usados en la Antigua Habana.
"Gano lo suficiente para vivir pero no para
hacerme rico. Pero lo peor de todo es el estrés
de no vender nada y tener que pagar impuestos",
asegura.
Las autoridades cubanas comenzaron a cobrar impuestos
en 1995, los primeros impuestos de su tipo en
Cuba en 37 años.
No todos los cubanos pagan el mismo impuesto.
Algunos dan sólo el 5% de su ingreso al
gobierno.
A pesar de esto, la semilla del capitalismo plantada
en Cuba continúa viva. Y los cuentapropistas
serán vitales para la economía cubana
en la era posterior a Castro, aseguran los analistas.
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