Cuba debe abrirse a "todos
los cubanos", incluso disidentes
La
Hora, Ecuador, 27 de
junio de 2004.
LA HABANA, AFP.- La revista católica Palabra
Nueva instó al gobierno de Fidel Castro
a que aproveche el rechazo generalizado a las
nuevas medidas de Washington contra la isla para
abrirse a todos los cubanos, incluso a quienes
disienten políticamente.
"¿Por qué no levantar de una
vez el proyecto 'con todos y para el bien de todos'
los cubanos, incluyendo a todos los que piensan
de forma diversa y tienen criterios políticos
diferentes dentro de Cuba y desean participar?,
se interrogó la publicación de la
Arquidiócesis de La Habana, que encabeza
el cardenal Jaime Ortega.
"Cuba gana con la unidad y la participación
de todos los que se comprometen con ella aún
desde posiciones distintas", enfatizó
en su más reciente edición la columna
de opinión que firma Orlando Márquez,
director de la publicación mensual.
Desde que el pasado 6 de mayo, el mandatario
estadounidense George W. Bush presentó
un plan de nuevas medidas para "acelerar
una transición hacia la democracia"
en la isla, se sucedieron posturas coincidentes
de rechazo a Washington en sectores afines a Castro,
de la disidencia interna, parte de la comunidad
emigrada y la Iglesia Católica.
El programa de Bush, que entrará en vigor
el próximo miércoles, prevé
medidas que limitan los viajes y remesas monetarias
de cubano-estadounidenses a la isla, fortalecen
el apoyo financiero a la disidencia y aumentan
la potencia de las emisoras anticastristas dirigidas
contra Cuba.
Palabra Nueva recomendó a La Habana que
preste "particular atención"
a ese rechazo manifestado incluso por "declarados
enemigos políticos del Gobierno cubano",
ante las propuestas de que el futuro de la isla
sea concebido por un gobierno extranjero.
"¿Se seguirá llamando mercenarios
-y excluyendo- a esos opositores o disidentes
que públicamente han defendido la nación
soberana e independiente...?", inquirió.
Estamos ante la la encrucijada de "sumar
cubanos" o "restar y excluir" manteniendo
la nación de "los unos frente a los
otros", valoró la publicación.
La revista también consideró que
las decisiones internas de La Habana no deben
depender, como argumenta el Gobierno, de un mejoramiento
de las relaciones con la Casa Blanca, pues ese
hecho es "algo tan deseable como impredecible".
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