Lo que sucede en Cuba es tenebroso:
José Prats
El escritor, exiliado en México,
presenta hoy su novela sobre las desventuras de
una joven balsera
Jorge Luis Espinosa, El
Universal Online, México. Jueves 3
de junio de 2004
A finales del año pasado el escritor José
Prats Sariol (La Habana, 1946) llegó a
México invitado a un congreso literario,
pero ya tenía la firme intención
de quedarse a radicar en el país, porque
en Cuba nada podía esperar. Su amigo, el
poeta Raúl Rivero había sido encarcelado
y podía correr la misma suerte.
El Parlamento Internacional de Escritores (PIE)
le consiguió una beca y un lugar donde
quedarse: La Casa Refugio de Puebla, inaugurada
hacer un par de años por el Premio Nobel
de Literatura Wole Soyinka.
Alumno de José Lezama Lima, Prats Sariol
traía consigo una novela recién
terminada. La había escrito en su vieja
lap top y sólo faltaba darle una pulida.
En ella contaba la historia de "Lila",
una balsera cubana que partió en el último
y masivo éxodo cubano de 1994. Profesora
de inglés, la joven protagonista llega
a Estados Unidos donde, para vivir, da clases
de español en un high school.
Pero como allá en la isla ha dejado un
amor, empieza a escribir cartas, una larga correspondencia
que es la que da cuerpo a Las penas de la joven
Lila, como finalmente Prats Sariol llamó
a esta novela que acaba de ser publicada por la
Universidad Autónoma de Puebla y la editorial
LunArena.
"En aquel último éxodo de
1994 yo estaba en La Habana con algunos periodistas
europeos. Vi partir a muchos balseros, que como
'Lila', se atrevieron a cruzar el mar en esas
embarcaciones precarias en busca del sueño
americano", explica en entrevista el narrador
cubano.
Y si en un primer plano Las penas de la joven
Lila narra la historia de esos exiliados separados
de su patria y familia, en un segundo término
la novela es un homenaje al romanticismo, a autores
como la escritora estadounidense Carson McCullers
y al Werther de Goethe, esa novela epistolar del
genio alemán.
"Lila cuenta su creador es un personaje
imprudente, osado, como muchas mujeres que han
abandonado Cuba. Es una novela sobre la diáspora
cubana, la separación de las familias y
amores. También tiene algo de thriller
porque desde las primeras páginas involucro
un asesinato".
Pero si ahora el narrador cubano se ocupa del
exilio, en su anterior libro, Mariel , editado
en México por la editorial Aldus, se dedica
a contar la historia de los "insiliados",
aquellos que se quedan en la isla bajo la represión
de un régimen que Prats no duda en llamar
una dictadura.
"Lo que sucede en Cuba es tenebroso. Cualquiera
que sea la solución en estos momentos es
ya demasiado tarde. Quisiera que se diera una
transición pacífica, sin intervención
extranjera, pero todo parece ya imposible",
aclara el también ensayista.
Explica que paradójicamente, Castro encontró
en George Bush un buen amigo. "Lo que teme
Castro es el diálogo. No las bombas. Con
un halcón como Bush en la Casa Blanca,
Castro justifica la represión, la cárcel.
Con los republicanos en el poder le ha sido fácil
pintar todo de blanco o negro. Con los gobiernos
demócratas que han sido menos brutos, Castro
ha sufrido porque le quitan la justificación
de que David se enfrenta a Goliat".
Las penas de la joven Lila se presenta hoy a
las 19 horas en Citlaltépetl 25, colonia
Condesa.
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