Gerardo Blyde: "Poder judicial
revolucionario"
Gerardo Blyde, El
Universal. Venezuela, 2 de junio de 2004.
JULIO DE 1960: comenzaron los discursos sobre
la necesidad de depurar al poder judicial cubano,
decían los revolucionarios que era necesario
"purgarlo".
Noviembre de 1960: los magistrados Menéndez
(presidente de la Corte Suprema designado por
el propio Fidel en enero de 1959) y Morell, renunciaron
y se asilaron en las embajadas de Argentina y
México. Sus colegas magistrados convocaron
a una sesión especial para declararlos
"traidores". Acudieron 21 de los 32
magistrados de la Corte (2 ya se habían
asilado). 12 votaron la condena de "traidores"
y 9 se negaron a hacerlo. Resultado: En menos
de una semana todos los disidentes tuvieron que
abandonar el país.
Diciembre de 1960: Fidel Castro asumió
públicamente un discurso violento contra
los jueces y magistrados cubanos que había
comenzado con acciones, presiones e intimidaciones
un mes atrás. El 26 de ese mes, para llevar
a cabo la purga judicial, Castro ordenó
la suspensión de la inamovilidad de los
magistrados por 45 días.
Febrero de 1961: Fidel, en mes y medio, había
expulsado de la Corte a 18 magistrados (incluyendo
a los disidentes), a 6 presidentes de las Cámaras
de Apelaciones, a 26 magistrados de segunda instancia
y a 87 jueces de instancia. La razones alegadas
para las expulsiones fueron sólo dos: "actividades
contrarrevolucionarias" o "conducta
inmoral manifiesta".
Agosto de 1961: ya totalmente to mado el poder
judicial por Fidel, la Sala de Gobierno del Tribunal
Supremo declaró "el carácter
socialista de la nueva justicia revolucionaria
cubana".
Septiembre de 1961: El Fiscal del Tribunal Supremo
en el discurso inaugural del año judicial
1961-1962, expresó: "Aun esos apologistas
de la separación de poderes conocían
perfectamente que en ningún país
ha existido, ni existe la denominada separación
de poderes: El Poder en los Estados, cualquiera
que sea el sis tema social y económico,
es un poder único. Este poder político
está en manos del pueblo o de sus explotadores".
"La función de los Tribunales es esencialmente
la de administrar justicia... Pero aquí
no se detiene la justicia socialista, ella sirve
además a la edificación y al afianzamiento
del socialismo...".
Mayo de 2004: El oficialismo, con mayoría
simple, aprobó la Ley Orgánica del
TSJ mediante la cual se amentará a 32 magistrados
los 20 existentes, mediante un proceso de selección
dominado por diputados del régimen que
también por mayoría simple podrán
designarlos. El Poder Ciudadano podrá suspender,
de manera inconstitucional, a aquellos magistrados
ya designados con anterioridad que no sean afectos
al régimen. La Asamblea Nacional podrá,
igualmente por mayoría simple de sus miembros,
anular cualquier acto de designación de
magistrados cuando el Ejecutivo así lo
exija acabando con la estabilidad de 12 años
constitucionalmente establecida.
Mayo de 2004: El diputado promotor de esta Ley
del TSJ, Luis Velásquez Alvaray, acudió
al TSJ a presentar la ley y declaró: "una
vez que esa legislación sea aplicada se
ejecutará una reestructuración a
fondo en el máximo ente judicial... se
trata de una reestructuración a fondo,
tipo Pdvsa, es decir, radical, es estructural.
To do lo que está constituido sufrirá
un cambio a partir de los próximos días
y a partir de esta semana la Asamblea Nacional
jugará un papel importante".
Mayo de 2004: El presidente Chávez declaró:
"con la aprobación de la Ley del TSJ,
pues he dado instrucciones de que al llegar al
Palacio me la pasen para firmarla en el Consejo
de Ministros y sean activados inmediatamente los
mandatos de esa Ley". Dijo que "es necesario
que se active, por ejemplo, la disposición
contenida en la que se revisan los requisitos
de los magistrados. Es necesario activarla, porque
sólo así podemos liberarnos de las
ataduras en la batalla contra fenómenos
como el latifundio".
ASI COMO LOS AÑOS 60 y 61 fueron utilizados
por Fidel Castro para hacerse de un poder judicial
revolucionario, que estuviera a su servicio y
que sirviera para aparentar legalidad en las actuaciones
represivas de aquel régimen, este año
2004 será el año de la toma del
Poder Judicial por parte del presidente Chávez
para asegurarse un sistema judicial a su servicio,
mediante el cual la represión a la oposición
poseerá apariencia de legalidad y la impunidad
sea la regla con la cual se medirán todas
las actuaciones ilegales e inconstitucionales
del régimen. El sistema judicial no debe
sólo administrar justicia, debe asegurarse
del afianzamiento del régimen. Se ocupará,
como en Cuba, de juzgar las actividades contrarrevolucionarias
como ilegales y sus autores serán encarcelados,
porque todo aquel que no esté con la revolución
es simplemente un traidor. Para ello se comenzará
con la purga de magistrados del TSJ, cabeza de
todo el Poder Judicial que será rendido
completamente al régimen.
gblyde@cantv.net
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