Plataforma Cuba Democracia
ˇYa!
Carta abierta del exilio cubano a Zapatero
Libertad
Digital, España,
30 de julio de 2004.
Madrid, 27 de julio de 2004.
Excelentísimo Sr. D. José Luis
Rodríguez Zapatero
Presidente del Gobierno Español
Los abajo firmantes, miembros del exilio cubano
en España, le presentamos nuestros respetos,
y nos dirigimos a usted con el objetivo de poner
en su conocimiento algunas preocupaciones sobre
la nueva política hacia Cuba planteada
por algunos miembros de su Gobierno.
Nos preocupan las declaraciones del señor
ministro de Asuntos Exteriores y de la vicepresidenta
primera del Gobierno, de reconducir las relaciones
entre Cuba y España hacia un clima de "no
tensión" y hacia la recuperación
de las "relaciones de amistad". Nos
llevan a pensar en la prolongación del
sufrimiento del pueblo cubano, habida cuenta que
durante el anterior Gobierno socialista de Felipe
González este tipo de política fracasó.
Hace sólo unos días, el ex ministro
Carlos Solchaga reconocía en un evento
académico que aquellos intentos terminaron
en el vacío.
¿Para qué entonces insistir en
una idea que sólo será aprovechada
por Fidel Castro para ganar tiempo y seguir retrasando
el incuestionable deseo de libertad de toda una
Nación?
El tema del diálogo constructivo es una
opción fracasada de antemano en el caso
del régimen que impera en Cuba. La experiencia
de la opción de compromiso constructivo
llevada a cabo, entre otros países, por
Canadá -a instancias de su primer ministro,
Jean Chretien, en los años noventa- demuestra
nuestros temores en este sentido. Cuando Canadá
opinó de manera distinta a lo que esperaba
Castro, el romance finalizó. Luego Chretien
reconoció que su política había
fracasado.
Ante todo esto, surgen otros interrogantes. ¿Qué
pensaría la nación española
si su Gobierno se hubiese planteado "relaciones
constructivas" con el régimen de Pol
Pot? ¿Pueden éticamente establecerse
diferencias entre unos dictadores u otros? ¿Cómo
deben ser las relaciones de los Estados democráticos
con las dictaduras, tengan el matiz que tengan?
Nosotros respetamos la posición del Gobierno
español sobre las leyes extraterritoriales,
pues es una decisión soberana. Lo que no
podemos comprender es que en el Parlamento español
se plantee una recuperación de las relaciones
de amistad, entendiendo como tales la liberación
de las presiones sobre el Gobierno cubano. La
práctica internacional ha demostrado que
sólo a través de la presión
los dictadores son capaces de abandonar el poder.
En el caso de Cuba, existe una situación
sui géneris: ningún instrumento
de presión ha sido consecuente hasta el
logro de los resultados, pues al primer gesto
de La Habana se retrocede en las posiciones.
Las relaciones con España, con la propia
Unión Europea, así como con México,
Argentina, Canadá y otros Estados que en
diversos momentos históricos han enarbolado
las banderas de la buena vecindad, funcionaron
hasta tanto estos países exigieron respeto
a los derechos humanos en Cuba; Fidel Castro les
acusó entonces de "aliados del imperialismo".
Queda entonces la disyuntiva de qué hacer.
Más allá de las diferentes opiniones
que sobre el embargo económico puedan existir,
nos queda claro que la presión política
sigue siendo un modo válido y probablemente
eficaz. Le sugerimos una serie de puntos a tener
en cuenta, además de solicitarle un encuentro
con exiliados de todas las tendencias ideológicas
para interesarnos con Ud. sobre el tema. Esto
último, en caso de que su Gobierno considere
válido escuchar la opinión de los
desterrados por el régimen de Fidel Castro.
Propuestas políticas
- Sugerimos que el señor embajador nombrado
para Cuba continúe la política acordada
por la Unión Europea de invitar a disidentes
cubanos a las fiestas nacionales de la Embajada,
así como atender sus necesidades informativas,
que actualmente se prestan a través de
servicios bibliotecarios, internet y préstamos
de la prensa española.
- Sugerimos que el Gobierno español piense
cuáles son los mínimos que en materia
de Derechos Humanos y libertades políticas
estará dispuesto a exigir al régimen
de Castro, entre los cuales debieran figurar,
a nuestro criterio:
· Excarcelación efectiva de todos
los presos políticos y de conciencia.
· Convocatoria de elecciones multipartidistas.
· Derogación de las leyes represivas
y reforma constitucional.
· Apertura hacia la economía de
mercado.
- Sugerimos se continúe con el apoyo a
las iniciativas europeas, entre ellas el mantenimiento
de la denominada Posición Común
sobre los Derechos Humanos en Cuba.
Por último, queremos alertarle de que
las premeditadas "licencias extrapenales"
-que
no liberaciones- de presos políticos y
de conciencia de días recientes en Cuba
no significan un gesto del Gobierno cubano ni
serán el prólogo de nuevas reformas
políticas. Desde las excarcelaciones a
propuesta de Felipe González, James Carter
o Juan Pablo II, este macabro sistema de utilizar
a los opositores presos como cartas de cambio
para obtener prebendas políticas han sido
constantes en la política de Castro.
Los firmantes de esta carta estamos dispuestos
a analizar con su Gobierno estas propuestas, y
estaremos abiertos a reunirnos con usted cuando
así lo desee.
Con saludos cordiales,
Por el exilio cubano, miembros de la Plataforma
Cuba Democracia ¡Ya!
Firman este escrito, entre otros, Miguel Ángel
García Puñales, portavoz de la Plataforma;
Rigoberto Carceller, coordinador general; los
miembros de la Junta Directiva Orlando Fondevila,
José Antonio Reyes y Michel Suárez,
así como los responsables de las distintas
secciones internacionales.
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