Preocupa al CPJ deterioro
en la salud de periodistas presos
Comité
para la Protección de los Periodistas,
28 de julio de 2004.
Nueva York, 28 de julio del 2004-El Comité
para la Protección de los Periodistas (CPJ,
por sus siglas en inglés) está sumamente
preocupado por el deterioro en el estado de salud
de los periodistas presos Julio César Gálvez,
Edel José García y Jorge Olivera
Castillo, quienes están entre los 29 periodistas
cubanos sentenciados a prolongadas penas de cárcel
en el 2003.
Gálvez cumple una sentencia de 15 años
de cárcel en el penal de La Pendiente,
en la central provincia de Villa Clara. Padece
de problemas hepáticos y urinarios, así
como de hipertensión y alto colesterol.
Estos padecimientos han aparecido o se han agravado
durante su encierro, según su esposa, Beatriz
del Carmen Pedroso. Del 26 de febrero al 9 de
julio del 2004, Gálvez estuvo hospitalizado,
y el 11 de marzo lo operaron de un cálculo
en la vesícula biliar. Pedroso refirió
al CPJ que le preocupa mucho la salud de su esposo,
así como su alteración nerviosa,
y manifestó que solicitaría en su
nombre una licencia extrapenal por motivos de
salud.
García en estos momentos cumple su sentencia
de 15 años de cárcel en el hospital
de la prisión Combinado del Este en la
capital, La Habana, donde ha estado desde el 25
de febrero del 2004. Sufre de gastritis, claustrofobia
y una fuerte depresión, declaró
al CPJ su esposa, María Margarita Borges.
Además, García es ciego de un ojo
desde niño y tiene afectada la visión
en el otro.
Olivera, quien ha estado en el Hospital Provincial
de Guantánamo, en la oriental provincia
del mismo nombre, desde el 26 de febrero del 2004,
cumple una sentencia de 18 años de cárcel.
De acuerdo con su esposa, Nancy Alfaya, Olivera
padece de intensos dolores abdominales causados
por una colitis crónica. Además,
tiene la presión arterial descompensada
y otros padecimientos que se han agravado durante
su encierro. Alfaya señala que su esposo
nunca tuvo problemas de la presión arterial
antes de ingresar a la prisión y que su
estado de salud general ha empeorado.
"El gobierno cubano encarceló a estos
periodistas valiéndose de leyes que contravienen
normas de libertad de expresión reconocidas
internacionalmente", declaró Ann Cooper,
directora ejecutiva del CPJ. "Continuamos
exigiendo que se los libere inmediata e incondicionalmente".
Antecedentes
Gálvez, García y Olivera fueron
encarcelados en abril del 2003 en una masiva campaña
gubernamental contra la prensa independiente y
la oposición política. Los arrestos
de disidentes políticos y periodistas,
quienes fueron acusados de ser "contrarrevolucionarios"
al servicio de los Estados Unidos, comenzaron
en marzo del 2003.
Los juicios sumarios de los periodistas se llevaron
a cabo el 3 y el 4 de abril a puerta cerrada.
Algunos periodistas fueron juzgados según
el Artículo 91 del Código Penal,
que prevé largas sanciones de privación
de libertad o muerte para todo el que actúe
contra "la independencia o la integridad
territorial del Estado". Otros periodistas
fueron procesados por violar la Ley 88 de Protección
de la Independencia Nacional y la Economía
de Cuba, que dispone sanciones de privación
de libertad de hasta 20 años para toda
persona que cometa actos que "persiguen subvertir
el orden interno de la Nación y destruir
su sistema político, económico y
social".
El 7 de abril del 2003, los tribunales de la
isla anunciaron sanciones de privación
de libertad de 14 a 27 años para los periodistas.
En junio del mismo año, el Tribunal Supremo
Popular, el tribunal de máxima instancia,
rechazó los recursos de casación
que los periodistas habían presentado y
ratificó las condenas.
Los periodistas encarcelados, la mayoría
de los cuales están en pabellones de máxima
seguridad, han denunciado las deficientes condiciones
sanitarias y la inadecuada atención médica.
También se han quejado de recibir alimentos
que huelen mal o están en mal estado. Muchos
periodistas han sido trasladados a celdas con
delincuentes comunes, mientras que otros permanecen
aislados. A diferencia de la población
penal general, que tiene visitas con mayor frecuencia,
los periodistas presos reciben visitas familiares
cada tres meses y conyugales cada cinco meses.
Para más información acerca de
la situación de la libertad de prensa en
Cuba, visitar www.cpj.org. El CPJ es una organización
independiente sin ánimo de lucro radicada
en Nueva York, y se dedica a defender la libertad
de prensa en todas partes del mundo.
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