El PP se adelanta al PSOE
para apoyar el Proyecto Varela
El
Semanal Digital. España,
15 de julio de 2004.
La disidencia interna ve con temor el coqueteo
entre el Gobierno socialista y el régimen
de Castro. Con la visita de Moragas a la isla
el PP se adelanta en la defensa de los derechos
humano.
15 de julio. Con el nombrambiento de un nuevo
embajador en La Habana, de tendencias izquierdistas,
se adivina un acercamiento por parte del Gobierno
socialista al régimen de Castro. La oposición
democrática en Cuba ve con recelo este
cambio de rumbo del Ejecutivo Español,
que el PP ha aprovechado para adelantarse en el
liderazgo de los derechos humanos en Cuba y en
el apoyo al Proyecto Varela con la visita de Jorge
Moragas a la isla.
La situación en Cuba parece no haber mejorado
demasiado en los últimos tiempos. Ante
la imposibilidad de mantener un contacto postal
normalizado y coincidiendo con el reciente nombramiento
del nuevo embajador en La Habana, Carlos Alonso
Zaldívar, el diputado y secretario de Relaciones
Internacionales del PP, Jorge Moragas, llegó
ayer a Cuba con la intención de poder contactar
con dirigentes de la oposición democrática
a la dictadura de Fidel Castro.
En su agenda destaca, inmediatamente después
de pasar por la Embajada, la visita a Oswaldo
Payá, líder de la oposición
cubana y presidente del Movimiento Cristiano Liberación,
al que Moragas tiene encargada la misión
de entregar en mano la invitación personal
que Mariano Rajoy le envía para que participe
en el XV Congreso Nacional del PP que se celebrará
en octubre. Consciente de las dificultades que
Payá puede tener a la hora de estar presente
en el Congreso popular, Rajoy le agradece de antemano
en su carta la defensa "de valores y principios
como la libertad, la democracia y la justicia,
que también conforman el proyecto político
del Partido Popular". Asimismo, Moragas quiere
transmitirle en nombre de Rajoy, el pleno apoyo
del PP al Proyecto Varela, que acogiéndose
a la propia Constitución cubana, ha reunido
miles de firmas pidiendo un referéndum
para democratizar el régimen. Asimismo,
la comitiva popular quiere transmitir a Oswaldo
Payá la necesidad de trabajar juntos en
favor de la unidad de la oposición democrática.
En este sentido, Jorge Moragas tiene previsto
visitar también a Valdimiro Roca, del Partido
Social Demócrata cubano, que desempeña
un relevante papel dentro de la disidencia interna.
La intención de la visita liderada por
Moragas parece ser la búsqueda de un acercamiento
entre las diferentes facciones que componen la
oposición cubana, ligeramente distanciadas
a raíz del Proyecto Varela. Originalmente
este proyecto sirvió como nexo de unión
entre las diferentes ramas de la disidencia, aglutinadas
entonces en la Plataforma Todos Unidos. La situación
actual es bien distinta y los recelos han aflorado
entre los diferentes líderes políticos.
Sin duda, uno de los grandes objetivos de la comitiva
encabezada por Moragas pasa por lograr la unidad
entre Oswaldo Payá y Valdimiro Roca, transmitiéndoles
un mensaje de apoyo por parte de la UE y de España.
Blanca Reyes, esposa del poeta y periodista cubano
Raúl Rivero, también tiene un hueco
en la apretada agenda de Jorge Moragas durante
su visita a Cuba. Por primera vez en la historia
del régimen castrista, un grupo de mujeres
de presos políticos (lideradas por Blanca
Reyes) se está movilizando en La Habana
para defender sus derechos. Las denominadas ´Damas
blancas´, se reunen todos los domingos y
después de asistir a misa se concentran
en silencio delante de la Iglesia. La salud de
Raúl Rivero es muy delicada y Blanca Reyes
está haciendo todo lo que está en
su mano por sacarle de la carcel. El pasado 16
de enero remitió una carta a Mariano Rajoy
en la que solicita su apoyo, que el líder
popular ha sido incapaz de devolver dadas las
estrictas medidas de control a las que están
sometidos los habitantes de la Isla. Jorge Moragas
ha reservado un hueco especial en su apretado
programa de actividades para hacer entrega en
mano, ante la imposibilidad de hacerlo de otra
manera, de la carta que Rajoy escribió
a Blanca Reyes ya en el mes de febrero.
Otro de los puntos fuertes, y quizá más
polémicos, de la visita de Moragas a Cuba
es el respaldo que quiere mostrar al programa
de Bibliotecas Independientes, un movimiento que
dirige Ramón Colás y que consiste
en introducir en la Isla libros prohibidos por
el régimen de Castro. Estos libros van
circulando entre las distintas bibliotecas privadas
que existen en La Habana de forma clandestina.
En el programa de Moragas figura la visita a una
de estas bibliotecas para hacer entrega de un
paquete de títulos debidamente seleccionados.
De esta manera, el PP se adelanta al PSOE a la
hora de liderar la defensa de los derechos humanos
en Cuba y el apoyo al Proyecto Varela, máxime
cuando se aprecia un leve acercamiento del Gobierno
socialista hacia el régimen castrista frente
a la distancia latente que existía con
el anterior Ejecutivo de Aznar, firme defensor
de la oposición democrática cubana.
Dados los planteamientos izquierdistas del recién
nombrado embajador Carlos Alonso Zaldívar,
muchos han visto en este nombramiento un intento
del Gobierno socialista por disminuir la tensión
en las relaciones cubano-españolas, que
desde el cierre del Centro Cultural español
en La Habana han sido prácticamente inexistentes.
La opinión pública y la disidencia
interna ven con recelo este acercamiento entre
el nuevo ejecutivo español y la dictadura
de Fidel Castro. Así las cosas, el PP ha
considerado el momento ideal para ir dotando su
próximo Congreso Nacional de contenido
ideológico internacional, adelantándose
al viaje del Partido Socialista y a la llegada
del nuevo embajador y afianzando los lazos con
la oposición democrática cubana,
temerosa de las nuevas líneas de actuación
del equipo de José Luis Rodríguez
Zapatero.
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