NOTICIAS
DE CUBA
El
Nuevo Herald
La Habana afirma no tener pedido de extradición
de capo colombiano
Efe, LA HABANA. 14 de julio de
2004.
Cuba ''avanza'' en la investigación sobre
el presunto capo del narcotráfico colombiano
Luis Hernando Gómez Bustamante, alias ''Rasguño'',
detenido en la isla, y no ha recibido aún
petición formal de extradición de
Colombia ni de EEUU.
El canciller cubano, Felipe Pérez Roque,
explicó que Cuba no ha recibido solicitud
oficial de extradición del Gobierno de
Estados Unidos y apuntó que "el Gobierno
de Colombia anunció su intención
de hacerlo, pero todavía no lo ha hecho''.
En cuanto a la posibilidad de deportación
a Colombia, el ministro apuntó que "son
decisiones que están todavía por
tomar''.
''Puedo asegurar la voluntad permanente e histórica
del Gobierno de Cuba de enfrentar el flagelo del
narcotráfico, no sólo preservando
nuestro país sino colaborando'', agregó.
Por su parte, Gómez Bustamante dijo que
prefiere la pena de muerte en la isla caribeña
antes que ir a una prisión en su país
o EEUU, que lo reclama en extradición.
''El manifiesta que acepta la pena de muerte
en Cuba'', informó ayer en Bogotá
el director de la Policía Nacional de Colombia,
general Jorge Daniel Castro, en una entrevista
con el Canal RCN de la televisión privada.
Gómez sabe que el gobierno cubano es ''absolutamente''
drástico con el narcotráfico, agregó
el jefe policial, que el sábado pasado
envió a La Habana a tres oficiales para
que gestionaran la deportación a su país
del presunto jefe mafioso.
El general dijo a la cadena de televisión
que el detenido ha explicado su deseo aduciendo
tanto el temor a ser asesinado por orden de sus
rivales en la cárcel de Colombia a la que
sea trasladado, como a la larga prisión
que puede esperarle en Estados Unidos, donde afronta
un proceso por narcotráfico.
Cuba mantiene la máxima discreción
sobre el caso de Gómez Bustamante, detenido
en el aeropuerto de La Habana el pasado día
2 con un pasaporte falso, según un comunicado
oficial divulgado por las autoridades cubanas
el fin de semana pasado.
El presunto narcotraficante está considerado
como uno de los más importantes jefes del
cartel del Norte del Valle (del Cauca), departamento
del que es capital la ciudad suroccidental de
Cali.
El exilio cubano recuerda a las víctimas
del remolcador 13 de Marzo
Wilfredo Cancio Isla , El Nuevo
Herald. 14 de julio de 2004.
Los hermanos Iván y Dariel Prieto se detuvieron
varios minutos ante la foto de su padre, Fidencio
Ramel Prieto, desplegada ayer en el muro costero
de la Ermita de la Caridad junto a otros 36 rostros
de las víctimas del remolcador 13 de Marzo.
Allí también llegó Hansel
Ramel, de 5 años, para rendir tributo al
abuelo desaparecido que nunca conoció.
''En medio del ajetreo de la vida en este país,
se te apaciguan a veces los recuerdos... pero
ahora he visto las fotos de nuevo y el dolor vuelve'',
relató Iván, de 26 años.
"Esto es algo que nos acompañará
para toda la vida''.
Ambos figuraron en el grupo de sobrevivientes
que asistió ayer a la ceremonia de recordación
de la tragedia ocurrida hace 10 años frente
a las costas de La Habana, cuando 68 personas
intentaban escapar de la isla en un remolcador.
Sólo 31 personas sobrevivieron al naufragio
del navío, que fue embestido por embarcaciones
del gobierno cubano.
El exilio cubano se volcó el martes a
conmemorar la efeméride con actos, proclamas,
vigilias y ofrendas florales que culminaron con
una misa nocturna en la Ermita, ofrecida por monseñor
Agustín Román.
''Cada vez que repaso esta masacre siento un
profundo dolor, porque los criminales han sido
gentes del mismo pueblo'', declaró Román.
"Es triste comprobar la ceguera de una ideología
que llega a fanatizar a las personas hasta el
punto de hacerles actuar como criminales''.
La Ermita, santuario de la comunidad cubana,
ha sido escenario de misas conmemorativas por
las víctimas del remolcador por los últimos
diez años. No sólo se han realizado
en ocasión de los aniversarios, sino también
mensualmente, durante los servicios religiosos
de cada día 13.
Sobrevivientes y familiares de las víctimas,
activistas y líderes políticos se
reunieron en horas de la tarde en los terrenos
de la Ermita frente al mar para rememorar el dramático
suceso.
Embarcaciones y avionetas del Movimiento Democracia
se sumaron al homenaje por mar y aire, mientras
los participantes depositaban flores y entonaban
las notas del himno nacional cubano.
''Aquel 13 de julio [de 1994] la persona que
era yo se fue con todos sus muertos'', confesó
Jorge García Mas, quien perdió 14
familiares en la frustrada travesía. "Dentro
de mí hay un gran vacío desde entonces,
porque ningún veredicto podrá devolverme
el gozo que ellos me dieron en vida''.
Al mediodía, en la fuente central de la
Universidad Internacional de la Florida (FIU),
jóvenes estudiantes convocados por la Fundación
Cuba Libre y el Directorio Democrático
Cubano, guardaron 10 minutos de silencio en reclamo
de justicia para las víctimas.
Actos, vigilias y ceremonias religiosas fueron
también realizadas ayer en Buenos Aires,
Roma, San Ramón (Costa Rica), Baní
(República Domincana) y Ciudad México.
wcancio@herald.com
Manolín, el Médico de la Salsa,
música para más oídos
José Antonio Evora, El
Nuevo Herald. 14 de julio de 2004.
Era un fenómeno de público en Cuba.
¿Por qué no va a serlo también
en Miami?
Manolín, el Médico de la Salsa,
dio un concierto el viernes en el Cabaret Tropigala,
del Hotel Fontainebleau Hilton, en Miami Beach.
Más de la mitad de los presentes abandonaron
sus asientos para acercarse al escenario y bailar
al compás de las canciones, como seguramente
muchos de ellos mismos hicieron alguna vez en
la isla. Allí, en ese ambiente, Manolín
volvió a ser el rey que es cuando de timba
se trata.
La llamada música timba, que sobre todo
en la segunda mitad de los 90 tuvo en Cuba una
época de sudoroso esplendor, vio nacer
a este compositor e intérprete en el cabaret
del Hotel Capri y como invitado del grupo NG La
Banda, de José Luis Cortés (El Tosco).
Fue él quien le puso el sobrenombre de
El Médico de la Salsa, pues de veras se
graduó de Medicina en la Universidad de
La Habana. Aunque la vocación lo llevó
adonde está hoy, lejos de lamentar haber
estudiado medicina, Manolín se alegra,
porque dice que hacerlo le ayudó a conocerse
mejor a sí mismo y a los demás.
Eso habla bastante de quién es Manuel González
Hernández --su verdadero nombre--, y explica
en parte la mentalidad donde germinaron varios
hitos de su carrera artística.
La música popular cubana posterior a 1959
abunda en sutiles referencias a la situación
sociopolítica generada por la revolución.
Cuando Juan Formell compone y Los Van Van cantan
''Tengo las manos vacías/ de tanto dar
sin tener/ ¡ay, pero qué puedo hacer!/
si así son las manos mías'', de
entre la sabrosura y el goce brota un amargo sentimiento
de frustración que habla de la indigencia
provocada por la generosidad vicaria (un gobierno
que da en nombre de una sociedad que se empobrece).
Será sutil, pero está dicho.
Lo riesgoso ha sido pasar de lo sutil a lo explícito,
mucho más si aflora entre compases pegajosos.
Manolín fue la primera gran estrella de
la música popular cubana que, luego de
visitar Miami, replanteó abiertamente dentro
de la isla en una canción el tema del exilio
con una perspectiva netamente humana. 'Voy a hacer
un puente/ un puente de manga' larga'/ pa' que
la gente de Miami venga/ pa'que la gente de Cuba
vaya''. Este fue, para regocijo del público,
uno de los temas que cantó el viernes en
el Tropigala.
Otros que no podían faltar, desde luego,
fueron Arriba de la bola y Somos lo que hay. Aparecida
por primera vez en 1996 como La bola en su disco
Para mi gente, la primera es de esas canciones
que se convierten en patrimonio colectivo y se
incorporan a la jerga popular como dichos recurrentes,
igual que la segunda. Sólo unos pocos compositores
de las últimas cuatro décadas del
siglo pasado han sido capaces de poner en boca
de la gente algo que de ella parece haber salido.
Manolín pertenece ya a este selecto grupo.
Integrada por nueve formidables músicos,
la orquesta sonó muy bien, pero demasiado
estridente, al menos para quienes presenciaron
el concierto desde los laterales del Tropigala
y optaron por escuchar en vez de bailar. Esto
hace pensar que, bajo techo, la timba no es lo
mismo que al aire libre. El sonido no parece haber
ayudado mucho; sin embargo, es como si el género
reclamara su naturaleza callejera (por algo se
le conoce también como salsa callejera)
en cuanto se la recluye en un escenario de interiores,
por muy bien acondicionado que esté.
Las noticias de que Manolín se ha movido
a la balada dicen mucho de cómo sabe reorientar
su carrera, y el concierto del viernes en el Tropigala
fue una prueba de lo bien que le viene hacerlo.
Allí estaba, en un altísimo por
ciento, su público fiel, el que le conoce
desde hace años y le seguirá para
oírle cantar Arriba de la bola dondequiera
que se pare. Pero a ese ya lo tiene en el bolsillo,
y que se niegue a defraudarlo no significa que
debe limitarse a complacerlo. Manolín es,
ante todo, un excelente compositor, como queda
demostrado cuando comparte a capella cada letra
con el público antes de echarla a las fauces
de la orquesta. Será un fenómeno
en Miami el día en que, allí mismo
en el Tropigala, le veamos cantar un repertorio
coreado también por colombianos, argentinos,
venezolanos y ecuatorianos a quienes haya podido
también echarse en el bolsillo. Condiciones
no le faltan.
jevora@herald.com
Sabotajes silenciados
No sé por qué ni CNN ni las agencias
noticiosas acreditadas en Cuba se dignan hablar
sobre los sabotajes que a diario realizan los
grupos beligerantes internos.
En Cuba hay una actividad creciente de repudio
al régimen que se traduce en acciones políticas
que van desde el sabotaje a la producción
hasta la propaganda escrita contra la dictadura,
actividad que es silenciada tanto por los grupos
disidentes como por la prensa acreditada extranjera.
Como representante de esos grupos beligerantes
quiero dar a conocer aquellas acciones realizadas
dentro de la isla que no son conocidas en el exilio
y en muchos lugares de la patria por falta de
información.
En el área agrícola les puedo asegurar
que no pasa un día sin que se le prenda
fuego a un cañaveral, se escriba un letrero
contra el régimen o se asalte un comercio
propiedad de la dictadura.
En Cuba con dólares todo se consigue,
y es por eso que hasta las armas de fuego hoy
forman parte de ese mercado negro que fluye de
un extremo a otro del país. La revuelta
popular y la desobediencia civil están
al doblar de la esquina, y como cualquier estímulo
puede prender la chispa, el régimen trata
de encontrar la fórmula para sobrevivir
a este estallido social que ruge en las entrañas
del pueblo. Por eso tolera a los menos violentos
y les permite intercambiar comentarios e ideas
con las estaciones radiales de Miami a algunos
líderes controlados por la Seguridad del
Estado, pero se mantiene vigilante con los que
aprovechan cualquier apagón y escriben
consignas donde se lee ''Abajo Castro'' y otras
cosas que despiertan la conciencia del pueblo.
Para finalizar, no todo el mundo es pacifista
en Cuba ni ve en el Proyecto Varela y la transición
pacífica la forma ideal de resolver el
problema cubano. Hay grupos patrióticos
que no quieren ningún pacto con los gobernantes
y están dispuestos a luchar con las armas
en la mano por eliminar de raíz el régimen
que los oprime. CNN lo sabe y Castro también,
pero los intereses de ambas partes silencian esta
verdad.
Luis Cepero Aday, Miami
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