SOCIEDAD
Abundan las peleas
de gallos en Morón
CIEGO DE ÁVILA, 29 de enero
(www.cubanet.org) - Ya no es el béisbol
ni el fútbol, ahora la locura se mudó
de gradas y las apuestas ponen en peligro el bolsillo
del más conservador de los moronenses.
Más que un pasatiempo se ha ido convirtiendo
en una adicción, hasta llegar al extremo
de que cualquiera, por ganarse cuatro pesos, vende
y apuesta lo más preciado que posea.
Morón es, aparentemente, una localidad
donde el dinero corre en abundancia. Las peleas
de gallos están penalizadas en Cuba para
la mayoría de los cubanos.
El domingo se convierte en todo un carnaval en
los pequeños campos que rodean a la "Ciudad
del Gallo", llamada así en honor al
que identifica a los moronenses.
En las vallas montadas se puede observar las
más disímiles estampas de apostadores,
que van desde un simple guajiro al gerente de
una empresa; o la del policía que va vestido
de civil para pasar inadvertido entre el jolgorio
y la euforia del dinero y los gallos.
Las ofertas gastronómicas son inimaginables:
cerveza, carnes de todo tipo, refrigerios. En
fin, todo lo que se pueda deglutir es vendido
en puestos improvisados alrededor del sangriento
circo de las aves peleonas.
Allí no hay ley. Cuchillos, machetes y
hasta armas de fuego han sido sacadas de las cinturas
a la hora de pagar apuestas que han tenido un
trasfondo de trampas. Prácticamente todo
el que acude al lugar lo hace por cuenta propia.
Pero el encanto de apostar nadie se lo quita
al criollo. Y aunque muchas cosas se arriesguen
en estos sitios, todos saben que es una válvula
de escape más para muchos, donde se ha
ido perdiendo el miedo. cnet/36
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