OLA
REPRESIVA
Periodista independiente
al borde de la desnutrición
SANTA CLARA, 19 de enero (www.cubanet.org)
- Desde la prisión Kilo 7 de Camagüey
el reo de conciencia y periodista independiente
Juan Carlos Herrera Acosta, miembro de la Causa
de los 75, reveló las precarias condiciones
físicas y de vida con que se ha visto obligado
a lidiar, debido al encierro político que
sufre junto a delincuentes comunes.
"Estoy al borde de la desnutrición
debido a la pésima alimentación
de este penal, se me niega el acceso a la melagelina
para combatir el creciente vitiligo que padezco,
así como el atenolol para mis trastornos
cardiovasculares, porque según referencia,
no existe presupuesto para la adquisición
de estos medicamentos en el penal. Se me niega
el uso del teléfono y los servicios religiosos,
toda mi correspondencia ha sido incautada desde
y hacia la prisión", dijo Herrera
en carta reciente.
En su misiva, Herrera Acosta, miembro de la Asociación
de Jóvenes por la Democracia, denuncia
que el oficial de la Seguridad del Estado que
lo atiende, le prohibió amenazadoramente
el uso del sello con el emblema de los 75, dando
órdenes a los funcionarios de Orden Interior
para que se lo retiren a la fuerza, porque él
recalcó que no se lo quitará del
pecho, donde lo exhibe con orgullo.
"Las cárceles cubanas se han convertido
en centros del terror; hasta en la época
de la colonia los negros esclavos estaban mejor
cuidados y alimentados que los presos de hoy.
Aquí los reos son almacenados como carga
podrida, el nivel de incivilización es
indescriptible. Para que se tenga una mejor idea,
el destacamento 16, donde me encuentro, está
concebido para 80 reclusos, pero el almacenaje
actual llega a 131. De ellos 41 duermen en el
piso, sin colchones ni tablones a pesar del frío.
Este destacamento está destinado a reclusos
de la ley de la peligrosidad y en menos de 10
meses han pasado por aquí más de
700. Por otra parte, esta prisión está
diseñada para condenados a la máxima
peligrosidad, oscilando las condenas entre 15
a 30 años y más de privación
de libertad. El 100 % de los reos es nacido después
de l959 y la mayoría nació después
de 1970. Un elevado número padece del ataque
constante de virus catarrales, acompañados
de fiebres y dolores en todo el cuerpo, pero para
combatirlas no hay aspirinas, a pesar de que el
régimen alega ser una potencia médica",
abundó Herrera Acosta, para terminar enfatizando:
"No puedo vivir y callar los desmanes que
se cometen en este antro del terrorismo. En reunión
celebrada el 23 de diciembre con el consejo de
reclusos, las autoridades dijeron que no tienen
divisas para adquirir bombillos y lámparas
fluorescentes para eliminar la oscuridad excesiva
de cubículos y pasillos, así como
para la compra de colchas y colchonetas, tan necesarias
durante la temporada invernal". cnet/46
|