Cronología
cubana: cinco siglos de historia
By William Navarrete, Especial
El
Nuevo Herald. 14 de enero de 2004.
Quienes escriben o simplemente se interesan en
la historia de Cuba, saben cuán valioso
es contar con una cronología de los hechos
políticos, sociales y culturales que han
marcado los últimos cinco siglos de la
historia cubana.
En ocasiones, me he visto en la necesidad de
echar abajo un librero; porque para un artículo
determinado, necesito, por ejemplo, precisar en
qué año se establecieron los primeros
comercios chinos del barrio habanero de Zanja.
Es más, en fecha reciente, desistí
de citar la fecha exacta en que el corsario inglés
Charles Grant atacó la villa cubana de
Trinidad, tras pasar dos días buscando
infructuosamente la revista en donde recordaba
haber visto mencionado dicho acontecimiento.
Tras la publicación de Cuba Cronología.
Cinco siglos de historia, política y cultura
(Ed. Verbum, Madrid, 2003), del historiador cubano
Leopoldo Fornés-Bonavía, queda saldada
parte de la dificultad a la que deben enfrentarse
quienes se interesan en los temas cubanos. Con
anterioridad, las obras Enciclopedia de Cuba (1974)
o Cuba: economía y sociedad, de Leví
Marrero, reinaban en el ámbito de los libros
consultados con vista a procurarse una información
exacta en materia de fechas cubanas. Sin embargo,
ambas obras, por su volumen y la cantidad de tomos
que las componen, hacían engorrosa y lenta
cualquier búsqueda.
He leído, ''de un tirón'', las
307 páginas de la Cronología de
Fornés-Bonavía. El resultado ha
superado mis expectativas: no sólo refresqué
acontecimientos de los que hacía tiempo
no oía hablar y que, por consiguiente,
tenía casi olvidados, sino que me enteré
de otros que ignoraba del todo.
Así, por ejemplo, supe que el primer juego
de béisbol cubano tuvo lugar en el Palmar
del Junco, en Matanzas, en 1874. Esta noticia,
anunciada de este modo, no tendría nada
de particular. Sin embargo, hace dos años
tuve la oportunidad de ver en una colección
cubana de pintura del siglo XIX, en Miami, un
abanico colonial en el que el pintor matancero
Esteban Chartrand (1840-1896) representaba un
juego de pelota cubano.
El objeto despertó mi curiosidad, y me
pregunté qué razones pudieron haber
llevado a este artista a pintar un tema tan poco
frecuente en la pintura de la isla. Sabido es
que Chartrand ocupó, desde 1876, la cátedra
de Paisaje de la Academia San Alejandro, y que
en 1882, se trasladó a Nueva York, donde
falleció. De modo que, la simple mención
por Fornés del primer juego de béisbol
cubano, en la provincia cuna del pintor, permitió
que imaginara todo un mundo de relaciones hipotéticas
que empezaron a aclararme el misterio del abanico
de Chartrand.
La mención de algunos acontecimientos
evocados en la Cronología, de Fornés
nos sitúa frente a la evidencia de una
obra realizada con meticuloso cuidado y vastas
perspectivas. Leyéndola, nos enteramos
de que la actriz francesa Sarah Bernardt actuó
en el teatro habanero Tacón, en 1887; que
el administrador del central Chaparra (García-Menocal)
anunció el 29 de diciembre de 1909, que
traería 100 familias suecas y noruegas
para incrementar la emigración europea
en Cuba; que años después, el 20
de septiembre de 1921, una legión española
integrada por 200 cubanos partió rumbo
a Marruecos para pelear en el Rif por la causa
peninsular; que en 1927, la mujer cubana recibió
el derecho al sufragio; y que el 8 de noviembre
de 1940, el escritor Alfonso Hernández
Catá falleció en un accidente de
avión, en Río de Janeiro, y que
su duelo fue despedido en la ciudad carioca por
el escritor austríaco Stefan Zweig.
Es imposible mencionar todas las curiosidades
históricas y demás hechos abarcados
en la Cronología, de Fornés, quien
cuenta en su haber con publicaciones como Historia
de América (en dos volúmenes) y
la coordinación de la obra colectiva Historia
Universal (San Juan de Puerto Rico, 1995). Su
reciente obra ya forma parte de las bibliografías
cubanas imprescindibles (de las que Fornés
incluye una lista, además de un Indice
Onomástico de nombres citados). Sin duda,
no se trata de la obra de unos pocos meses de
trabajo, sino de una labor de búsqueda
tan gigantesca como el agradecimiento de los lectores
e investigadores que la pueden disfrutar hoy.
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