PRENSA INDEPENDIENTE
Enero 14, 2004

SOCIEDAD
Pedro el Carretonero

LA HABANA, enero (www.cubanet.org) - Pedro es muy querido por los niños del barrio, porque los pasea en su carretón a lo largo de doce cuadras al precio de un peso por cada muchacho.

Los fines de semana, entrada ya la mañana, las calles y aceras aledañas al parque de la barriada y que forman el habitual recorrido de Pedro y su carretón se colman de bulla y alboroto.

El campanilleo que brota del cuello del mulo; su trote unido al rechinar de las ruedas sobre el asfalto, provoca una entusiasta y estruendosa batahola de risas, gritos y exclamaciones infantiles que hasta el manso animal se inserta entre la muchachería como un muchacho más. Entonces parece jugar batiendo al aire sus grandes orejas, cual sendos abanicos, y su mirada de azabache parece enternecerse. Pedro, envuelto en esta atmósfera de alegría, hace presente su infancia de juegos de pelota, zambullidas en el río, olores de manigua, presencia de animales de campo y arrullos de palmeras.

Él siempre vivió como chofer particular con su Ford del año 1954. Pero cuando el período especial empeoró la gasolina no aparecía por ningún lado y las piezas de repuesto se dificultaban sobremanera. Su adquisición se hacía riesgosa en grado sumo, con la real posibilidad de ir a parar a la cárcel. Al menos así lo creyó Pedro, siempre amante de la paz y la tranquilidad. Por eso optó por vender su carro y comprar un mulo en 50 mil pesos, y mandó a construir un carretón, por lo cual pagó otros 5 mil.

Los precios que hoy pueden resultar excesivos estaban justificados en aquella época. Eran los años del mal llamado período especial, cuando el mercado negro apenas tenía nada que ofertar y lo que se ponía en venta adoptaba el precio que se le ocurriera al vendedor. Así pues, una docena de huevos podía costar 140 pesos y un "sábado corto" (botella de ron con capacidad de medio litro) podía venderse por la suma de 100 pesos.

Pero lo que nunca imaginó el carretonero fue que un negocio, aparentemente insignificante y de escaso atractivo, le acarrearía tantas dificultades.

El mayor inconveniente lo representa el mulo. Sí, amigo lector. Esa bestia que alegra y a la vez se alboroza con la alegría de los niños, despierta el apetito de muchos, y la voracidad de esos fantasmas nocturnos que son los matarifes. Estos tasajean una res con la rapidez de un relámpago y venden su carne en sólo unas horas. Por eso Pedro no escatima en pagar 100 pesos mensuales a un celador y cuidador de caballería en las afueras de Jaimanitas, y doscientos pesos mensuales para las oficinas de la ONAT (Oficinas Nacionales de Administración Tributaria) por concepto de permiso o licencia para ejercer.

También ha de mantener al mulo vacunado por el veterinario estatal, y cuidarlo y dar cuenta de él al gobierno, pues la muerte o desaparición del equino no sólo significaría la pérdida del sustento, del pan de cada día, sino que acarrearía una fuerte multa. Al gobierno no le interesa un comino lo que le suceda al carretonero, pero sí lo que acontezca con el mulo.

También es digna de tener en cuenta la dificultad para el herraje. Generalmente las herraduras son de mala calidad, fabricadas por los propios herreros con el material que puedan "inventar". Los clavos no los vende el Estado, y a veces las caballerías estatales suelen acudir al herrero particular.

No obstante, el negocito da para ir capeando el temporal y resultaría mucho más beneficioso si no fuera por los súbitos cambios de tiempo tan frecuentes en nuestros días.

Entre la risa de los niños, el campanilleo del mulo y el rechinar del carretón, Pedro lleva el peso de sus 67 años, satisfecho de su elección de antaño, pues en este negocito se siente menos acosado por inspectores y policías. cnet/03



Esta información ha sido transmitida por teléfono, ya que el gobierno de Cuba controla el acceso a Internet.
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente
.

IMPRIMIR



PRENSAS
Independiente
Internacional
Gubernamental
IDIOMAS
Inglés
Francés
Español
SOCIEDAD CIVIL
Cooperativas Agrícolas
Movimiento Sindical
Bibliotecas
DEL LECTOR
Cartas
Opinión
BUSQUEDAS
Archivos
Documentos
Enlaces
CULTURA
Artes Plásticas
El Niño del Pífano
Octavillas sobre La Habana
Fotos de Cuba
CUBANET
Semanario
Quiénes Somos
Informe Anual
Correo Eléctronico

DONACIONES

In Association with Amazon.com
Busque:

Palabras claves:

CUBANET
145 Madeira Ave, Suite 207
Coral Gables, FL 33134
(305) 774-1887

CONTACTOS
Periodistas
Editores
Webmaster