OLA
REPRESIVA
Propinan carceleros salvaje golpiza a Víctor Rolando
Arroyo
LA HABANA, 8 de enero (www.cubanet.org)
- El periodista independiente y prisionero de
conciencia Víctor Rolando Arroyo fue golpeado
salvajemente por tres carceleros el 31 de diciembre
en la prisión provincial de Guantánamo,
informó su esposa, Elsa González
Padrón.
Afirmó la esposa de Arroyo que habló
con él este miércoles 7. "Aún
tenía dolores por los golpes recibidos
en el rostro y en el cuerpo y en una herida que
le produjeron en la pierna al trabársela
con la puerta para inmovilizarlo", dijo.
Los tres militares sacaron al periodista del
destacamento, introduciéndolo a la fuerza
en una habitación para golpearlo, porque
Arroyo patentizó su inconformidad con su
ubicación en el destacamento 4B, donde
235 presos comunes conviven hacinados y en condiciones
higiénicas deplorables.
Señaló también González
Padrón que teme por el agravamiento de
la salud de Arroyo, cuya presión arterial
no se estabiliza. Investigaciones médicas
recientes arrojaron padecimientos hepáticos
y cardiacos. Los médicos le comunicaron
que deben repetirle los exámenes, pero
no le explicaron las razones.
Las autoridades de la cárcel guantanamera
han insertado a los prisioneros de conciencia
en destacamentos de reclusos comunes, aislándolos
entre sí. El régimen de visitas
no coincide, y les han hecho saber que el traslado
"es obligado", pues la medida está
relacionada con asuntos de carácter internacional
del gobierno cubano.
Los 75 prisioneros de conciencia condenados en
abril de 2003 se consideran los más discriminados
entre los discriminados. Desde el primer día
de su detención fueron sometidos a un régimen
de mayor severidad, y en más de una ocasión
algunos han sido arrojados a celdas de castigo,
sin comunicación entre sí y con
sus familiares.
El caso más relevante es el del doctor
Oscar Elías Biscet, que desde que fue trasladado
a prisiones de la provincia de Pinar del Río
ha podido ver a su esposa y a sus padres sólo
en dos ocasiones por breves instantes. Actualmente
se encuentra en una celda soterrada junto a un
asesino.
Por su parte, Nelson Aguiar Ramírez se
encuentra incomunicado en solitario desde que
fue trasladado de la cárcel santiaguera
Boniatico a la prisión de Guantánamo
para desarticular una huelga de hambre en septiembre.
El propio Víctor Rolando Arroyo ha permanecido
por varias semanas en celdas de castigo por reclamar
sus derechos y por acudir en auxilio de un preso
común al que le faltaba una mano y fue
esposado a las rejas.
La prensa oficialista cubana ha publicado artículos
sobre los daños irreversibles que produce
en los reclusos un aislamiento prolongado en celdas
solitarias, censurando este tratamiento en los
cinco cubanos condenados por espionaje en Estados
Unidos. "Y nosotros, ¿qué?",
expresó un preso político liberado
recientemente cuando conoció el artículo.
"Hubo momentos en la cárcel",
dijo, "que no podía determinar si
soñaba o estaba despierto cuando sentía
que me caminaban cucarachas por el cuerpo, y un
preso común al que consideraban loco me
dijo: 'Compadre, ni saltes más ni las espantes
te sacudes una, pero miles te caminan por encima'".
Los testimonios que ofrecen los presos políticos
cubanos a sus familiares son aterradores, y éstos
aseguran que todo lo que se diga es pálido
frente a la realidad.
Al situar a los presos políticos dispersos
en destacamentos de comunes quedan solos entre
cientos de hombres a quienes las autoridades someten
a una vida miserable y que pueden ser manipulados
fácilmente para que actúen contra
ellos, de manera que ponen en precario su vida
y los pocos medios que puedan tener para sobrevivir.
Víctor Rolando Arroyo Carmona y el resto
de los presos políticos han pasado parte
de sus vidas defendiendo el derecho de los presos.
El dijo a sus familiares que está seguro
de que sus esfuerzos no caen en el vacío
y que la vida demuestra que hay que continuar
defendiendo los derechos del pueblo cubano.
Arroyo fue condenado a 26 años de prisión
durante la última ola represiva de la primavera
pasada. Había sufrido anteriormente dos
encarcelamientos, uno de 18 meses por publicar
un artículo crítico sobre el cultivo
del tabaco y otro de seis meses por repartir juguetes
a los niños pobres de la ciudad de Pinar
del Río. cnet/01
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