SOCIEDAD
Sólo
para extranjeros
LA HABANA, enero (www.cubanet.org)
- No resulta extraño para cualquier cubano
tropezar con una barrera compuesta por las tres
palabras que encabezan el trabajo. Más
allá de implicar un obstáculo en
el logro de una meta, ellas atizan la cólera
y también la desazón.
La cólera la aporta la imposibilidad de
alcanzar el cumplimiento de la meta anhelada.
La desazón lo inunda al no encontrar respuestas
adecuadas a las preguntas ¿a cuál
país pertenezco? ¿No es éste
mi país?
Ocurre que me dirigí al telepunto de ETECSA
sito en Obispo (antiguas oficinas de Western Union)
y a pesar de que las computadoras no estaban ocupadas,
por el mero hecho de ser cubano no podía
utilizarlas, aunque pagara los seis dólares
que cuesta la tarjeta de una hora.
Usted se preguntará el motivo de esta
discriminación. Puede ser que la respuesta
esté en que en esas computadoras, cualquiera
que pague los seis dólares accede a cualquier
sitio e internet, y eso ya implica cierta libertad.
¡Ah! En Cuba eso es peligroso.
Sin arredrarme, encaminé mis pasos a otro
lugar donde sí me vendieron la tarjeta
y pude utilizar los servicios sin ningún
problema, revisar mis cuentas Yahoo y MSN, responder
a los mensajes.
Evidentemente, no hay que dejarse vencer a la
primera negativa. En ocasiones, la testarudez
rinde beneficio. cnet/29
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