CRIMEN
Detenidos en La
Hababa dos sospechosos de asesinatos en serie
LA HABANA, 20 de febrero (Ernesto
Roque Cintero / www.cubanet.org) - Dos sospechosos
de asesinatos en serie residentes en Santiago
de las Vegas fueron capturados por la policía
luego de una investigación que se inició
cuando un anciano que hurgaba en un basurero en
busca de latas, en el poblado Los Cocos, encontró
el cuerpo mutilado de un hombre.
Los médicos forenses identificaron el
cadáver como perteneciente a un joven apodado
El Vaso, conocido como una persona de abundante
recursos económicos en la localidad y quien
había sido reportado como desaparecido
por su cónyuge hacía 8 meses.
El Vaso, que también era apodado El Maceta
por algunos, se dedicaba a la compra y venta de
dólares. Entre sus propiedades se encontraban
motos sin sidecar marcas MZ, las que alquilaba,
una de las cuales fue encontrada en el traspatio
de la vivienda de uno de los detenidos, ubicada
en calle 7 entre 8 y 10.
Practicadas las primeras investigaciones policiales,
vecinos de la barriada de calle 7, manifestaron
que habían visto a la víctima visitar
al sospechoso, quien se nombra Carlos Rojas, y
que luego no se interesaron en el asunto de la
desaparición, "pues eso es un problema
de la Policía", señaló
uno de ellos.
Posibles testigos en la vista del juicio oral,
que se llevará a cabo en fecha no precisada,
vieron a Rojas baldear su casa durante dos días,
luego de la desaparición del Vaso, aunque
al reportarse el caso de desaparición,
las autoridades, amigos y familiares especulaban
sobre la posible salida no autorizada de la victima
del territorio nacional, gestiones que se encontraba
realizando en aquel entonces.
En el registro de la vivienda del sospechoso
de asesinato los peritos criminalistas pudieron
encontrar además de la moto en el traspatio,
manchas hemáticas en el piso de la vivienda,
pertenecientes a grupos sanguíneos diferentes
al de Rojas, por lo que se conformó un
equipo multidisciplinario en aras de esclarecer
los hechos.
Según declaraciones a este reportero de
vecinos del lugar, el asesino decidió confesar
y pactar con las autoridades en aras de que se
le perdonara la vida. En su confesión Rojas
señaló como su cómplice a
una persona conocida como Pedro el Bemba, Pedro
Martínez, otro residente de la localidad
y de la raza negra al igual que Rojas. Los vecinos
dijeron que de acuerdo a las confesiones de Rojas,
Pedro el Bemba los golpeaba por la espalda mientras
él conversaba con las victimas en la sala
de la casa.
El móvil de los crímenes según
se especula es el robo de dinero y joyas, dada
la solvencia económica de las victimas.
La pasada semana, fecha en que se realizaba la
reconstrucción de los hechos, fueron encontrados
otros dos cadáveres en estado de putrefacción
en una fosa de la vivienda, pertenecientes a dos
jóvenes del genero masculino, y en el patio
de tierra, a escasos centímetros de la
superficie, el cuerpo inerte de una joven de quien
sólo este reportero ha podido obtener como
dato que residía en el municipio Boyeros.
Según manifestó un testigo que
se identificó como Eduardo, varios vecinos
del lugar enterados del caso, se volcaron a las
calles indignados ante el acontecimiento que hoy
conmociona al poblado de Santiago de las Vegas.
"Queríamos lincharlos, apedrearlos,
golpearlos, si nos los dejan hubiéramos
tomado la justicia por nuestras propias manos",
dijo molesto el testigo.
También se pudo conocer que luego de la
confesión de Carlos Rojas, otro cadáver
fue exhumado de entre los arbustos del cementerio
de la localidad, perteneciente a una persona del
sexo masculino, sin que se hallan podido obtener
datos hasta la fecha.
La última reconstrucción de los
hechos fue realizada el pasado día 18 en
horas de la madrugada y los detenidos tuvieron
que ser retirados una vez más del lugar
ya que por segunda ocasión los vecinos
del lugar querían linchar a los autores.
Edgar, un joven de 36 años, dijo que Carlos
Rojas fue su compañero de clases en primaria
y secundaria, y que era una persona a la que siempre
se le podía ver con una Biblia bajo el
brazo. "El asistía a misa todos los
días, y lo podías ver deambular
por el pueblo con una Biblia bajo el brazo. En
más de una oportunidad me lo encontré
en el camino y me conminaba a seguir el camino
de Cristo, como hacía con sus amigos y
otras personas. Siempre andaba solo, era callado,
sencillo y parecía una gente sana. Jamás
me imaginé que él fuera un asesino
en serie".
Otra fuente que exigió el anonimato señaló
que en manos de los sospechosos la policía
ocupó un carnet del Departamento Técnico
de Investigaciones ( D.T.I ), por lo que también
se encuentra detenido el hermano de Pedro el Bemba,
Camilo Martínez, quien labora en el D.T.I
provincial, conocido popularmente como 100 y Aldabo,
dada la intersección de las calles donde
radica.
En la casa de Rojas la policía ocupó
también una lista de varias personas, en
la que se encontraban los nombres de los cinco
asesinados, de donde puede suponerse que en la
misma se encontraban las próximas victimas,
dijo otra fuente.
El caso de Santiago de las Vegas es otro de los
tantos casos que en forma ascendente suceden dentro
de la isla, la que eleva día a día
los índices de criminalidad, no difundidos
por medios oficiosos, mientras la prensa escrita,
radial y televisiva se encarga de difundir lo
que sucede en otras latitudes del planeta.
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