DESDE
LA CARCEL
El Chispa, un fruto
de la cosecha del hombre nuevo
Juan Carlos Herrera Acosta, condenado
a 20 años de prisión, que cumple
en Kilo 7, Camagüey. Reside en Santiago de
Cuba.
CARCEL KILO 7, Camagüey - Raudel Fontaine
Martínez nació en el período
revolucionario: vio la luz del mundo el 5 de abril
de 1975, por lo que cuenta actualmente con 29
años de edad. "El Chispa", así
le dicen a este joven que ha conocido la pobreza
en carne propia, porque está preso desde
los 9 años de edad cuando ingresó
en un centro de reeducación de menores;
"El Chispa"es uno de esos miles de jóvenes
que han visto perdidas sus esperanzas ante un
futuro incierto.
Según refiere, desde pequeño soñó
con ser alguien en la vida, quizás un piloto,
un médico o ingeniero, pero la vida le
deparó grandes tropiezos debido a la extrema
pobreza que agobiaba su entorno familiar. Eso
lo hizo delinquir. Cuenta que ellos son 8 hermanos
y que con un par de zapatos debían vestir
cuatro a la vez, hasta que se rompían.
Jamás tuvo juguetes entre sus manos, no
conoció la diversión ni los Reyes
Magos. Sus carritos y espadas fueron todos trozos
de madera.
Conseguir un plato de comida para saciar el hambre
no era fácil en su natal Las Tunas, pero
lo mismo sucedió en Altagracia, provincia
de Camagüey, adonde se mudaron más
tarde.
El gobernante cubano, desde su llegada al poder
y en medio de sus idílicos sueños
convertidos en pesadillas, siempre esbozó
la formación de "un hombre nuevo".
Han sido 45 años tarareando las mismas
notas altisonantes; consignas envueltas en el
mesianismo, proclamándose protector de
la niñez y la infancia, como parte de la
cortina de humo para encubrir sus verdaderas ansias
de César. La realidad está distante
del discurso del zar cubano: la niñez,
a lo largo de estos años dictatoriales
ha estado desprotegida, cundida de desesperanzas,
frustraciones, sólo víctima de campañas
de ideologización inducida. ¿Dónde
está el día de los Reyes Magos?
Desapareció como por arte de magia, para
que Melchor, Gaspar y Baltasar fueran sustituidos
por Marx, Engels y Lenin.
Tras las rejas, "El Chispa" ha perdido
toda su niñez, la adolescencia y casi toda
la juventud. Para sobrevivir en las prisiones
durante estos 20 años ha tenido que convertirse
en un verdadero maestro en el uso de disímiles
armas blancas, para defender su integridad física
y moral, en medio de un sistema carcelario brutal,
empeñado en convertir a los hombres en
animales sin vestigio de sustancia cerebral. Su
cuerpo es el reflejo de las refriegas que ha tenido
que enfrentar; huellas de heridas se le aprecian
por toda su fisonomía. "El Chispa",
a pesar de su corta edad, tiene también
trastornos psíquicos irreversibles. Lo
atormenta el solo hecho de pensar en los 34 años
que aún le falta por enfrentar tras las
rejas, cómputo que roza con la expectativa
de vida en nuestro país. Debido a las precarias
condiciones de vida que enfrenta en las prisiones
cubanas, le será difícil salir con
vida de allí, y él lo sabe. Sería
un verdadero récord Guinnes lograr extinguir
la sanción..
Este "hombre nuevo" ha rodado por diversas
prisiones desde el centro de menores en Las Tunas,
Las Mangas en Bayamo, Cuba Sí en Holguín,
El Típico en Las Tunas, Manacas en Villa
Clara hasta Kilo 7 en Camagüey. Todo un verdadero
explorador en temas carcelarios, pero cabe preguntar:
¿Cuántos jóvenes como éste
hoy pierden sus mejores años en las mazmorras
castristas? ¿Dónde está el
futuro de la juventud cubana? Con lemas inducidos
y banderitas izadas no se forma un hombre. Una
economía inexistente, desbancada e inoperante,
valores éticos perdidos y una prostitución
juvenil que ha alcanzado cifras alarmantes, muestran
a un proceso en pleno colapso, porque el neoliberalismo
castrista implementado salvajemente ha privado
a la juventud de opciones verdaderas y de un futuro
luminoso.
"El Chispa" es ejemplo vivo de una
sociedad y un sistema decadente, al que sólo
lo ilusiona el sueño de "un cambio"
para poder salir un día a la calle. Su
pobre madre muy poco puede traerle de comer cuando
rara vez lo visita. Los impuestos lemas castrocomunistas
en los centros educacionales como "Seremos
como el Che", constituyen un enigma, porque
una gran mayoría de los niños que
la repiten son luego huéspedes ilustres
de las prisiones cubanas.
"Político, ¿tú crees
que un día yo pueda salir? ¿Cómo
está la calle?", son preguntas que
"El Chispa" repite constantemente.
Mis respuestas son casi siempre también
las mismas: "Se lucha para que los 'Chispas'
desaparezcan, también las mentiras, las
duras condiciones de las cárceles, cambiar
la constitución y el Código Penal.
Se lucha por una Cuba nueva incluyente para todos,
se lucha para que con tus propias manos puedas
proveerte de lo necesario para vivir decorosamente".
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