SOCIEDAD
La importancia de
ser importante
LA HABANA, febrero (www.cubanet.org)
- El edificio de seis plantas que toma una manzana
casi al principio de la calle Obispo, muy cerca
de la Plaza de Armas, está siendo remodelado.
En él funcionó durante un tiempo
el ministerio de Educación, y ciertamente
su arquitectura no tiene nada que ver con esa
zona de la Habana Vieja.
En ese mismo sitio fue fundada por la orden Dominica
de Predicadores, el 5 de enero de 1728, la Universidad
de La Habana. La remodelación del actual
inmueble, al parecer, quiere atraer a nuestra
época algunas remembranzas arquitectónicas
de esos días ya lejanos en el tiempo.
Pero a su vez, de acuerdo con un letrero expuesto
en la momentánea cerca levantada en todo
el perímetro exterior del edificio, se
dice que en la planta baja, tras la remodelación,
funcionarán tiendas y comercios, y que
los niveles 3, 4 y 5 serán dedicados a
oficinas. Nada dice de los niveles 1 y 2.
Ese letrero también informa que el proyectista
de la obra es la Oficina del Historiador de la
Ciudad, y que el inversionista es el Consejo de
Estado.
Hasta donde se sabe, en Cuba los integrantes
del Consejo de Estado no son ni grandes comerciantes,
ni industriales, ni dueños de hoteles o
de grandes propiedades; por lo tanto, supuestamente
no tienen dinero para invertir. Si la remodelación
de ese inmueble se está haciendo, como
es de suponer, con el dinero de la nación,
entonces el inversionista es la nación.
La Oficina del Historiador de la Ciudad, con
Eusebio Leal al frente, ciertamente ha rescatado
muchos sitios importantes de la Habana Vieja que
son parte de nuestro patrimonio, pero en esa zona,
antaño intramuros, viven muchas personas
con dificultades de todo tipo. La remodelación
de este edificio podía esperar un poco
y atenderse a otras prioridades ciudadanas.
Dos simples ejemplos: En la calle Cuarteles No.
12 viven dos mujeres solas, madre e hija. La madre
tiene 85 años. Su humilde vivienda se moja
en su interior enormemente cuando llueve. Han
hablado varias veces con el delegado del Poder
Popular (supuesto representante del pueblo a nivel
de circunscripción) para tratar de que
les vendan los materiales necesarios con los cuales
solucionar el problema de la filtración
de agua en el techo. Afirman madre e hija que
la respuesta del delegado es siempre que no hay
materiales de construcción para la venta
a la población.
Por su parte, en la calle Lamparilla No 363 se
levanta un edificio de ocho plantas y más
de 40 apartamentos. El edificio necesita ser reparado,
pero lo más apremiante ahora es que desde
hace varios meses el ascensor está sin
funcionar porque el cable de acero central está
en mal estado y la empresa encargada de la reparación
de ascensores dice que ellos no tienen ese cable.
En el edificio viven ancianos, niños, en
fin, más de cien personas que día
a día, y sin saber hasta cuándo,
tienen que bajar y subir las escaleras.
En la fachada de una vieja casa de las calles
Teniente Rey y Aguiar hay otro letrero, puesto
también por la Oficina del Historiador
de la Ciudad: "Este edificio es monumento
nacional de la República de Cuba, un bien
que nos pertenece a todos y a cada uno de nosotros.
Personas desalmadas intentan saquear cuanto hay
en él en beneficio propio. Hago un llamamiento
para defenderlo hasta que finalmente logremos
su restauración. Casa Prat Puit".
Según se conoce, más de la mitad
de los 75 mil habitantes que tiene la Habana Vieja
residen en inmundas cuarterías. Es innegable
que el que no habita una vivienda medianamente
decente está en la miseria. Los que hurtan
algo de una casa abandonada y semi derruida, muy
probablemente con el deseo de reparar en algo
la propia, no son desalmados, sino que no tienen
otra alternativa.
Es muy importante recuperar las edificaciones
de siglos pasados, pero es más importante
aún que los que viven en esos y por esos
lugares, tengan la posibilidad de mejorar su forma
de vida. Los edificios o zonas del pasado no pueden
ser sólo lugares para atraer turistas,
sino sitios que los nacionales valoren como importantes,
pero para ello los nacionales tienen que saber,
en la práctica, que ellos también
son importantes. cnet/13
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