POLITICA
Dan tratamiento
especial a jóvenes chavistas en Santa Clara
SANTA CLARA, 1 de febrero (www.cubanet.org)
- La antigua escuela de formación de educadoras
de círculos infantiles de la ciudad de
Santa Clara, remozada hace un par de años
para convertirla en el centro formador de trabajadores
sociales de las provincias centrales del país,
recibió hace unas semanas a 1,200 jóvenes
venezolanos, como resultado del convenio de colaboración
entre Cuba y Venezuela.
Una fuente bien informada que prefirió
el anonimato, dijo que los jóvenes chavistas
se preparan política e ideológicamente
en un curso intensivo, con profesores exquisitamente
seleccionados, para enfrentar la marcha del referendo
revocatorio del mandatario Hugo Chávez
mediante la agitación pública, propia
de ideologización de las masas populares
en el país sudamericano. Las escuelas de
Santiago de Cuba, Holguín y Ciudad Habana,
homólogas a la de Villa Clara, albergan
2,000 alumnos venezolanos cada una, con el mismo
fin, por lo que en total llegan a la cifra de
7,200 en esta primera fase, y todo parece indicar
que vendrán otros grupos sucesivos.
Estudiantes de la vecina Escuela Provincial de
Instructores de Arte, (antigua Escuela Pedagógica),
se preguntan por qué no les permiten hablar
con los jóvenes venezolanos, para expresarles
la solidaridad de la juventud de acá y
la hospitalidad de los cubanos. Además
los alumnos se han quejado del excesivo privilegio
de los visitantes, que son atendidos por la corporación
Isla Azul. Los venezolanos tienen desayuno, almuerzo,
comida y tres meriendas diarias, como parte de
una dieta especial y opcional, mientras que los
estudiantes cubanos sólo reciben arroz,
chícharos, cerelat, pan y proteína
vegetal casi diariamente. Gracias a la presencia
de los venezolanos la escuela tiene agua y la
cisterna se clorificó adecuadamente. El
servicio de salud que se presta allí posee
calidad superior, con hospital de ingreso, personal
calificado y servicios estomatológicos.
Se ha comentado entre los pobladores de la ciudad
que los extranjeros tienen un solapín identificativo,
no les permiten salir del centro a no ser en visitas
dirigidas y tienen un sistema de seguridad impresionante.
Las alumnas de la Escuela de Instructores de Arte,
para entablar comunicación con los sudamericanos,
les lanzan piedras forradas con papeles con su
nombre y teléfono, con la advertencia de
que las llamen durante los fines de semana.
Mientras la escuela de los cariocas utiliza un
sistema de audio digitalizado, los vecinos deben
alquilar a particulares los equipos para realizar
sus actividades. El de pie para los extranjeros
se produce con la canción de Pablo Milanés
"Canción para la unidad latinoamericana",
que habla de Bolívar, Martí y Fidel,
pero para el horario de dormir utilizan una canción
de su país que dice: "Uh ah, Chávez
no se va". Los cubanos repiten jocosamente
el coro de otra manera y en forma de eco: "Uh
ah, Chávez si se va".
Los reclamos de los alumnos instructores de arte,
hizo que las autoridades del centro les prometieran
que a partir de febrero, les entregarían
una jaba de aseo personal extra y que les mejorarían
la alimentación. cnet/46
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