Disidente retenida en Cuba
Clarín
Digital, Argentina,
8 de diciembre de 2004.
Desde hace una década, la neurocirujana
disidente Hilda Molina residente en Cuba, trata
de conseguir, infructuosamente, un permiso para
viajar a nuestro país y reunirse con su
familia. Aquí viven su hijo, un cubano
casado con una argentina y nacionalizado en nuestro
país, con hijos argentinos.
La médica llegó a ocupar un lugar
relevante en la sociedad cubana y tuvo buenas
relaciones con Fidel Castro, pero su situación
cambió y ahora no puede obtener un permiso
de salida.
La cuestión parece haberse instalado como
tema prioritario en las relaciones de la Argentina
con Cuba y, en particular, en las tratativas para
un eventual visita del presidente Néstor
Kirchner a la isla, lo cual sería procedente.
Según fuentes oficiales, el Gobierno hizo
diversas gestiones para que Cuba permita el viaje
de la médica, incluyendo una carta del
presidente Kirchner a su par cubano. Hasta el
momento no se conocen resultados positivos de
esa gestión aunque la reciente liberación
de disidentes permite esperar que se hayan creado
condiciones más propicias.
El caso de Hilda Molina pone de manifiesto -esta
vez afectando a sus familiares argentinos- las
limitaciones a los derechos ciudadanos que persisten
e Cuba.
En necesario intensificar la acción diplomática
para que la neurocirujana y disidente Hilda Molina
pueda salir de Cuba y venir a nuestro país
a reunirse con su familia.
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