OLA
REPRESIVA
Protestan
prisioneros de conciencia por nuevas restricciones
SANTA CLARA, 27 de septiembre (www.cubanet.org)
- En una carta enviada por el prisionero de conciencia
villaclareño Léster González
Pentón desde la prisión de mayor
rigor Kilo 8, en Camagüey, éste denuncia
las inhumanas condiciones de vida y las nuevas
restricciones impuestas por las autoridades carcelarias
con la jaba de alimentos que reciben los miembros
de la llamada "Causa de los 75" de manos
de sus familias cada cuatro meses.
La carta, fechada el 11 de septiembre, en puño
y letra del líder opositor villaclareño
González Pentón, condenado a 20
años, expresa la inconformidad de los presos
de conciencia allí confinados acerca del
peso de la jaba de alimentos, no mayor de 30 libras
que incluye, a partir de las nuevas medidas de
castigo, los periódicos y revistas, los
materiales de oficina, artículos de aseo
y limpieza, etc.
La justificación de las autoridades carcelarias
para imponer la injusta medida es que fue ordenada
en un documento enviado desde La Habana donde
se especifican las medidas accesorias a las condenas
impuestas por el tribunal. La protesta está
basada ante el conocimiento de que en todas las
prisiones donde se encuentran miembros de su causa,
el rigor con el peso de las jabas de alimentos
no es el mismo. Ante el debate, los carceleros
reconocieron que ellos estaban incumpliendo la
orientación bajada en el mismo documento
del nivel central, sobre el derecho de 100 minutos
de comunicación telefónica al mes
con sus familias, debido a las roturas del teléfono,
el que debe sustituirse por otro en buen estado
para el mes de octubre.
González Pentón denuncia además,
el deficiente sistema alimentario, el que ha evidenciado
un cambio drástico hacia lo negativo. El
menú consistente en cerelat en el desayuno
y agua de plátano hervido con algunos pedacitos
de la vianda flotando, una copa de arroz y pasta
de harina de pan con poca diferencia de la goma
de pegar pero con sabor a pescado y con tierra,
para almuerzos y comidas, adolece totalmente de
proteínas y grasas, motivo que lo ha hecho
bajar varios kilos de peso.
Las condiciones pésimas de la alimentación
provocaron una huelga general de los presos comunes.
La respuesta de la gendarmería no se hizo
esperar. Más de 30 efectivos armados con
palos de marabú acompañaron al carro
de la comida por los pasillos, dispuestos a sofocar
la huelga a golpes, pero al irrumpir en el pasillo
donde se encuentran los nueve presos de conciencia
comenzaron a sonar los palos contra el piso y
las paredes, mirándolos provocativamente.
Al día siguiente, los presos se quejaron
del proceder de los guardias ante el oficial que
los atiende, porque ellos no habían entrado
en la acción cívica. El oficial
reconoció una vez más el error cometido
y se comprometió a que no se repetiría.
La misiva además informa el traslado desde
la prisión de Boniatico en Santiago de
Cuba a Kilo 8 del opositor pacífico Juan
Carlos Herrera Acosta, sancionado por un tribunal
castrista en el mes de abril último a 20
años de privación de libertad. Han
conocido además la incorporación
en ese penal de Virgilo Mantilla Arango, detenido
junto a Juan Carlos González Leyva y otros
activistas de los derechos humanos cuando protagonizaban
una acción cívica frente al hospital
provincial de Ciego de Avila en el mes de febrero
del 2001, a quienes aún no le han celebrado
juicio alguno.
Además de Juan Carlos y Léster
en esta cárcel camagüeyana se encuentran
Ricardo González Alfonso, Regis Iglesias
Ramírez, Miguel Valdés Tamayo, Omar
Rodríguez Saludes, José Miguel Martínez,
Claro Sánchez Altarriba y Eduardo Díaz
Fleites; miembros todos de la Causa de los 75,
que en total suman 169 años de presidio
político.
González Pentón era, en el momento
de su detención, miembro del Movimiento
pro Derechos Humanos Razón, Verdad y Libertad
y delegado en Villa Clara de la Confederación
de Trabajadores Democráticos de Cuba. cnet/46
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