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Disidentes cubanos consideran que Lula debería
escucharles
La Habana, 24 sep (EFE).- Disidentes cubanos
consideraron hoy que el presidente de Brasil,
Luiz Inácio Lula da Silva, debería
escuchar las demandas de la oposición interna
durante su próxima visita a la isla.
"Considero que si viene aquí (Lula)
debe tratar el problema de los Derechos Humanos,
es imprescindible en un presidente democrático",
dijo a EFE Vladimiro Roca, de la plataforma Todos
Unidos.
Roca explicó que no ha recibido respuesta
del Gobierno cubano a la carta firmada por él
mismo, René Gómez Manzano y Elizardo
Sánchez, el cuestionado líder de
la Comisión Cubana de Derechos Humanos
y Reconciliación Nacional (CCDHRN), en
la que pedían un encuentro con Lula.
"No hemos tenido respuesta, pero no creo
que vaya a entrevistarse con nosotros o a tratar
ningún asunto peliagudo durante una visita
tan breve", señaló Roca.
El presidente de Brasil, que realizará
una visita a la isla entre el viernes y el sábado,
se reunirá dos veces en privado con el
gobernante cubano, Fidel Castro, y no prevé
entrevistarse con disidentes, según anunció
el martes el embajador brasileño en La
Habana, Tilden Santiago.
Para Blanca Reyes, esposa del escritor Raúl
Rivero -condenado a 20 años de cárcel-,
Lula "es un hombre muy honesto, que ha salido
del pueblo y que debe entender esta situación".
Reyes, que escribió recientemente una
carta al presidente de Brasil, admitió
que "tenía esperanzas" con la
visita de Lula, "no tanto para que me recibiera,
sino para que oiga. Es muy importante que escuche
lo que pasa aquí".
René Montes de Oca, presidente del ilegal
Partido Pro-Derechos Humanos, expresó su
malestar por la próxima visita del presidente
brasileño porque "no va a resolver
los problemas de Cuba".
"Un presidente democrático no debe
reunirse con un dictador", señaló
el opositor, que anunció que su grupo enviará
una carta de protesta por la visita de Lula a
la embajada de Brasil en La Habana.
Montes de Oca, en un encuentro con la prensa
extranjera, demandó la "inmediata
liberación de los presos políticos
y de conciencia de la isla", que cifró
en más de 300, coincidiendo con el día
de la Virgen de la Merced, patrona de los presos
en Cuba.EFE mar/chg
Lamentan muerte combatiente en invasión
de Bahía de Cochinos
Miami (EEUU), 23 sep (EFE).- La muerte del cubano
Juan Pérez Franco, quien participó
en la fallida invasión a Bahía de
Cochinos, fue lamentada hoy por directivos de
la organización que agrupa a veteranos
de esa fallida operación que se hizo en
1961.
"Su partida deja un gran vacío en
la asociación porque era un hombre muy
patriótico, no estaba a favor de dialogar
con el régimen castrista", dijo hoy
a EFE Juan J. González, directivo de la
Asociación de Veteranos de Bahía
de Cochinos, Brigada 2506.
Pérez Franco, quien era presidente de
ese grupo, falleció a los 75 años
el pasado viernes en Miami y fue enterrado el
lunes, según se supo hoy.
"Tenía dos mandatos seguidos en la
presidencia de la asociación y luchó
por erradicar el sistema comunista de Cuba",
destacó González.
Pérez Franco llegó a EEUU en 1959
poco después de que Fidel Castro asumiera
el poder, y dos años después participó
en la invasión a Bahía de Cochinos.
En una entrevista con EFE en el 2001, Pérez
Franco aseguró que la llamada operación
"Pluto", en la que participaron 1.500
exiliados cubanos, no se perdió en territorio
cubano, sino "en Washington, específicamente
en la Casa Blanca".
Explicó que el entonces presidente de
EEUU, John F. Kennedy, cambió los planes
"a último momento" al cancelar
los bombardeos que tenían previsto durante
tres días consecutivos para eliminar a
la Fuerza Aérea de Castro.
Pérez Franco saltó en paracaídas
el 17 de abril de 1961 en el caserío San
Blas, con la misión de "cortar la
carretera entre Playa Girón y el central
azucarero Covadonga", en la costa sur de
Cuba, mientras que otros 185 paracaidistas descendieron
en cinco puntos diferentes de esa zona, con el
mismo objetivo.
Todos fueron derrotados por las tropas de Castro
en tres días de combates, que dejaron como
resultado 200 muertos y 1.180 prisioneros.
Estos fueron juzgados y en 1963 canjeados por
alimentos y medicinas procedentes de EEUU. EFE
so/esc
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