SOCIEDAD
Promesa
incumplida y servicio que empeora
LA HABANA, septiembre (www.cubanet.org) - Mientras
se agudiza cada día más la crítica
situación del transporte público
de pasajeros, permanece sin respuesta por parte
de la Asamblea Nacional del Poder Popular una
propuesta presentada hace casi siete años,
el 29 de noviembre de 1996, sobre la cooperativización
de dichos servicios para lograr una mayor eficiencia
y calidad, sin abandonar los límites de
las formas de propiedad toleradas por el régimen
cubano.
La única comunicación que ha recibido
el ciudadano que propuso el proyecto fue una carta
de la Oficina de Opinión Pública
de dicha asamblea, fechada el fatídico
11 de septiembre de 2001, en la se le notifica
haber recibido la propuesta.
La carta señala que "por su contenido,
lo hemos tramitado con la presidencia de la Comisión
de esta instancia que atiende la Actividad Productiva
para su evaluación de la que recibirá
oportunamente la respuesta que corresponda".
Pero a casi dos años de la prometida respuesta,
no se ha recibido nada más, lo que hace
presumir una violación de lo establecido
en el artículo 63 de la Constitución,
que reconoce el derecho ciudadano a presentar
quejas y peticiones, y "recibir respuesta
conforme a la ley".
Sólo dos ejemplos ilustran la situación
del transporte.
El 29 de julio las personas que esperaban la
llegada de la ruta 222 -que cubre el recorrido
de Centro Habana al reparto La Lisa- permanecieron
en la fila casi dos horas. Cuando el ómnibus
llegó, varios pasajeros afirmaron que era
el mismo vehículo que había salido
anteriormente, lo que quiere decir que había
sólo uno en el recorrido.
Otro caso es el de la zona centro y noroccidental
de la provincia La Habana. Prácticamente
todo el servicio de transporte de pasajeros corre
a cargo de camiones y camionetas de la década
de 1940 o comienzos de la de 1950, de propiedad
privada.
Además de incómodos e inadecuados
para el transporte de personas -algo reconocido
por la propia ley cubana de tránsito- no
tienen horario fijo de salida y llegada, pues
sus recorridos se ajustan a los intereses de los
propietarios. Las salidas se demoran hasta que
se abarrotan los vehículos, y por el camino
se detienen sus choferes continuamente, para conversar,
hacer gestiones y otros menesteres.
Por otra parte, es frecuente el trato irrespetuoso
por parte de los cobradores, sobre todo cuando
pretenden que las personas se aprieten más
en aras de obtener más ganancias.
Así deben viajar a diario mujeres embarazadas,
niños, enfermos y hasta en ocasiones heridos
y recién operados, que no disponen de recursos
para pagar los altos precios que demandan los
choferes de autos de alquiler particulares o estatales.
Muchos conocedores de la propuesta presentada
ante la Asamblea del Poder Popular -y también
en las asambleas locales de rendición de
cuentas y ante los diputados municipales- consideran
que la falta de atención a la misma por
parte de los funcionarios es una muestra más
del desinterés del gobierno por solucionar
los problemas de la población mediante
formas viables y sencillas. Más conveniente
les resulta justificar los males con el embargo
norteamericano. cnet/38
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