NOTICIAS
DE CUBA
El
Nuevo Herald
Se les acaba el tiempo a los
artistas cubanos
Wilfredo Cancio Isla, El Nuevo
Herald.
La posibilidad de que artistas cubanos participen
en la ceremonia de los Grammy Latinos en Miami
está a punto de desvanecerse en un laberinto
de fricciones políticas y tropiezos burocráticos.
Cuando apenas quedan 24 horas para la noche de
premiaciones en la Arena American Airlines, la
presencia de los músicos de la isla parece
poco probable, e incluso algunas de las figuras
nominadas y el propio gobierno cubano la dan ya
por descartada.
Ninguna de las nueve personalidades y agrupaciones
nominadas ha podido obtener el visado para viajar
a Estados Unidos, y el inmovilismo de la situación
ha creado una espiral de tensiones entre las autoridades
del Instituto Cubano de la Música (ICM)
y los directivos de la Academia Latina de la Grabación
(LARAS), entidad organizadora del certamen.
Bajo el título de ''Algo podrido huele
en LARAS'', un artículo del diario oficialista
Granma dijo ayer que ''los grandes ausentes serán
los músicos cubanos'' calificándolos
de "víctimas de un vergonzoso apartheid
cultural''.
''Entre la máxima dirección de
LARAS y la mafia anticubana que ordena y manda
en Miami tomaron la decisión de no invitar
a los músicos de la isla'', afirmó
el periódico.
La lista de nominaciones cubanas la integran
los Muñequitos de Matanzas, la Camerata
Romeu, las orquestas Los Van Van y la Charanga
Habanera, el grupo de rap Orishas, el pianista
Chucho Valdés, y los soneros Ibrahim Ferrer,
Eliades Acosta y Polo Montañez (fallecido).
''Creo que a estas alturas ni el médico
chino puede conseguir que vengan artistas cubanos
a los Grammy'', manifestó Hugo Cancio,
presidente de Ciocan Music y representante de
la Charanga Habanera.
El empresario dijo que la Charanga Habanera no
viajará a Miami y entregó a El Nuevo
Herald una declaración enviada desde Japón
por David Calzado, director de la orquesta.
''Yo también pienso que nuestra presencia
en el evento del Grammy es un sueño, pero
seguramente Cancio estará presente en representación
nuestra, por lo que no importa si ciertas situaciones
de las que no somos culpables nos impiden este
placer'', dijo Calzado, quien a título
personal había solicitado visa en la Embajada
de EEUU en Japón, donde se encuentra de
gira con su grupo.
En el vórtice del debate por las demoras
en los trámites ha estado el requerimiento
de una carta de invitación de LARAS para
que los nominados puedan procesar sus visados.
Según fuentes relacionadas con el asunto,
el colofón parece haber sido una carta
con tono agresivo y conminatorio que las máximas
autoridades culturas de Cuba enviaron esta semana
a Gabriel Abaroa, presidente de LARAS.
Las autoridades cubanas insisten en que a diferencia
del año pasado, LARAS no envió la
carta oficial para que los nominados presentaran
la solicitud de visado en la Oficina de Intereses
de EEUU en La Habana. De acuerdo con representantes
artísticos en el exterior, los únicos
documentos que los organizadores han distribuido
son las invitaciones para la cena de bienvenida
del martes 2 y la gala del miércoles 3.
En el 2002, los cubanos nominados recibieron
una carta de invitación y los trámites
de la delegación corrieron a cargo del
abogado Bill Martínez, radicado en San
Francisco, aunque finalmente el Departamento de
Estado no otorgó las visas para la ceremonia
en Los Angeles.
Los directivos de LARAS no respondieron esta
semana varias llamadas de El Nuevo Herald relacionadas
con la invitación formal. Con anterioridad,
afirmó que el asunto de visas correspondía
al Departamento de Estado y que su responsabilidad
era "organizar y producir el espectáculo
de los Grammy Latinos''.
Aunque los funcionarios estadounidenses en La
Habana exigen una carta oficial para gestionar
el visado, la oficina diplomática inició
algunos trámites a pesar de la ausencia
del documento y del poco tiempo para procesar
las solicitudes.
Uno de los entrevistados por la Sección
de Intereses fue Juan Formell, director de Los
Van Van. El grupo está nominado en la categoría
de música popular tradicional por el disco
En el Malecón de La Habana, y planea viajar
a Estados Unidos para una gira artística
el próximo octubre.
Américo Miranda, representante de Los
Van Van en Cuba, aseguró esta semana que
la orquesta hizo las solicitudes de visa a pesar
de que ''la invitación formal no ha llegado
ni a la Oficina de Intereses ni al Ministerio
de Cultura''. Poco después, una fuente
del ICM informó que se había recibido
a última hora, vía fax, una carta
para Los Van Van, la cual era inoperante por no
ser un documento original.
En cambio, el pianista Chucho Valdés no
ha procesado sus documentos y al parecer tiene
sus miras puestas en un concierto junto a su padre,
Bebo Valdés, fijado para los primeros días
de septiembre en Tenerife, España.
De todos los cubanos nominados, sólo los
integrantes de Orishas no residen en la isla.
El colectivo radica en Francia y viaja con frecuencia
a La Habana.
Pero el asunto no es esencialmente el lugar de
residencia, sino la nacionalidad. Luego de los
atentados del 9/11, Estados Unidos impuso especiales
restricciones para los viajeros de naciones consideradas
patrocinadoras del terrorismo, como es el caso
de Cuba.
En mayo del año pasado, una orden ejecutiva
determinó que el otorgamiento de visas
para ciudadanos de esos países sería
sometido a un fuerte escrutinio, en un proceso
que podría prolongarse de dos a siete meses.
Esta medida no sólo afecta a los residentes
en la isla, sino también a numerosos cubanos
exiliados que se han visto imposibilitados de
asistir a eventos académicos y artísticos
en EEUU.
De todas formas, la situación se ha complicado
luego del agravamiento de las relaciones bilaterales
tras la ola represiva desatada por el régimen
de Fidel Castro el pasado marzo.
A comienzos de este mes, Otto Reich, enviado
especial de la Casa Blanca para asuntos hemisféricos,
aseguró en Miami que ningún artista
que firmó recientemente cartas de adhesión
al régimen atacando a EE.UU., recibiría
visa.
Cancio admitió que sería un contrasentido
del Departamento de Estado hacer una excepción
para agilizar las visas de los artistas cubanos,
cuando los ánimos políticos están
muy caldeados.
''Me hubiera gustado que vinieran, pero a la
larga todos nos vamos a alegrar de que el destino
no lo permita'', comentó el empresario.
"Así nos evitaremos posibles conflictos
y actos violentos en un momento en que la comunidad
de Miami está muy sensible con la situación
cubana y, al mismo tiempo, los músicos
de la isla se ahorran el trago amargo de que el
gobierno los aproveche y los manipule para sus
fines propagandísticos''.
wcancio@herald.com
Castro no permite a Payá asistir a
reunión del Parlamento Europeo
Efe, ESTRASBURGO, Francia.
El disidente cubano Oswaldo Payá no pudo
asistir a la reunión de la comisión
de Exteriores del Parlamento Europeo a la que
había sido invitado, debido a que las autoridades
cubanas le negaron el permiso para viajar a Estrasburgo,
informaron fuentes parlamentarias.
El Grupo Popular Europeo trasmitió en
julio una invitación a Payá, galardonado
el año pasado con el Premio Sajárov
a los Derechos Humanos, para que acudiera a un
debate sobre la situación en Cuba.
Los coordinadores de las comisiones parlamentarias
consideraban que el debate sobre una resolución
que votará el pleno del Parlamento Europeo
el próximo jueves era una buena ocasión
para que Payá expusiera ante los europarlamentarios
la situación en su país.
Sin embargo, fuentes parlamentarias indicaron
que la visita de Payá no ha sido posible,
al serle denegado el permiso para salir de Cuba.
El disidente cubano fue elegido por el Parlamento
Europeo frente a otros tres aspirantes --la periodista
tunecina Sihem Ben Sedrine, el profesor egipcio
Saad Eddin Ibrahim y el político zimbabuense
Morgan Tsvangirai-- para recibir el Premio Sajarov
2002.
Los eurodiputados vieron en el líder del
Movimiento Cristiano Liberación (MCL) cubano
un claro ejemplo de la lucha pacífica en
defensa de los derechos humanos.
La resolución que debatirá el Parlamento
Europeo el próximo miércoles y que
será votada al día siguiente todavía
no ha sido consensuada por los principales grupos
de la Cámara.
Coleccionista ofrece un tesoro de música
de la isla
Wilfredo Cancio Isla , El Nuevo
Herald.
Joseph Marchese nunca podrá olvidar el
momento en que se inició su pasión
por la música cubana. Tenía entonces
nueve años y en su casa de la barriada
neoyorquina de Queens, su hermana mayor se divertía
bailando con un grupo de adolescentes, cuando
irrumpió el sonido contagioso del Mambo
5, de Dámaso Pérez Prado.
''Fue algo tremendo, una música única
y estremecedora'', recordó Marchese mientras
exhalaba el humo de un tabaco. "Ahí
comenzó realmente esta historia de obsesión
cubana''.
Una obsesión vivida a través de
los sonidos y los sentidos, porque Marchese nunca
ha visitado Cuba y apenas habla español.
''Por muchos años soñé con
viajar a Cuba, esperando que el tipo [Fidel Castro]
se fuera o se muriera'', relató. "Pero
ya no me importa, porque siento que Cuba ha llegado
a estar dentro de mí''.
La sala de su apartamento en Hallandale, al sureste
de Broward, es una suerte de paisaje criollo gobernado
por tumbadoras, timbales y otros instrumentos
de percusión. En la pared cuelga una gigantesca
foto de Tropicana; sobre un estante, una quijada,
instrumento primitivo fabricado con el maxilar
inferior de un caballo y que el coleccionista
rescató en 1978 de una tienda de anticuarios
del Village neoyorquino.
Y varios anaqueles y gavetas repletos de música.
Marchese, de 64 años, atesora hoy una
vasta colección de música cubana,
compuesta por grabaciones en vivo de celebridades
como Benny Moré, Machito, Arsenio Rodríguez,
José Fajardo, Barbarito Diez, Antonio Arcaño
y sus Maravillas, la Orquesta Aragón, la
Sonora Matancera... Son en total unas 50 cintas
originales con unas 150 horas de ritmos cubanos
que el coleccionista logró agenciarse por
canjes, donativos o grabaciones propias, y que
a la vuelta de los años han multiplicado
su valor como joyas raras e irrepetibles.
Entre los tesoros musicales más preciados:
o Una hora y media con Benny Moré durante
una presentación en una emisora de Lima,
Perú (1958).
o José Fajardo en el Palladium Ballroom
de Nueva York interpretando ''Bilongo'', con Chocolate
Armenteros en la trompeta (1958).
o ''Osiris'' por la Orquesta Aragón, con
Arsenio Rodríguez en el tres, en el Palladium
(1959).
o ''Lágrimas negras'' por la Sonora Matancera
en el Club Flamboyán de Nueva York (1973)
o Machito en ''Mi rumba que buena'' en una feria
callejera (1980).
La arrolladora fascinación por la música
cubana que persiste en los mercados internacionales,
decidió a Marchese a comercializar su archivo,
que pudiera producir entre 25 y 30 CDs con interpretaciones
absolutamente inéditas de clásicos
de la isla.
Fue el saxofonista cubano Carlos Averhoff, ex
integrante del grupo Irakere, quien tuvo la idea
de presentarle al empresario Manuel Mato y al
músico Alex Cobos para discutir una posible
opción comercial. Su compañera Eva
Axel era ferviente partidaria de que las grabaciones
no se quedaran entre las paredes de la casa.
''Yo acostumbraba a disfrutar estas grabaciones
en mi casa con Eva o con mis amistades, pero pienso
que pueden causar sensación entre los amantes
de la música cubana'', afirmó.
Marchese se ha asociado a Mato y Cobos para abrir
mercado a las viejas cintas. Hasta el momento
han recibido propuestas de la firma disquera Belter,
de España, y el emporio BMG, de Alemania,
y se encuentran estudiando los términos
de cada contrato.
''Las negociaciones se han extendido porque no
queremos apurarnos en firmar contratos con los
que no estemos completamente satisfechos'', indicó
Mato, quien fundó la firma Sonotone en
La Habana en 1956.
Mato, quien se exilió en 1960, se mantuvo
grabando música cubana en un estudio de
Hialeah hasta 1986. En el 2001 consiguió
vender unas 1,300 piezas grabadas y distribuirlas
mundialmente a través de BMG y otros sellos
disqueros.
Según el empresario, el proceso es lento
para evitar conflictos legales. 'De la 'Colección
Marchese' sólo circularían las grabaciones
que están exentas de reclamación
por parte del gobierno cubano y no susciten litigios
de propiedad con compañías vigentes'',
explicó Mato.
El archivo de Marchese comprende grabaciones
hechas en Cuba y el extranjero entre 1940 y finales
de la década de 1980. Personalmente, el
coleccionista comenzó a grabar en 1965
tras concluir sus servicios en la Marina de Estados
Unidos, pero mediante pesquisas e intercambios
ha conseguido otras anteriores a esa fecha.
''A veces venía desde Nueva York a Cayo
Hueso para grabar una presentación en vivo
de la [orquesta] Aragón en los estudios
de Radio Progreso'', rememoró Marchese.
"La Aragón es la música cubana
pura''.
El célebre saxofonista Paquito D'Rivera
piensa que el proyecto de Marchese resulta muy
atractivo para los coleccionistas y estudiosos
de la música cubana.
''El rescate de las grabaciones en vivo tiene
actualmente mucha demanda, además de la
cubanomanía en boga'', dijo D'Rivera, quien
visitó meses atrás al coleccionista.
"Hay cosas muy interesantes que descubres
oyéndolas''.
Cuando la Aragón visitó Estados
Unidos en 1981, Marchese asistió a los
conciertos de la agrupación en el Lincoln
Center de Nueva York y pudo compartir con sus
integrantes.
''Eran unos maestros'', rememoró. "Esa
es la música cubana por excelencia, una
música que no se repetirá jamás''.
|