Espaņa
invita a su Fiesta Nacional en La Habana a los
disidentes anticastristas
Luis Ayllón. ABC,
España, 12 de octubre de 2003.
MADRID. El embajador de España en La Habana,
Jesús Gracia, ha cursado invitaciones a
destacados disidentes anticastristas en Cuba para
asistir a los actos del Día de la Fiesta
Nacional del 12 de Octubre, según supo
ABC de fuentes diplomáticas.
La decisión española puede provocar
que ninguna de las autoridades cubanas que también
han sido invitados a la celebración acuda
a la residencia del embajador español,
tal y como ha sucedido con otras embajadas como
Francia y Alemania, que adoptaron la misma medida
que España.
Sanciones de la UE
Entre los invitados a la recepción de
la Fiesta Nacional española, que se celebrará
mañana, lunes, se encuentran Elizardo Sánchez
y Oswaldo Payá, este último presidente
del Movimiento Cristiano Liberación, y
uno de los principales promotores del "Proyecto
Varela", que ha recogido más de 25.000
firmas en apoyo de reformas democratizadoras en
el sistema político cubano.
La invitación a los miembros de la disidencia
interna cubana forma parte de un paquete de sanciones
acordado por la Unión Europea el pasado
5 de junio contra Castro por las condenas a prisión
de 75 disidentes y la ejecución de tres
secuestradores. Por su parte, el régimen
castrista, además de anunciar que no acudiría
a las recepciones en las que estuvieran presentes
los disidentes, amenazó con no invitar
a su vez a actos oficiales a los embajadores europeos
que tomaran esa medida.
El primer país en aplicar la decisión
comunitaria fue Francia, el 14 de julio y, más
recientemente, Alemania. La respuesta cubana consistió
en "congelar" las relaciones con esos
países, lo que supone la ausencia de contactos
a nivel oficial. Francia, además, canceló
dos programas de cooperación institucional
con Cuba y cambió de sede el Instituto
franco-cubano de La Habana.
La Fiesta Nacional española se va a celebrar
cuando las relaciones de nuestro país con
Cuba atraviesan uno de sus momentos más
bajos, pues, de hecho, en el caso de España,
la "congelación" de relaciones
oficiales se ha producido ya.
El Centro Cultural
El hecho más relevante tuvo lugar cuando
en junio pasado el régimen castrista decidió,
de forma unilateral, cerrar el Centro Cultural
de España en La Habana. Las autoridades
cubanas denunciaron el convenio bilateral por
el que se creó el Centro en 1995, en el
que España invirtió casi cuatro
millones de dólares para la restauración
de un bello edificio en el Malecón de La
Habana, que ha sido la sede de la institución.
La decisión del régimen fue tomada
debido al cada vez mayor número de intelectuales
que acudía a las actividades organizadas
en el Centro, cuyo control le resultaba imposible.
España replicó que la medida era
una lesión de la libertad de expresión
en la medida en que se impedía a los intelectuales
y artistas cubanos el acceso a un espacio plural
de encuentro cultural. En cualquier caso, tras
los tres meses previstos en caso de denuncia del
convenio, España se vio obligada a entregar
las llaves del Centro Cultural el pasado 11 de
septiembre, no sin expresar su disconformidad
al Gobierno cubano, en una nota verbal.
Las autoridades cubanas, comenzando por el propio
Fidel Castro, responsabilizaron a España
de las sanciones adoptadas por la UE y protagonizaron
manifestaciones contra la Embajada en La Habana.
El Gobierno español trató entonces
de no entrar en una espiral de declaraciones,
aunque recientemente el presidente del Gobierno,
José María Aznar, que se reunió
en Miami con disidentes anticastristas en el exilio,
aventuró que el régimen cubano no
sobrevivirá a Fidel Castro.
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