PRENSA INTERNACIONAL
Octubre 13, 2003

La Virgen y el artículo censurado de Fidel Castro

Alcibíades Hidalgo. El Nuevo Herald, 13 de octubre de 2003.

El director de un periódico de Nueva York renunció, según dijo, porque los dueños de la publicación no le permitieron publicar un artículo de Fidel Castro. El periódico es El Diario/La Prensa.

Al día siguiente The New York Times defendió en un editorial sobre el caso la libre expresión de las ideas. La gallarda dimisión y el asombro mediático ante tal intolerancia han tenido considerable eco. The International Herald Tribune se hizo eco del editorial del Times y hasta el prestigioso The Star, allá en Johannesburgo, dio cuenta a sus lectores.

El artículo de Fidel Castro, que trata sobre la educación en Cuba, apareció finalmente en el New York Daily News en idioma inglés y, luego, en español, en Hoy, el competidor hispano de El Diario/La Prensa.

Un aspecto muy sorprendente de la controversia es que el artículo nunca existió. Lo que se ha publicado en la Gran Manzana son fragmentos textuales, ensamblados con prisa y escasa coherencia, de un discurso de Fidel Castro el 8 de septiembre, cuando inauguró el curso escolar en la isla. El dictador socarrón gana, nuevamente, una escaramuza de propaganda. Los diarios de Nueva York divulgan por partida doble y se hacen trizas por un discurso de obligatoria publicación en Cuba, que reposa impasible desde el pasado mes en la página web de Granma, el órgano oficial del Partido Comunista. Reclamar gato por liebre es ya inútil. Oro de tontos, dirían en California.

El otro asunto, también revelador sobre el origen del ''artículo'', es que en Cuba, desde hace varias décadas y para coincidir con el calendario académico soviético, el curso escolar se inicia invariablemente el primer lunes de septiembre. Este año 2003 ese lunes resultó el primer día del mes. Pero el día 8 se celebraba la festividad de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona católica del país, por lo cual el gobierno autorizó 50 procesiones y prohibió otras 14.

Fidel Castro decidió inaugurar el curso escolar, a bombo y platillo y una semana después de lo habitual, el mismo Día de la Virgen nacional para ignorar más aún la fiesta religiosa, de la que inevitablemente asoma algún amargo sabor político y porque ya carece de sentido práctico la antigua norma socialista.

En el diario Granma del día 9 de septiembre puede leerse --inténtelo-- el largo discurso de Castro. Es el mismo que causó escándalo un mes más tarde en Nueva York y se publicó como un atrevimiento, pero muy resumido. De la fiesta de la Virgen cubana, en la que participaron miles de cubanos, ni una palabra en Granma. No sé si algo se dijo en la capital del mundo.

En el torcido asunto de los artículos no publicados resulté un protagonista involuntario, según explico a continuación. Envié por ello una carta al New York Times, de la cual cito unos breves párrafos:

'Los felicito por su editorial que defiende el derecho de Fidel Castro a publicar sus opiniones en esta ciudad. El pasado 23 de abril toda la prensa cubana atacó simultáneamente a su periódico. Uno de los diarios oficiales publicó en primera página un largo artículo con el título 'El New York Times ni es serio ni es liberal'. Para Fidel Castro su editorial debería ser una lección de democracia.

'Sin embargo, la historia de los artículos 'censurados' en El Diario/La Prensa no está completa. En noviembre de 2002, tres meses después de lograr escapar de Cuba hacia los cayos de la Florida, fui contratado por ese diario. Fue el primer empleo que obtuve en Estados Unidos como periodista. Diez días antes de anunciar el próximo artículo de Fidel Castro, el mismo director que luego renunció por no permitírsele publicar lo anunciado, me informó que mi columna semanal, dedicada a temas cubanos, era suprimida de su periódico. El artículo de Fidel Castro debió aparecer un lunes, curiosamente el mismo día en que aparecía mi columna. Ninguno de los dos fue publicado finalmente.

'Desconozco las razones por la cuales los propietarios de El Diario/La Prensa decidieron no publicar al dictador cubano. Dudo seriamente de vuestra teoría de un 'Miami Vice'... En todo caso, la situación de los 'censurados' en El Diario/La Prensa es bien diferente. El ex director continuará escribiendo su columna tres veces por semana, según anunció en el propio periódico. Su decisión de suprimir la mía sigue vigente.

"Es la segunda vez que pierdo un empleo en New York. La primera, cuando Fidel Castro me destituyó como su representante permanente ante las Naciones Unidas por graves diferencias políticas; no me permitió siquiera despedirme de mi cargo como es habitual en funciones diplomáticas. Permanecí bajo su control en la isla y mi familia fue enviada de regreso a Cuba vía Canadá bajo una vigilancia poco disimulada. La diferencia es que esta vez puedo expresar mi punto de vista. O, al menos, eso espero''.

The New York Times no ha publicado mi carta hasta hoy, aunque eso es lo menos importante. Si de libertad de prensa se trata, en Cuba las reglas son infinitamente más rígidas y evidentes. La paradoja es que desde la dictadura absoluta se aprovechen las reglas de la democracia. Y Castro sabe hacerlo bien, aunque con artículos aburridos. En Cuba, con su discurso triunfal suprimió a la Virgen de los titulares, una vez más por cuarenta años consecutivos. En Nueva York, con el mismo texto condensado y sabiamente obsequiado, liquidó mi columna. Bien juzgado, me parece que ando en buena compañía.

Ex representante permanente de Cuba en la ONU.


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