DISIDENCIA
El arte no puede encarcelarse
SANTIAGO DE CUBA, octubre (www.cubanet.org)
- Eran las 2:30 de la tarde del quince de septiembre
de 2002. En las inmediaciones del Centro Cívico
Comunitario Los Maceo todo parecía tranquilo.
En minutos se abrirían las puertas de este
hogar, convertido en espacio público libre,
para inaugurar la exposición de veintitrés
obras plásticas, que por espacio de una
quincena permanecerían expuestas al público
en el salón independiente de artes visuales
Arte Open 2002, evento organizado por el Instituto
Independiente Cultura y Democracia de Santiago
de Cuba y coauspiciado por la Fundación
Hispano-Cubana y el Centro de Estudios para una
Opción Nacional.
La aparente tranquilidad pronto desapareció.
Más de cincuenta efectivos de la policía
política del régimen castrista acompañados
de la policía uniformada, en un estruendoso
aparataje tomaron las calles aledañas al
Centro, impidiendo la circulación de vehículos
y de transeúntes.
Luego de la detención del Director General
del Instituto, José Gabriel Ramón
Castillo, en la misma puerta, irrumpieron en la
casona, haciéndose de los cuadros y de
la libertad, además, de su inquilino, el
director del Centro Cívico, Alexis Armaignac
Llamos y otras dos personas.
Los autores de las obras e invitados obviamente
no pudieron llegar. El operativo se mantuvo hasta
cerca de las 8:00 pm. El evento cultural independiente
se vió sesgado por la mano de la intransigencia
oficial.
Aquel Septiembre Gris de la Cultura Cubana, como
lo bautizara el ahora prisionero de conciencia
José Gabriel Ramón Castillo, no
cabe en una angosta cronología. Recordarlo
sí me parece importante.
Cómo olvidar que el ministro de Cultura,
Abel Prieto no se dio por enterado de la carta
abierta que los organizadores y participantes
en el Salón le enviaron, para que en su
condición de máximo gestor de la
cultura en la isla intercediera ante las autoridades
militares en favor de la devolución de
las obras a sus legítimos dueños
y por el respeto a la promoción de la cultura,
ya sea de forma oficial o independiente.
Pero como la cultura es una de las tantas instituciones
que permanecen secuestradas en nuestro país,
los comisarios culturales están precisamente
para cuidar que no se escape de sus manos...
El Directorio Democrático Cubano llevó
la denuncia hasta las sesiones de la Comisión
Internacional de Derechos Humanos ese año.
De esta forma el mundo conoció una de las
duras verdades de la realidad cubana, gracias
a la gentileza del Partido Liberal Latinoamericano,
que cedió su lugar para que los representantes
del Directorio tuvieran voz en la cita.
Hoy, a un año del suceso y a seis meses
del encarcelamiento de setenta y cinco opositores
pacíficos, el panorama cultural independiente
se mantiene silente. Muchos de los intelectuales
más destacados de la naciente sociedad
civil cubana están tras las rejas.
No obstante, la sociedad civil sigue su eterno
tanteo y con seguridad la oposición cubana
seguirá contando no sólo con el
periodismo independiente, que aun en condiciones
totalmente adversas ha mantenido su batallar,
sino también con esa intelectualidad comprometida
con su tiempo que se ha de abrir paso de cualquier
manera.
El Concurso ArteOpen volverá para el próximo
año con más fuerza. Los artistas,
sus principales protagonistas, se preparan con
mayor entusiasmo. La libre creación es
el combustible de todo buen artista. Sus obras
pueden ser recluidas, pero sus manos tendrán
que ser cortadas para impedir que ellos se expresen
de acuerdo a sus necesidades. cnet/48
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