PRENSA INTERNACIONAL
Noviembre 6, 2003

Testimonio de miembro del Movimiento Cristiano Liberación desde una celda de castigo

Alberto Martínez Fernández.

Puente Informativo Cuba Miami.

(Prisión Provincial de Guantánamo, Cuba, 4 de noviembre, Puenteinfocubamiami.org) -

Amigos y hermanos:

He tomado cautelosamente hacer esta carta desde la prisión, y le pido a Dios que no sea interceptada por la mafia carcelaria, por motivo de golpiza o represión.

Desde el año 1990 que comenzó mi vida como opositor pacífico, he sido reprimido, encarcelado, secuestrado, torturado en reiteradas ocasiones. Voy a mostrar o mencionar algunos elementos revelantes de mis persecuciones políticas.

Septiembre de 1992- detenido e interrogado con el uso de la fuerza y violencia por los órganos represivos del Departamento de la Seguridad del Estado.

23 de mayo de 1994- detenido y golpeado salvajemente. Llevado a los temibles calabozos de la (CIM) Contra Inteligencia Militar, permaneciendo tres (3) meses desnudo bajo innumerables interrogatorios acompañados de humillaciones, golpizas, mosquitos, cucarachas y otros insectos, sin conocer cuando oscurecía o amanecía.

27 de Agosto de 1994- trasladado al calabozo #12 de "Operaciones", Departamento de la Seguridad del Estado de Guantánamo. Donde El Mayor Aramís Creach Pillot, me comunicó que mi esposa se encontraba detenida en la celda # 15, lo que me llevó a varios días de huelga de hambre. Allí fui sometido a innumerables chantajes, interrogatorios, maltratos de obra y de palabra.

17 de octubre de 1994- trasladado a la prisión provincial de Guantánamo "Celda de Castigo" # 13 sin derecho a colchón, sábanas y otras limitaciones, acompañado de ratas, cucarachas, mosquitos, humillaciones y golpizas.

Más tarde me trasladaron al órgano provincial de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) de Holguín, allí se encontraban varios oficiales del Departamento de Seguridad del Estado, contrainteligencia militar, varios terroristas de las llamadas "Brigadas de Respuesta Rápida". Donde un Tribunal Militar Territorial de Holguín compuesto por oficiales del MININT y las FAR, me encausaron en la causa # 7/94 por los supuestos delitos de sedición, hurto de armas, salida ilegal del territorio nacional y acto preparatorio de piratería. Muchas de estas imputaciones eran falsas. Fui condenado a 6 años de privación de libertad junto a otros compatriotas, algunos se encuentran por persecución política en el exilio.

Permanecí en celdas de castigo hasta el 13 de mayo de 1996. Un año y seis meses estuve en aquella terrible pesadilla, cuando mi esposa me vio por primera vez, muy blanco con las uñas largas, pesando sólo 40 Kg. de 70 Kg. que pesaba comenzó a llorar, y le dije... Mi amor no llores que yo voy hacer lo mismo...

El 2 de septiembre de 1997 fui puesto bajo libertad condicional por presión de la opinión pública internacional, gestiones por parte de familiares y amistades en España.

El 8 de octubre de 1998, cuado me dirigía al Municipio Playa, Ciudad de La Habana, a la casa de un hermano, el Sr. Elizardo Sánchez Santacruz, fui detenido por agentes de la Seguridad del Estado, montado, con el uso de la fuerza y la violencia, en un auto marca lada color amarillo, del que no pude identificar la matrícula. Me pelaron al rape y me dieron 8 horas para que abandonara La Habana.

En ese propio año 1998, fui detenido en mi provincia varias veces y este mismo año me incorporo al Movimiento Cristiano Liberación.

Luego de esto, soy elegido presidente del club de Presos y Ex- presos Políticos en Guantánamo. Por lo que sufrí innumerables secuestros, golpizas y detenciones arbitrarias, por la destacada defensa de los derechos humanos.

El 16 de junio del 2001- A las 8:40 PM un Teniente Coronel y otros mafiosos, fueron a mi hogar y me secuestraron. Fui brutalmente golpeado por el Tte. Coronel Juan González, el oficial Orelvis Frómeta Velásquez y Tte. Bartola, todos oficiales de la Policía Política. Mis hijos y esposa me buscaron en todas las estaciones de policía sin obtener respuesta de mi paradero.

Me habían encapuchado, esposado y me lanzaron en la parte trasera en el piso de un auto lada color negro. Fui llevado a un lugar desconocido luego de golpearme; el interrogatorio se había concentrado en que debía abandonar las constantes recogidas de firmas del Proyecto Varela, las visitas a familiares de los prisioneros políticos, las reuniones frecuentes en mi casa para debatir temas relacionados con la oposición, la eliminación de la Biblioteca Independiente Cuba Nueva que dirige mi esposa, de lo contrario me dejarían en prisión por cualquier delito que ellos inventaran, excepto el de prisionero político.

Todo esto trajo como consecuencia tener que llevar a mi hijo menor a un psicólogo donde fue puesto en tratamientos por sentir miedo, terror, porque dice que esos hombres me matarán, él tiene sólo 10 años.

Posteriormente, el 20 de noviembre del 2001, mi hijo de 16 años se escapó de la escuela con otro joven tratando de escapar del comunismo y tratar de alcanzar la libertad, a través de la Base Naval de Guantánamo. Fue detenido, golpeado salvajemente, trasladado a los organismos de la Seguridad del Estado, luego a la (CIM) Contra Inteligencia Militar. En este lugar fue humillado, maltratado y luego llevado a la prisión provincial de Guantánamo. Posteriormente fue condenado junto al otro hombre por un Tribunal Militar territorial y llevado a prisión.

¡Cuánto sufrimiento, cuánto dolor, angustia, desesperación! Dos meses de intensos interrogatorios, maltrato de obra, palabra y humillaciones. Nunca nos permitieron visitarlo. Ni en la CIM ni en Operaciones (SE).

Mi hijo, Albertico Martínez Martínez, un niño que jamás estuvo tanto tiempo fuera de casa y con sólo 16 años. Un día si Dios lo permite, podremos denunciar tantos abusos y humillaciones.

El día 8 de junio del 2002 me dirigía junto a otros hermanos a ofrecerle una ofrenda floral al ya fallecido activista de los derechos humanos José Luis Naranjo Torres, quien falleció en el año 1998. Al llegar al cementerio "San Rafael" en la calle 5 Oeste esquina Bartolomé Masó fui sorprendido y golpeado salvajemente, llevándome detenido a decenas de kilómetros de la ciudad de Guantánamo a un lugar donde habían muchos arbustos.

Siendo amenazado nuevamente de dejar el Proyecto Varela, me decían que me iban a tirar en un lugar para que amaneciera con la boca llena de hormigas. Luego, me despojaron de mis pertenencias y me dejaron en aquel lejano y peligroso lugar.

El 18 de enero del 2003, en la calle 1 Oeste esquina 1 Sur, fui interceptado por varias motos Susuki y dos carros patrulleros bajo las órdenes del Coronel Juan González, el oficial Orelvis Frómeta y el Tte. Bartolo, varios policías y otro Coronel del cual desconozco su identidad. Me quitaron la bicicleta que montaba, nuevamente me dieron golpes y me montaron por la fuerza en el auto, diciéndome lo mismo expresado en el párrafo anterior: que me asesinarían como me lo prometieron, llevándome luego para la prisión de Niceto Pérez.

Dándome cuenta que querían hacerme un ajuste de cuentas, me tuvieron en un calabozo unas cuatro horas con mucho calor y mal olor, luego, el Mayor Negro, junto al Tte. Coronel Juan González y el otro Coronel, me trasladaron a una pequeña oficina con un aire acondicionado de temperatura muy alta. Pedí que me apagaran ese aire tan fuerte y respondieron que quién era yo para mandar allí. El aire se concentraba en mi espalda durante el largo interrogatorio, todo era lo mismo: el Proyecto Varela, el club de prisioneros Políticos, las visitas al Departamento de Prensa y Cultura de la SINA, las visitas a familiares de presos políticos, el crecimiento de las Bibliotecas Independientes, las visitas a los municipios de la provincia para recogidas de firmas del Proyecto Varela, mis relaciones con Elizardo Sánchez Santacruz, Oswaldo Payá Sardiñas, Vladimiro Roca, Héctor Palacios, Raúl Rivero, Oscar Espinosa Chepe, y otros hermanos de la lucha pacífica.

Discrepábamos en todo lo que hablábamos en el interrogatorio. El Tte. Juan al final me dijo: "Martínez se acabó el Proyecto Varela, (se acabó todo cuanto antes mencioné) esto fue lo que dijo durante todo el interrogatorio. El Coronel no dijo una sola palabra, más bien lo observé cómo anotaba algunas otras cosas. Y al final dijo: "Martínez se te acabó la soberbia, llévenlo para el calabozo". Estuve sin ropas durante cinco días en el calabozo, acompañado de mosquitos, cucarachas, ratas y una tos catarral insoportable.

El 22 de enero del 2003, aproximadamente a las 2 PM, me llevó las ropas al calabozo un hombre vestido de civil con cara de perro y dos policías con rostros asustados, me esposaron y me montaron en un carro patrullero marca Lada matrícula 888, trasladado por la autopista nacional hasta el Tribunal Municipal sito en calle Calixto García entre Carretera y Emilio Giró.

La sala estaba compuesta por tres jueces y un fiscal. Mandaron a quitarme las esposas y me pregunta el presidente si deseaba declarar. Le pregunté que de qué se trataba. Me preguntó si no se me había tomado declaración y le respondí que no. Inmediatamente, la respuesta fue: "no importa usted está acusado de un supuesto delito de desacato al Coronel Juan González, este Tribunal lo condena a un año y tres meses de privación de libertad". Apuntando a los que me llevaron les dijo: "Llévenselo a prisión". La fiscal se pasó todo el tiempo ofendiéndome y al final expresó que yo significaba un peligro para la seguridad de Cuba.

Llegando a la prisión del Combinado de Guantánamo me tiraron las fotos, me tomaron las huellas digitales y fui enviado al Destacamento 2-A donde está la mafia carcelera esperándome para decirme no podía hablar mal de Fidel Castro, que no me dejarían sacar cartas de denuncias y que de hacerlo me romperían todos los huesos, protesté pero de nada sirvió.

El Mayor Pablo Reyes, jefe del orden interior, hombre avalado por los muertos que tiene por golpizas propinadas a los presos, entre ellos políticos, me puso en el cubículo 7 con 48 hombres en un local de 4 x 5 metros en hacinamiento y muchas filtraciones de agua. Fui trasladado luego para el 4-A cubículo 4, más conocido por el Golfo, lugar donde están los presos más peligrosos, asesinos, violadores, ladrones, homosexuales, drogadictos, con sentencias de 20-30-40-50-y cadena perpetua. Esa fue la respuesta a mis reclamos.

El 18 de marzo, estando en prisión fui víctima de un registro domiciliario por encontrarse allí la biblioteca independiente, que comenzó a las 6 PM y terminó el día 19 a las 4.30 a.m. Encontrándose mi familia sola sin mí presencia por estar yo en prisión día. Decomisaron hasta el balón de gas de nuestra cocina, medicinas y otros objetos de uso femenino, dejando sin alimentos que cocinar a mi esposa, mi hijo de 10 años y mi suegra de 78 años y humillándolos y maltratándolos de palabra. Así actúa el comunismo.

Sería demasiado largo si siguiera contando todas las barbaridades que sufro en esta prisión y lo que están pasando mis seres queridos afuera, así que por estos motivos les digo hasta pronto.

Por una Cuba Libre.

Alberto Martínez Fernández.

Viernes 15 de Agosto del 2003.

Reportaron los corresponsales de la Agencia Cubana Independiente de Información y Prensa LUX INFO-PRESS en La Habana, Gilberto Figueredo y Ada Márquez, además, Coordinadora Nacional del Partido Democrático 30 de Noviembre "Frank País". Para el Puente Informativo Cuba Miami, dado en octubre de 2003.


 

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