OLA
REPRESIVA
Por qué no una amnistía
Miriam Leiva
LA HABANA, diciembre (www.cubanet.org) - Nada
sería más lógico para el
gobierno de Cuba, que proclama que éste
es el país donde más se respetan
los derechos humanos, que celebrar el 45 aniversario
del triunfo de la revolución concediendo
la amnistía de todos los presos políticos,
y en particular de los 75 prisioneros de conciencia
apresados en marzo por el delito de expresar sus
ideas.
Menos de dos años cumplieron los asaltantes
del Cuartel Moncada en 1953 durante la tiranía
de Fulgencio Batista. Entonces se escuchó
a la opinión pública nacional e
internacional, y al Congreso de la República.
Evidentemente, eran independientes. Los hombres
del Moncada estaban confinados en la prisión
de Isla de Pinos. Compartían celdas, aunque
su dirigente estuvo aislado, pero podían
recibir visitas, cocinar sus platos preferidos,
tomar bebidas, fumar puros habanos, realizar peñas
de estudios políticos y hasta sacar manifiestos.
Los 75 están aislados o hacinados con
presos comunes de alta peligrosidad. Adolfo Fernández
Sainz fue brutalmente golpeado hasta perder el
conocimiento, y Ricardo González Alfonso
se encuentra en huelga de hambre desde el 8 de
diciembre, por sólo citar dos ejemplos.
El 24 de diciembre me permitieron visitar a Oscar
Espinosa Chepe. Desde el 23 de noviembre no tenía
noticias de él, a pesar de su delicado
estado de salud y de que los prisioneros confinados
en las celdas de la Sala de la Seguridad del Estado
del Hospital Carlos J. Finlay tienen visitas una
vez por semana.
"Depende de cómo Miriam se comporte",
ha sido la respuesta a la solicitud de la familia
de visitarlo el día de su cumpleaños,
el 29 de noviembre; o para conocer sobre su estado
de salud y sostener correspondencia. Como el mes
pasado fuimos a averiguar, dijeron que suspendían
la visita y no la concedieron hasta una semana
después de pasar el mes. Por tanto, en
diciembre no molesté a la Seguridad del
Estado en ese sentido. Su madre, de 95 años,
esperó ansiosa.
Al vernos, Oscar sonrió feliz, pues él
desconocía cuándo sería la
visita. Lo mantienen desinformado para aumentar
su ansiedad. Nos contó que lo habían
llevado el 15 de diciembre al Hospital Almejeiras
para realizarle una tomografía (TAC) bajo
severas medidas de seguridad. Incluso no podía
mirar hacia los lados cuando era trasladado en
el vehículo.
Todo eso duele, pero me siento orgullosa de constatar
que su fortaleza conmueve y preocupa al régimen.
¡Un hombre tan pacífico y constructivo,
pero estoico, ocasiona tanto!
En esta oportunidad Oscar estaba menos tenso.
No daba signos de estar drogado como lo vimos
en una oportunidad. Parece que la tortura psicológica
es más sofisticada, o que los médicos
han advertido que mantenerlo sometido a tanto
estrés incrementa sus padecimientos del
hígado y otros. Ojalá sea así,
y los médicos de La Habana sean más
hipocráticos.
Pero continúan presionándolo para
que autorice una laparascopía. El se niega
porque penetrarían en su cuerpo, sin garantías
de lo que le hacen. Hace años sufrió
un accidente respiratorio durante una laparoscopía,
y ahora bien podría ocurrir algo similar.
Me pregunto que si están tan preocupados,
por qué no permiten que la familia tenga
acceso a los médicos, conozca de antemano
las pruebas a realizarle y autorizan que médicos
extranjeros que han ofrecido sus servicios lo
examinen.
Es más, si están preocupados, por
qué no responden a la demanda judicial
para su liberación debido a enfermedad
y salud, presentada por la familia desde comienzos
de julio.
Increíblemente, en la celda de Oscar circulan
libremente las ratas. Esto en un hospital de la
potencia médica mundial, donde se produce
un raticida de gran éxito según
el gobierno, exportado a varios países.
No tiene el lector que pensar que a Oscar le
saldrá una rata del estómago durante
la eventual laparascopía como en la película
Aliens, pero sí podría contraer
otras enfermedades, como leptospirosis, pues él
no tiene dónde guardar los alimentos que
le llevamos, y está utilizando el cubo
que posee para recoger agua a fin de bañarse.
Oscar me dijo que se sentía con suerte
por poder contar con médicos, a pesar de
las adversidades que enfrenta, porque piensa en
los sufrimientos que están padeciendo los
demás prisioneros de conciencia y políticos,
especialmente los enfermos.
Chepe agradece a todas las personalidades, organizaciones
no gubernamentales y gobiernos del mundo; al pueblo
de Cuba dentro y fuera de la Isla, por toda su
solidaridad y amor, les desea un feliz 2004, éxitos
y mucha salud.
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