PRENSA INDEPENDIENTE
Diciembre 26, 2003

RELIGION
El Cristo de La Habana

LA HABANA, diciembre (www.cubanet.org) - Como los mortales, el Cristo de La Habana cumple años. Este 24 de diciembre alcanzó su aniversario 45, desde su emplazamiento frente a la bahía habanera en 1958.

Por sus colosales proporciones y su ubicación en una colina que le otorga mayor relieve, el Cristo de La Habana ha tenido siempre la intención de reflejar la religiosidad del pueblo cubano, como parte de sus raíces como nación, a pesar de los avatares de las últimas cuatro décadas de intransigencia gubernamental.

El Cristo de La Habana fue esculpido en mármol de Carrara, famosísimo en todo el mundo. Mármol con el que se construyeron también algunos palacios y mansiones cubanas, y muy especialmente los monumentos funerarios que se levantan en el cementerio Cristóbal Colón, en La Habana, considerado el tercero del mundo por su magnificencia artística.

El Cristo de La Habana es obra de la escultura cubana Gilma Madera (La Habana 1915-2000), casi desconocida en Cuba, a pesar de la imponente figura del Nazareno salida de sus manos, y de ser la creadora del busto de José Martí que ella y Celia Sánchez emplazaron en el Pico Turquino, la montaña más alta de Cuba, en la Sierra Maestra, a principios de la década de los años cincuenta del pasado siglo.

La maciza mole de veinte metros de altura fue erigida en la colina de La Cabaña, fortificación colonial que, junto a las fortalezas del Morro y de la Punta, constituyen el conjunto de fortalezas coloniales más extenso del continente americano.

El arribo al poder del actual régimen pocos días después de la inauguración del Cristo de La Habana subvirtió muchos valores espirituales del pueblo cubano. El valor simbólico de este Cristo, al cual la población no tuvo acceso durante décadas, alegándose que se encuentra enclavado en zona militar, fue transferido al monumento a José Martí, que se levanta en la Plaza Cívica, rebautizada como Plaza de la Revolución.

Sin embargo, el Martí de la Plaza, paradójicamente, es un Martí callado, reflexivo, contemplativo, en tanto el Cristo de La Habana aparece más vigoroso, sufriente pero esperanzado. Cristo vital.

Precisamente la escultora Gilma Madera, en entrevista a "Palabra nueva" (marzo de 2000), publicación católica cubana, comentó su "especial interés en acometer un proyecto sobre la figura de Cristo. El Cristo hombre, líder de su tiempo. Por ese camino encaucé mis ideas, siempre tratando de separarme de los artistas que me antecedieron. Al final logré una estatua llena de vigor y firmeza. Si la gente fuera más cristiana, pero cristiana de verdad, estoy segura de que todo iría mejor". cnet/12



Esta información ha sido transmitida por teléfono, ya que el gobierno de Cuba controla el acceso a Internet.
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente
.

IMPRIMIR



PRENSAS
Independiente
Internacional
Gubernamental
IDIOMAS
Inglés
Francés
Español
SOCIEDAD CIVIL
Cooperativas Agrícolas
Movimiento Sindical
Bibliotecas
DEL LECTOR
Cartas
Opinión
BUSQUEDAS
Archivos
Documentos
Enlaces
CULTURA
Artes Plásticas
El Niño del Pífano
Octavillas sobre La Habana
Fotos de Cuba
CUBANET
Semanario
Quiénes Somos
Informe Anual
Correo Eléctronico

DONACIONES

In Association with Amazon.com
Busque:

Palabras claves:

CUBANET
145 Madeira Ave, Suite 207
Coral Gables, FL 33134
(305) 774-1887

CONTACTOS
Periodistas
Editores
Webmaster