OLA
REPRESIVA
Sitúan a presos políticos junto a los comunes
LA HABANA, 24 de diciembre (www.cubanet.org)
- Prisioneros políticos del Grupo de los
75, que desde su detención en marzo de
2003 fueron sometidos a aislamiento, están
siendo situados en destacamentos donde deben convivir
con presos comunes.
En el Combinado Provincial de Guantánamo
las autoridades del penal dijeron a los prisioneros
que les respetarán su condición
de presos políticos y de conciencia. Les
explicaron que sólo debían cumplir
los horarios establecidos para las comidas y el
sol.
También les comunicaron que podrán
ver televisión, pero a diferencia de los
presos comunes no les exigirán ver los
programas que no quieran.
Las autoridades de la más oriental de
las provincias comunicaron también a los
presos políticos que desde meses atrás
funcionarios del Departamento de Seguridad del
Estado trabajan junto a ellos para crear condiciones
en los destacamentos donde serán ubicados.
Aunque el cambio a los destacamentos debe significar
mejoras para los prisioneros, ya que pone fin
al aislamiento a que estaban sometidos, sus familiares
y ellos mismos se mantienen escépticos
porque deben enfrentar muchos riesgos en la convivencia
con reos comunes. La golpiza que un reo común
propinó al periodista independiente Adolfo
Fernández Saínz en la prisión
de Holguín es un ejemplo reciente.
Casi siempre los reos comunes que cometen ésas
y otras prácticas crueles e inhumanas gozan
de impunidad y reciben beneficios de las autoridades
del penal.
"Ahora tenemos que esperar a que nos ubiquen
a los siete para reorganizar nuestras lecturas
y actividades culturales. Dijeron que respetarían
nuestra condición de presos políticos.
Si no cumplen lo establecido actuaremos consecuentemente
y con la dignidad que hasta el momentos hemos
mantenido", dijo el periodista independiente
Víctor Rolando Arroyo Carmona a su esposa
Elena González Padrón.
Víctor Rolando Arroyo fue sancionado a
26 años de privación de libertad
en juicio sumarísimo celebrado en abril
pasado. Reside en la provincial Pinar del Río,
en el occidente del país, y se encuentra
recluido en la prisión provincial de Guantánamo,
a más de mil kilómetros de su residencia.
Arroyo y sus seis hermanos de cautiverio organizaron
un programa de actividades que les hizo posible
sobreponerse al inhumano aislamiento al que han
estado sometidos.
En voz alta se comunicaban de una celda a otra,
y también se las arreglaron para compartir
alimentos, medicinas y la literatura que les permiten
tener en prisión. cnet/01
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