CUBA:
Otro periodista encarcelado en huelga de hambre
Comité
para la Protección de los Periodistas.
Nueva York, 19 de diciembre del 2003 - El Comité
para la Protección de los Periodistas (CPJ,
por sus siglas en inglés) está sumamente
preocupado por el estado de salud del periodista
cubano preso Ricardo González Alfonso,
quien comenzó una huelga de hambre hace
12 días.
González Alfonso, quien está encerrado
en la prisión de Kilo 8, en la central
provincia de Camagüey, se declaró
en huelga de hambre el 8 de diciembre para reclamar
su traslado a otro destacamento de la prisión
donde pueda estar con otros presos políticos,
según la esposa, la periodista independiente
Álida Viso Bello. Como castigo por la huelga
de hambre, las autoridades del penal pusieron
a González Alfonso en una celda semitapiada
donde carece de agua y la luz permanece encendida
todo el día. El periodista ha estado en
esta celda desde el 14 de diciembre.
Después de estar aislado en una celda
durante siete meses, en noviembre González
Alfonso fue trasladado a una celda junto con presos
comunes, quienes lo han acosado. El periodista
recientemente tuvo la presión arterial
elevada y a principios de diciembre tuvo que ser
llevado a un hospital, donde los médicos
le encontraron dos nódulos en la garganta
y recomendaron que le fueran extirpados. Durante
el ingreso del periodista en el hospital, las
pertenencias que tenía en la cárcel
fueron robadas. Según Viso Bello, González
Alfonso debía regresar al hospital hoy
para que le extirparan los nódulos.
El miércoles 17 de diciembre, Viso Bello
se encontró con su esposo por espacio de
una hora en presencia de un funcionario del penal.
Viso Bello, quien no esperaba que le dejaran ver
al esposo, cree que ella lo pudo ver porque los
funcionarios del penal pensaron que tal vez ella
iba a poder convencerlo de que desistiera de la
huelga.
González Alfonso es presidente de la Sociedad
de Periodistas Manuel Márquez Sterling,
fundada en mayo del 2001. Su residencia, que funcionaba
como sede de la organización, fue allanada
el 18 de marzo durante la campaña represiva
del gobierno contra la oposición y la prensa
independiente.
En los últimos cinco meses, varios periodistas
cubanos presos se han declarado en huelga de hambre
en reclamo de mejores condiciones. Al enterarse
de las huelgas de hambre, otros periodistas encarcelados
se han sumado en un gesto de solidaridad. Debido
a que las autoridades penitenciarias no han permitido
el contacto con los huelguistas ni han brindado
información sobre sus casos, los familiares
no han podido constatar en qué estado de
salud se encuentran. Como castigo por participar
en las huelgas, los periodistas han sido dispersados
y trasladados a otras prisiones.
Los periodistas, quienes han sido ubicados en
pabellones de máxima seguridad y son esposados
cada vez que deben salir de sus celdas, han denunciado
las malas condiciones sanitarias, la inadecuada
atención médica, el aislamiento
a que son sometidos y la falta de acceso a la
prensa escrita y la televisión. También
se han quejado de que los alimentos que reciben
huelen mal o están en mal estado.
Un total de 29 periodistas independientes fueron
detenidos como parte de una intensa campaña
gubernamental en marzo. Los juicios sumarios de
los periodistas, que duraron un día, se
realizaron a principios de abril a puerta cerrada.
Algunos periodistas fueron procesados de conformidad
con el Artículo 91 del Código Penal,
que prevé largas sanciones de privación
de libertad o muerte para todo el que actúe
contra "la independencia o la integridad
territorial del Estado". Otros periodistas
fueron enjuiciados por violar la Ley 88 de Protección
de la Independencia Nacional y la Economía
de Cuba, que dispone sanciones de privación
de libertad de hasta 20 años para toda
persona que cometa acciones "que persiguen
subvertir el orden interno de la Nación
y destruir su sistema político, económico
y social".
El 7 de abril, tribunales de toda la isla dictaron
penas de cárcel para los periodistas, que
oscilan entre 14 y 27 años. Los periodistas
permanecieron encarcelados en celdas del Departamento
de Seguridad del Estado (DSE) hasta el 24 de abril,
cuando la mayoría de ellos fueron trasladados
a cárceles ubicadas a cientos de kilómetros
de sus hogares. En junio, el Tribunal Supremo
Popular, el órgano judicial de máxima
instancia, desestimó los recursos de casación
que los periodistas interpusieron en abril y ratificó
las condenas.
Para más información
acerca de la situación de la libertad de
prensa en Cuba, visitar www.cpj.org. El CPJ es
una organización independiente sin ánimo
de lucro radicada en Nueva York, y se dedica a
defender la libertad de prensa en todas partes
del mundo.
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