POLITICA
Venezuela en peligro
LA HABANA, diciembre (www.cubanet.org)
- Los venezolanos, empeñados en quitarse
de arriba el peligro totalitarista que se cierne
sobre su país, estuvieron muy ocupados
los últimos días del mes de noviembre,
cuando se dieron a la tarea de recolectar firmas
para un referendo revocatorio del mandato del
actual presidente Hugo Chávez.
No podemos menos que felicitar a los hermanos
de Venezuela por los patrióticos esfuerzos
que realizan dentro de la legalidad constitucional
y, de manera pacífica, para alejar del
suelo patrio al peor de todos los peligros que
puede haberlo acechado durante toda la historia
nacional.
Y es imprescindible que lo hagan ahora. Precisamente
ahora cuando aún son un pueblo entero y
viril. Cuando aún no han caído en
la trampa totalitarista, cuyo efecto más
desgarrador es el envilecimiento de los pueblos.
Así pues, los opositores al chavismo,
seguros de haber triunfado en el empeño,
daban muestras de justificada alegría,
aunque de forma discreta y sin mayores muestras
de euforia.
El oficialismo, por su parte, ofrecía
una visión muy peculiar de la situación.
A la vez que decían estar seguros del fracaso
de sus enemigos políticos, arremetían
contra éstos, asegurando que el proceso
de recolección de rúbricas había
sido fraudulento.
Voces acreditadas, imparciales y de reconocida
respetabilidad como la de César Gaviria,
secretario general de la Organización de
Estados americanos, OEA; miembros de la Fundación
Carter invitados en calidad de observadores, habían
declarado durante el proceso que la actividad
transcurría en un clima de paz y sin mayores
irregularidades.
El chavismo acudía a una vieja táctica
totalitaria que consiste en desacreditar a los
hechos consumados como forma de rechazo y desconocimiento
de la derrota. Tal actitud viene siendo adoptada
por el gobierno cubano cada vez que es condenado
por la comunidad internacional, o cuando su proceder
resulta cuestionado.
Algo sí tenemos bien claro los cubanos.
De una triste realidad estamos suficientemente
persuadidos: cuando los comunistas o filo comunistas
suben al poder, se aferran a este con obstinada
terquedad. Se pegan al jamón y luego no
quieren soltarlo por nada del mundo. Se meten
en la concha y se pegan a ella de tal manera que
hay que darles candela (como al macao) para que
salgan.
Así lo demuestra la historia dondequiera
que el totalitarismo ha plantado la semilla de
su mala hierba. Así lo vemos en la historia
más reciente con las dictaduras de tipo
fascista diseminadas por las más diversas
latitudes, durante la primera mitad del siglo
XX o las de corte marxista de la segunda mitad
del mismo siglo.
No perdamos de vista que la caída de las
dictaduras fascistas tuvo lugar luego de la derrota
de las potencias del eje por los países
aliados durante la II Guerra Mundial y que, el
derrumbe de las dictaduras comunistas del llamado
campos socialista se produjo luego de la derrota
de la ex Unión Soviética después
de más de cuatro décadas de guerra
fría contra los Estados Unidos de América.
Por ello estamos convencidos de que la lucha
de los venezolanos será ardua y en extremo
difícil. Han de enfrentarse, de manera
pacífica, dentro del marco de la constitucionalidad
y a veces empleando la desobediencia civil, a
un enemigo extremadamente inescrupuloso, que muestra
un absoluto desprecio hacia todo aquel que difiera,
contradiga o se oponga a sus ideas y propósitos
y una ciega voluntad de poder; que no repara en
perpetrar cualquier atropello y mancillar los
más elementales derechos humanos en aras
de conservar ese poder.
Al pueblo de Venezuela aún no han logrado
ponerlo de rodillas; su sociedad civil, aunque
seriamente amenazada, está en pie. Confiemos
en que el futuro de la patria de Bolívar
sea de paz, democracia y prosperidad para todos
sus hijos. Pero estos días y los próximos
meses parecen ser decisivos, porque sin lugar
a dudas, Venezuela está acechada por el
espectro totalitarista. Venezuela está
en peligro. cnet/03
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