CRIMEN
Sustancias ilegales continúan atrapando a los
cubanos
LA HABANA, diciembre (www.cubanet.org)
- A cuarenta y cinco años del triunfo de
la revolución socialista, el gobierno cubano,
que se propuso acabar con la prostitución,
el juego, la corrupción y la droga, se
encuentra atrapado hoy en su propio pasado.
Sólo en el primer semestre del año
fueron incautadas cuatro toneladas de drogas como
resultado de las denominadas operaciones antidrogas
"Coraza Popular" y "Ache III",
según una nota publicada por el periódico
Granma.
La explicación oficial de tal presencia
de drogas en el país es que se trata de
paquetes que recalan en las costas cubanas después
que las operaciones de narcotráfico son
interrumpidas por fuerzas militares en el área
del Caribe, y los bultos caen en manos de narcotraficantes
locales, que se encargan de trasladar la droga
a la capital.
Aunque las autoridades cubanas señalaron
que hasta el mes de junio tenían en curso
unos mil expedientes de procesos judiciales contra
personas vinculadas al narcotráfico, no
se ha informado el total de la cifra.
Pero no todo es cocaína, marihuana o hachís.
La psicoterapeuta Elsa Rodríguez, quien
labora en la vicedirección ambulatoria
del hospital psiquiátrico de La Habana-
uno de los diez centros especializados en la capital
que dan tratamiento a los adictos- aseguró
que el número de dependientes que consumen
drogas legales y psicofármacos, además
de otras sustancias que se producen en Cuba y
se expenden en la red de farmacias cubanas a pacientes
con diferentes trastornos, aumenta considerablemente.
"Las drogas legales, destinadas a pacientes
con desajustes emocionales o psiquiátricos,
están atrapando a un por ciento considerable
de personas, entre ellas muchos jóvenes",.manifestó
Rodríguez.
Aunque estos medicamentos se encuentran regulados
por lo que se denomina popularmente tarjetón,
se venden solamente con la prescripción
de un facultativo. El parquisonil, la amitriptilina
son algunos de los más expendidos. Una
fuente bien informada señaló que
ingerir cualquier bebida alcohólica después
del medicamento produce síntomas muy parecidos
a los de los estupefacientes.
En Cuba los medios de comunicación han
intensificado la campaña contra el uso
de drogas y de alcohol pero en cambio mantiene
una cadena de más de 300 bares y cafeterías
donde se expenden bebidas alcohólicas por
más de 12 horas.
Para muchos cubanos, fundamentalmente del sexo
masculino, no existe otro escape a la rutina y
a los problemas de la subsistencia que beber "para
olvidar las penas". Brindar opciones recreativas,
elevar la calidad de vida de los nacionales, abrir
centros accesibles para los jóvenes depende
del gobierno.
Mientras, condenará hasta con cadena perpetua
a miles de jóvenes atrapados hoy en un
pasado que cada día se hace más
presente. cnet/02
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