DESDE
LA CARCEL
Reflexiones de un preso
Omar Ruiz Hernández, condenado
a 18 años de prisión.
PRISION DE GUANTANAMO, diciembre (www.cubanet.org)
- "Vale la pena" es una frase que se
utiliza para resaltar el valor de algo que implica
cierto sacrificio para obtenerlo, aunque sea sólo
observar una disciplina en la vida, es decir,
cohibirse de un placer o arriesgarse a perderlo.
Hoy desde mi celda solitaria en una prisión
cubana y mirando a través de mi ventana
enrejada al cielo azul tachonado de blanquísimas
nubes como grandes motas de algodón que
brillan al caer sobre ellas los ardientes rayos
de nuestro veraniego sol, me pregunto, ¿vale
la pena este cautiverio? Antes de hacerme esta
pregunta ya tenía la respuesta, porque
desde los primeros días la tuve: sí
vale la pena.
Vale la pena, porque soy un prisionero de conciencia,
porque estoy entre rejas por expresar lo que pienso,
por decir la verdad, por descubrir la maldad,
por defender los derechos del prójimo.
Vale la pena, porque he vivido con mi verdadero
rostro sin máscaras simuladoras, porque
puedo mirar con la frente en alto, porque he vencido
al miedo con el que un hombre ha sojuzgado un
pueblo. En fin, por ser como quiero ser y como
Dios quiere que sea.
Vale la pena porque puedo vivir con el respeto
de amigos y enemigos, aunque estos últimos
pretendan ocultarlo.
Vale la pena porque soy libre a pesar de las
cadenas.
Vale la pena porque puedo morir con mi conciencia
tranquila.
Sí, vale la pena estar donde estoy.
|