DESDE
LA CARCEL
"La prisión no me doblega, me reafirma": Manuel
Vázquez Portal
LA HABANA, diciembre (www.cubanet.org)
- "La prisión no me doblega, me reafirma.
Cuando los gobiernos encarcelan por razones políticas
no hacen más que mostrar su impotencia,
su miedo ante la desobediencia civil, su terror
al ejemplo viril", escribió el poeta
y periodista encarcelado Manuel Vázquez
Portal a su esposa:
Cárcel de Aguadores, 28 de septiembre
de 2003
Sra Yolanda Huerga Cedeño
Pucha:
La prisión no me doblega, me reafirma.
Cuando los gobiernos encarcelan por razones políticas
no hacen más que mostrar su impotencia,
su miedo ante la desobediencia civil, su terror
al ejemplo viril. Al encarcelarme no han conseguido
más que elevar mi amor por ti, por mis
hijos, por Cuba, a blasón, himno y bandera.
Hoy soy más tuyo, mejor padre y más
cubano. ¿No fue más amado Cristo
después de crucificado? Los malos gobiernos
siguen cometiendo el mismo error. Cuando no pueden
con el ejemplo de un hombre noble, digno, pretenden
envilecerlo, humillarlo, destruirlo, y es cuando
el ejemplo crece, si es verdaderamente auténtico
y representativo de los anhelos públicos.
Ya el pueblo cubano sabía, y ahora lo
ha corroborado, que hay algo de impasible, de
obstinado, de maléfico en la testarudez
castrista de creer que la independencia, la soberanía
de Cuba se sustenta en su permanencia al frente
de un gobierno que ha traído más
penurias que ventajas gratificantes para la sociedad
cubana. ¡Cuánto de megalomanía
hay en esa actitud! ¡Cuánto de desprecio
por los demás cubanos! ¿Qué
delirio es ese de paradigma insustituible, estadista
imparangonable, deidad casi? ¡Qué
demencia egocéntrica!
Desde que en 1959 (nacías tú ese
año para salvar la fecha), y por medio
de la violencia, -violencia que intentó
luego transplantar, infructuosamente, en América
por medio de la exportación de guerrillas
y la subvención soviética-, arribara
al poder, el país ha vivido como sumido
en un delirio de zafarranchos. El trauma bélico
que padece, desde que en la pandilla de Emilio
Tro se formara como un "gatillo alegre",
ha marcado la vida cubana. ¿Es ésa
la estabilidad civil a que aspira?
Después que en 1959, trúcala tras
trúcala, conspiración tras conspiración,
y ya con anhelos totalitaristas, descabezara,
inhabilitara, desarticulara todas las organizaciones
revolucionarias que habían hecho posible
el derrocamiento del régimen militar encabezado
por Fulgencio Batista, lograra, con maniobras
turbias, y aprovechando el entusiasmo popular
por un líder fabricado por medio de leyendas,
y tras una falsa renuncia a su cargo de primer
ministro, deponer a Urrutia Lleó, supuesto
primer presidente después de reconquistada
la democracia violada tras el golpe militar del
10 de marzo de 1952 (nacía mi hermano Arturito
entonces para salvar también la efemérides,
me refiero al año, no al día), emprendió
una alocada carrera hacia el absolutismo, ya con
el respaldo de una Unión Soviética
sedienta de ampliar su influencia política
en Occidente. Es el momento en que una revolución
que aspiraba sólo al restablecimiento de
la democracia se vio convertida en epígono
comunista, y trajo para el país toda la
herencia putrefacta de las satrapías rojas
euro-orientales: Los planes fantasmales, a largo
plazo, de desarrollo económico, los racionamientos,
las precariedades, el desabastecimiento, junto
a la intransigencia política, los ataques
a la moral religiosa, la implantación de
un árido ateísmo estatal, la intolerancia
frente a minorías intelectuales, artísticas,
educacionales, filosóficas, sexuales, el
incontenible éxodo de una población
que vislumbraba ya el desastre económico,
la destrucción de una infraestructura económica
que, si bien tenía perfiles estrechos ya
que partía de escasos rubros: industria
agroazucarera, tabacalera, ganadera, etc, servía
de garantía financiera para la nación,
la demolición de una red de pequeñas
industrias manufactureras y pequeños productores,
que para el mercado interno y el consumo nacional,
así como la satisfacción de servicios
a la población, eran de innegable eficiencia,
hasta desembarcar en un verdadero estado de emergencia
económica debido a la dependencia del eje
socialista europeo, cuando éste, corroído
por su propia ineficiencia se viene abajo.
¿Es ésa la prosperidad a que aspira
con su eternización en el poder? ¿Es
ése el amor que proclama por Cuba y por
los cubanos? No digo más, si continuara
no podría evitar los insultos; y los insultos,
él mismo se ha encargado de probarlo, no
son un modo decente de polemizar, de convencer,
de hacer política. Se apela al insulto,
en su caso es proverbial la tendencia, cuando
faltan razones.
Amor, la presión arterial sigue con su
afán de cumbres, no logro hacerla descender,
pero yo me siento cual si nada. No creo que en
este instante, cuando se acercan grandes definiciones
en el país, el corazón me traicione.
Mi corazón tú lo llenas demasiado
para que venga a caber otra cosa en él.
Tuyo,
Yo
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