La
isla del desierto
Eudel Eduardo Cepero, El
Nuevo Herald. Agosto 20, 2003.
Un total de 81 páginas contienen los dos
informes nacionales que ha presentando el gobierno
de Cuba ante la Conferencia de las Partes de la
Convención de las Naciones Unidas de Lucha
contra la Desertificación y la Sequía.
Sin embargo, las autoridades cubanas necesitaron
algo menos de una cuartilla para exponer la crítica
situación a la que han llevado los suelos
del archipiélago después de más
de cuarenta años de insostenibles experimentos
agrícolas. Según los documentos:
el 14% de las tierras agrícolas están
afectadas en diferente grado por el proceso de
desertificación, lo que significa la presencia
de condiciones extremas para producir alimentos.
El 76% de las tierras agrícolas están
afectadas por algunos de los factores que limitan
la producción agrícola haciéndolas
poco o muy poco productivas. Los procesos conducentes
hacia la desertificación que más
inciden en Cuba son la erosión, salinidad,
compactación y pérdida de la fertilidad
de los suelos.
Atendiendo a lo anterior la situación
actual del recurso suelo en Cuba está extremadamente
comprometida y las proyecciones futuras sólo
pueden ser negativas, pues el aumento en la degradación
de las tierras, y especialmente la erosión,
crean un algoritmo regresivo que implica una resta
en los rendimientos productivos directos en el
campo, y por tanto en producción de alimentos,
así como aumento de costos fuera de las
áreas agrícolas al destruir los
arrastres de suelos la infraestructura, es decir:
caminos, alcantarillas, canales de regadío
y otros. La desertificación es el lamentable
ejemplo extremo del caos ambiental cubano, pero
con magnitud de flagelo nacional, según
reconocen las propias autoridades de la isla en
otra parte de los dos extensos mamotretos cuando
afirman: Once de las 14 provincias del país
están afectadas por los procesos conducentes
hacia la desertificación. Las provincias
con mayor afectación están ubicadas
en los extremos de la isla: Pinar del Río
en la zona occidental y Holguín, Las Tunas,
Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo en
la zona oriental.
Las causas por las cuales Cuba se ha convertido
en la isla del desierto no pueden buscarse en
la coincidencia de que la ínsula está
más o menos ubicada en la misma latitud
que el Sahara, no; según las autoridades
cubanas ello se debe a que: la acción del
hombre ha tenido una alta incidencia en factores
degradativos tales como la deforestación,
sobreexplotación y cambio de uso de las
tierras, sobrepastoreo, mal manejo del agua y
de las tecnologías de riego, de cultivo
y el uso de tecnologías inapropiadas, entre
otras. Si bien en el párrafo anterior la
propaganda del régimen trata de definir
culpable de la desertificación cubana al
hombre como género y no como ente, puede
ser probado fácilmente que Castro ha sido
el promotor, organizador y en algunas ocasiones
directo ejecutor de acciones que los autores de
los mencionados reportes reconocen como causas
del flagelo.
Para los incrédulos baste el mal ejemplo
de la llamada Brigada Invasora Mecanizada Che
Guevara, que según cálculos aproximados
arrasó, al menos, con unas 180 mil hectáreas
de bosques y montes naturales entre los años
1967 y 1969. Las palabras de Castro, el 27 de
octubre de 1967, en la inauguración de
la brigada no dejan lugar a dudas: "¡Adelante,
compañeros, sin que nada ni nadie los pueda
detener, sin que haya tarea dura, sin que haya
obstáculo difícil! ¡Lleguen
hasta Isla de Pinos y Pinar del Río y regresen
victoriosos a la heroica provincia oriental, de
donde partieron aquéllos en 1895 y en 1958,
cuya historia épica ustedes van a emular
desde este momento!''.
Precisamente tres décadas después
de la arenga de Castro, en determinados lugares
de Pinar del Río son considerados como
irreversibles los procesos de desertificación
que asolan la llanura suroccidental de esa provincia,
según una evaluación del propio
Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio
Ambiente, CITMA. Atendiendo a la fuente, una franja
de unas 165 mil hectáreas está afectada,
causando la pérdida de la biodiversidad
y amenazando con hacer desaparecer unas 520 especies
de la flora de ese territorio, además de
las consabidas pérdidas para la agricultura.
La situación cubana, en cuanto a desertificación
se refiere, es una de las peores en el Caribe
y Centroamérica, pero contradictoriamente
el próximo lunes 25 de agosto el gobierno
cubano será el anfitrión de la Sexta
Conferencia de las Partes (CoP6) de la Convención
de Naciones Unidas de Lucha Contra la Desertificación
y la Sequía. El compromiso firmado en La
Habana entre Rosa Elena Simeón, ministra
del CITMA y Hama Arba Diallo, secretario ejecutivo
de la convención, así lo confirma.
Según Arba Diallo, compatriota de Thomas
Sankara (ex hombre fuerte de Burkina Faso asesinado
por uno de sus colaboradores), en su tiempo amigo
de Castro: ''Quienes vengan, encontraran a un
país amistoso que ha avanzado mucho en
este campo y del cual podremos aprender''. Desgraciadamente,
el señor Arba Diallo se equivoca, pues
los delegados de más de 180 países,
incluidos jefes de estado o gobierno, y los representantes
de unas 650 organizaciones no gubernamentales
acreditadas para la conferencia, encontrarán
un país donde la desertificación
ha avanzado mucho en los últimos cuarenta
años. Si algo pudieran aprender los participantes
al evento es precisamente lo que no debe hacerse
en materia de desarrollo económico y social.
Lamentablemente, una vez más la diplomacia
y los servicios de inteligencia cubanos han logrado
manipular a las Naciones Unidas para beneficio
de su maquinaria de propaganda internacional.
Una vez más los representantes de la Unión
Europea, los Estados Unidos y otros países
opuestos a la dictadura le harán el juego
al régimen con su participación
en esta nueva farsa. Una vez más los ambientalistas
cubanos de NATURPAZ y otros grupos serán
reprimidos para que no levanten la voz de la verdad
durante el evento. Una vez más Castro o
alguno de sus cercanos acólitos tendrá
la oportunidad para hacer un discurso de apertura
o clausura sobre los logros ambientales alcanzados
por el país que bien podría renombrarse
República Socialista Sahariana del Caribe.
cubaeco@aol.com
|