PRENSA INTERNACIONAL
Agosto 11, 2003

NOTICIAS DE CUBA
El Nuevo Herald

Familiares de opositor enfermo logran visitarlo

Agence France Presse. La Habana

Familiares del economista cubano Oscar Espinosa Chepe, condenado a 20 años de cárcel por la acusación de atentar contra la seguridad del Estado, pudieron visitar ayer al disidente en un hospital de La Habana, tras 51 días sin ningún contacto personal, informó su esposa, Miriam Leiva.

''Pude verlo por una hora. Lo encontré decaído físicamente, pero con la moral muy elevada'', dijo Leyva, quien desde que su marido fue arrestado en marzo pasado, junto a otros 74 opositores, en la mayor redada contra la disidencia interna en varias décadas, ha exigido a las autoridades que le den adecuada atención médica.

Espinosa Chepe, de 62 años de edad, que trabajaba como periodista independiente cuando lo detuvieron, padece una cirrosis hepática, ''enfermedad irreversible, pero que se ha visto agravada por las deplorables condiciones de reclusión'' que sufrió en los últimos meses, señaló Leyva.

Luego de ser sometido a juicio sumario en abril pasado, lo condenaron a 20 años de cárcel y lo enviaron a una prisión en Guantánamo, casi 1,000 kilómetros al este de La Habana, donde reside.

Los insistentes reclamos de sus familiares, de organismos humanitarios internacionales y de varios gobernantes extranjeros, lograron finalmente que Espinosa Chepe fuera trasladado a un hospital militar en La Habana, donde Leiva pudo ''entregarle algunos alimentos y jugos de frutas'', según dijo.

Ayer pudo ver a su esposo por primera vez desde el 19 de junio, según denunció, y lo encontró ''pálido, demacrado y con sus piernas inflamadas'', síntomas de la enfermedad crónica que padece.

El detenido, declarado ''preso de conciencia'' por Amnistía Internacional, sólo podía recibir visitas una vez cada tres meses, de acuerdo con lo dispuesto por las autoridades, pero, según explicó Leiva, mientras se encuentre en el hospital militar de La Habana, le permitirán una visita por semana.

Leiva se enteró de que su esposo había sido trasladado a la capital cubana la madrugada del viernes pasado, cuando llamó por teléfono a un nosocomio de Santiago de Cuba, en el cual Espinosa Chepe se encontraba recluido desde hacía unos meses.

''Lo trasladaron porque la noche del jueves se sintió muy mal'' y su situación era crítica, sostuvo Leiva, quien admitió que en los últimos meses "se habían esmerado un poco más en darle atención médica y mejorar su alimentación''.

Sin embargo, Leiva expresó su preocupación cuando un oficial de la seguridad del Estado le comunicó que Espinosa Chepe continuaba bajo jurisdicción de Santiago de Cuba y que podría ser trasladado nuevamente al extremo oriental de la isla, en cuanto se le vea una mejoría.

La familia sigue exigiendo que lo mantengan en La Habana; que le den una licencia extrapenal (para cumplir sentencia en su domicilio) o que le permitan su salida al exterior del país para recibir tratamiento médico, según precisaron en un comunicado.

Espinosa Chepe fue integrante del equipo económico adjunto a Castro entre 1964 y 1965, cuando fue separado de su cargo por exponer ideas ''inapropiadas'' para un gobierno socialista, relató a la AFP su madre, Clara Chepe.

Luego fue consejero económico en la embajada cubana en Yugoslavia, y en 1987 pasó al Banco Nacional. En 1992 se desvinculó del gobierno.

Menoyo habló con funcionarios del gobierno

Andrea Rodriguez / Ap. La Habana

Varios días después de anunciar que se quedará en Cuba para dirigir su grupo opositor, el exiliado Eloy Gutiérrez Menoyo anunció que ha mantenido contactos con funcionarios del gobierno, a quienes les aseguró que su intención no es ''desestabilizar'' el sistema.

El disidente no ofreció detalles sobre estas conversaciones pero, en entrevista con The Associated Press el sábado, afirmó: "Lógicamente ha tenido que haber algún contacto. Yo comprendo que inicialmente mi actitud creó en las más altas esferas una irritación''.

Gutiérrez Menoyo, quien luchó junto a Fidel Castro antes de la revolución, pero luego se pasó a las filas disidentes, sorprendió el jueves al convocar a la prensa al aeropuerto de La Habana para informar que no regresaba a Miami.

Gutiérrez Menoyo, de 68 años de edad y casi ciego, negó versiones de que su decisión fue un acuerdo con las autoridades cubanas a cambio de hacer una oposición moderada.

Sin embargo, aclaró que tampoco desea ser un ''desafío'' para el régimen.

Gutiérrez Menoyo pasó 22 años en las cárceles cubanas.

''En este país hay gente inteligente que piensa que mi presencia puede ser hasta beneficiosa para cambiar la imagen de un gobierno que ha reprimido una oposición, que ha fusilado, y sería muy positivo que pudiéramos llegar a un arreglo'', comentó.

No queda claro aún si las autoridades le permitirán quedarse en la isla para dirigir su grupo Cambio Cubano, que él califica de grupo opositor "independiente''.

Gutiérrez Menoyo, quien en 1995 se entrevistó con Castro para pedir la legalización de su movimiento en Cuba, no especificó con qué funcionarios se encontró en esta ocasión.

''Sencillamente el que podamos sentarnos a conversar... el que podamos estar hablando ya representa un punto de partida aceptable'', destacó.

Aclaró que espera no ser ''violentamente reprimido'', pues eso se vería negativamente en el extranjero.

Junto a su esposa y sus tres hijos, Gutiérrez Menoyo llegó a Cuba el 20 de julio con un permiso de visita por 21 días.

''Estoy actuando como me dicta mi conciencia, sin que eso se entienda como una forma de desestabilizar al gobierno, porque yo no soy tonto. Si tuviera un espacio legal en este país, lo cuidaría como un logro extraordinario'', explicó.

Los disidentes cubanos en la isla dieron un cauteloso recibimiento a Gutiérrez Menoyo, pero algunos señalaron que nunca se reunió con ellos.

Gutiérrez Menoyo respondió diciendo que en ocasiones pasadas sí se entrevistó con ellos: ''Los he recibido con los brazos abiertos aunque pudiera discrepar'', comentó.

Aseguró que su proyecto es liderar una disidencia ''transparente'', no manipulada desde Estados Unidos, una imagen que sí proyectan los grupos antigubernamentales en el interior de la isla, dijo.

Sin embargo, afirmó que no aspira a ser presidente de Cuba. ''Me preguntaría cuál es mi adversario más grande para darle esa responsabilidad, porque le estoy regalando una brasa de candela'', comentó.

Buscan aprobar $7 millones para cambios en Cuba

Wilfredo Cancio Isla. El Nuevo Herald

En un paso acorde con su política hacia la oposición pacífica dentro de Cuba, el presidente George W. Bush incluirá $7 millones para fortalecer la creciente sociedad civil de la isla como parte del proyecto presupuestario del próximo año fiscal.

Formulada a instancias de la presidencia, la propuesta de la Agencia para el Desarrollo Internacional del gobierno de Estados Unidos (USAID) con vistas al año 2004 será sometida a consideración durante el período de sesiones del Congreso que se inicia en octubre.

''Seguiremos buscando las vías para promover programas de derechos humanos y democratización, apoyar la disidencia interna y motivar a todas las personas que buscan cambios pacíficos dentro de Cuba'', afirmó Adolfo Franco, viceadministrador de la USAID para América Latina y el Caribe.

Desde el comienzo del programa de asistencia a Cuba en 1996, la USAID ha entregado $23 millones. Durante el presente año fiscal que concluye en septiembre, repartió un total de $6 millones entre 15 organizaciones que desde territorio estadounidense abogan por una transición democrática en la isla.

En una entrevista con El Nuevo Herald, Franco aseguró que el principal reto del programa de asistencia a Cuba es desafiar los límites que impone una sociedad cerrada para mantener un intercambio directo con las organizaciones y los activistas en la isla.

''A diferencia de otros programas en el continente, en el caso de Cuba trabajamos con una sociedad que vive bajo un sistema totalitario, donde no tenemos oficinas ni podemos enviar misiones'', explicó Franco. "Y por otro lado está el hecho de colaborar con organizaciones que cada vez se sienten más amenazadas por la represión del régimen''.

La pasada semana el flamante subsecretario de Estado para Asuntos Hemisféricos, Roger Noriega, expresó que Estados Unidos descarta como opción un mayor endurecimiento de las sanciones contra Cuba, y sugirió que la meta de la actual administración de ''acercarse a los disidentes con solidaridad'' será más efectiva si logra el apoyo de la comunidad internacional.

Franco indicó que la reciente ola represiva contra el movimiento disidente cubano ''es reflejo de la desesperación del régimen de Fidel Castro ante el avance de la sociedad civil'' en la isla.

Agregó que la administración Bush tiene la percepción de que el desmoronamiento del régimen cubano será pronto, y para ese momento tiene ya preparado un plan de ayuda humanitaria que incluye desde medicinas y alimentos hasta agua potable.

Franco figuró entre los funcionarios enviados por la Casa Blanca a Miami, la pasada semana, para sondear las opiniones entre la comunidad cubana.

El funcionario aprovechó para manifestar un total respaldo al Programa de Transición en Cuba (CTP), un proyecto académico del Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos (ICCAS) de la Universidad de Miami con vistas a un futuro democrático en la isla.

Tanto el CTP como su principal promotor, el historiador Jaime Suchlicki, fueron objeto de recientes críticas en un estudio del Consejo de Asuntos Hemisféricos por una supuesta tendenciosidad en las investigaciones y publicaciones sobre Cuba. La USAID ha entregado $2 millones al CTP desde su creación en el 2002.

''Respaldamos la misión del ICCAS y del profesor Suchlicki en todo sentido'', expresó Franco. "El CTP es un proyecto ejemplar por su diversidad, y cuenta con fuerte apoyo bipartidista en el Congreso''.

Agosto 10, 2003

Esposa de Menoyo dice estar sorprendida y orgullosa

Joaquim Utset. El Nuevo Herald

Cuatro días después de que su esposo causara un torbellino con la decisión de quedarse en Cuba, Gladys Gutiérrez-Menoyo dijo haber transformado en orgullo el asombro y el miedo que sintió cuando se separaron el jueves en el aeropuerto José Martí de La Habana.

'Al principio fue sorprendente, imagínate que te vas con tu esposo y, de repente en el aeropuerto, te dice: 'Vírate para allí, coge a tus hijos, que yo me quedo'. Lo primero que te viene a la mente es caótico, lo peor. Pero después te sientas, lo analizas y (ahora) estoy súper orgullosa de él,'', aseguró Gladys en una conversación ayer en su casa de South Miami.

Mucho más relajada, lejos de las lágrimas y la preocupación con la que regresó el jueves de La Habana, aseguró que no siente temor por la seguridad del líder de Cambio Cubano, con el que sólo ha podido hablar una vez por teléfono desde su separación.

''No, no creo que corra peligro. Espero que no corra peligro'', agregó.

La sorpresa que le causó el anuncio de su esposo fue totalmente genuina, reiteró en varias ocasiones. No sucedió nada en los 17 días de vacaciones que pasaron en Cuba que le hicieron presagiar algo fuera de lo común, agregó.

''En ningún momento (me lo imaginé), ahí está la ropa de él, el cepillo con el que le gusta peinarse, su cepillo de dientes, su máquina de afeitar en el baño. Todo lo suyo personal está aquí'', señaló.

La familia incluso regresó a Miami con la ropa de Eloy, quien se ha quedado prácticamente con lo puesto y al que tendrá que hacer llegar ropa a la casa de una hermanastra en La Habana en la que está residiendo, dijo.

Aunque el regreso a Cuba siempre ha sido una obsesión de su esposo, Gladys reconoció que, de haberle advertido de sus intenciones, se hubiera opuesto a que se separaran.

''Como madre, como esposa, le hubiera dicho, espérate, vamos a tratar de seguir haciéndolo de la otra manera, todos juntos, no individual'', dijo.

La ausencia de su esposo, con el que se casó en 1988, se ha visto compensada por una constante ida y venida de amigos, además de llamadas de apoyo de todas partes, agregó.

''Muchas de ellas no eran precisamente de amigos, son conocidos, y a veces personas que no están de acuerdo con lo que hace, que han llamado para ofrecer apoyo y decir que están con nosotros al ciento por ciento. Desde Kentucky, desde España, desde Nicaragua, de todos lados'', relató.

Pero en otros sectores, la decisión del ex preso político ha revivido en Miami críticas a su persona y a su apuesta por una transición democrática dialogada con el régimen castrista.

''Me duele personalmente, es el padre de mis hijos y mi esposo. Cómo le van a decir las barbaridades que están diciendo personas que lo conocen, que saben que no es verdad, que han estado presas con él. Claro que duele'', dijo Gladys.

El haber hablado con su padre calmó la ansiedad de los tres hijos de la pareja: Carlos, de 13 años; Alex, de 11, y Miguel Angel, de 9.

''Les he dicho que se imaginen que su papá está de viaje, como cuando está trabajando'', explicó Gladys.

La intención de la familia es reunirse cuando puedan con el padre en Cuba, algo que --dijo-- está en manos de las autoridades cubanas.

''El objetivo siempre ha sido que todos vayamos a Cuba. El se lo pidió a Fidel (Castro) en su entrevista y eso lo ha dicho públicamente siempre'', dijo Gladys, en referencia al encuentro entre Gutiérrez-Menoyo y el gobernante cubano en 1995.

Al preguntarle cómo la familia va a salir adelante económicamente sin el padre, Gladys respondió que cuentan con el adelanto que Eloy recibió por la autobiografía que está camino de terminar en colaboración con su hija Patricia, presidenta de la editorial Plaza Mayor.

Miguel Angel, el benjamín, se mostró orgulloso de su padre, pero señaló que preferiría que regresara a Miami.

''Prefiero que venga aquí, aquí es mejor'', dijo.

jutset@herald.com

En su punto más bajo la economía de la isla

Pablo Alfonso. El Nuevo Herald

La crisis económica de Cuba ha tocado fondo y el régimen de Fidel Castro enfrenta ahora uno de sus peores momentos, agotadas sus alternativas para superar sus escollos dentro del actual modelo político, concluyeron especialistas sobre el tema reunidos en Miami este fin de semana.

''Para decirlo en las propias palabras de los economistas de la isla, el modelo está exhausto'', afirmó Rolando Castañeda, consultor económico y ex funcionario del Banco Interamericano de Desarrollo..

Castañeda dijo a El Nuevo Herald que, a diferencia de encuentros anteriores, en la XIII Conferencia Anual de la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana (ASCE, por sus siglas en inglés) existió entre los participantes ''una especie de consenso'' acerca de "la renovada crisis económica de Cuba''.

La reunión de ASCE , a la que asistieron casi 200 economistas, académicos y especialistas en el tema cubano, concluyó ayer tras sesionar durante tres días en el Hotel Omni Colonnade de Coral Gables.

Uno de los más serios problemas que enfrenta en este momento la isla, a juicio de los especialistas, es la falta de financiamiento que padece el régimen como consecuencia del incumplimiento de las deudas contraídas en los últimos años.

''Cuba había estado financiado su déficit comercial con créditos de corto plazo, pero al no poder liquidar estos préstamos, se le están cerrando todas las puertas'', aseguró Castañeda.

Recientes informes atribuidos a varias fuentes, entre ellas los propios organismos financieros cubanos, aseguran que Cuba ha dejado de pagar deudas a corto y mediano plazo que había adquirido con España, México y Panamá, así como acuerdos para refinanciar deudas de mayor plazo con países como Japón. Según esos mismos informes el déficit comercial de Cuba alcanzaba unos $2,700 millones a fines del pasado año.

El problema se ha agravado tomando en cuenta lo que analistas califican como ''la caída del sector externo de la economía cubana'', es decir, la baja producción de los principales rublos exportables de la isla, el estancamiento de los ingresos en el sector turístico y una aparente disminución de los ingresos por concepto de remesas familiares desde el exterior, "todo ello unido a la disminución de las inversiones extranjeras''.

La conferencia de expertos se inauguró el jueves bajo el signo de las dificultades que tendrá que afrontar cualquier nuevo gobierno en la isla, particularmente en lo relacionado con la abultada deuda externa que acumula en estos momentos la cifra récord de $12,210 millones en divisas, sin contar otros $1,000 millones en créditos comerciales a corto plazo, y la reclamación rusa de $20,000 millones de la deuda heredada de la desaparecida Unión Soviética.

''Es una realidad con la que tendrá que lidiar cualquier nuevo gobierno, cuando Cuba se reinserte en los organismos financieros internacionales'', señaló Dennis E. Flannery, vicepresidente ejecutivo del Banco Interamericano de Desarrollo.

El alto ejecutivo bancario explicó que la isla tendrá que negociar, mediante acuerdos y compromisos de pago esa abultada deuda, de la misma forma que le ha sucedido a otros países, citando como ejemplos los de la ex-Europa Oriental, Nicaragua y Argentina.

Agosto 9, 2003

Polémica por comentarios de Reich

Wilfredo Cancio Isla . El Nuevo Herald

Enfrentado a un alud de críticas de sus compatriotas exiliados, el embajador Otto Reich negó ayer haberse referido en términos despectivos sobre la emigración cubana y culpó a un noticiero televisivo local por haber tergiversado sus declaraciones.

''Yo mismo soy un refugiado cubano y no podría criticar a ninguna persona que venga a este país buscando libertad'', declaró anoche Reich a El Nuevo Herald. "Me referí en términos generales a un éxodo masivo, a la necesidad de controlar el flujo migratorio y al reto que representa la absorción de inmigrantes para cualquier comunidad, pero de una entrevista de 30 minutos han sacado simplemente 10 segundos que coinciden con la tesis del periodista''.

La controversia en torno a Reich, enviado especial de la Casa Blanca para asuntos latinoamericanos, emergió luego de que el noticiero del Canal 51 transmitiera una entrevista del funcionario, realizada por el periodista Juan Manuel Cao.

En el fragmento del reportaje que desató la polémica el funcionario manifiesta: "Pero, ¿qué haría el condado Miami-Dade con un millón más de cubanos que no hablan inglés, que no han sido bien educados, que han vivido [bajo] un gobierno totalitario donde no existen los valores, ya sean morales o económicos que no conocen?''

Reich insistió ayer en que sus palabras fueron ''sacadas de contexto'' por el periodista, pues el punto esencial de su declaración era ''el volumen de gente y la capacidad de asimilación de cualquier comunidad'', y no la etnia ni el nivel educacional de los inmigrantes.

''Da lo mismo un millón de cubanos o de suecos, o de vietnamitas que traten de asentarse en Sacramento'', comentó. "La emigración a Estados Unidos tiene que ser gradual y ordenada para evitar el caos''.

La dirección del Canal 51 rechazó los argumentos de Reich sobre una presunta manipulación informativa.

''Esa fue una de las muchas preguntas de una entrevista de media hora, que es imposible sacar al aire íntegramente'', señaló Roberto Viscón, director de noticias del Canal 51. "No creemos que la frase haya sido sacada de contexto''.

El reportaje salió inicialmente en la edición del jueves a las 6 p.m. y no se repitió en el noticiero nocturno. Decenas de llamadas de los televidentes obligaron a la dirección de la emisora a repetir las declaraciones de Reich en todos los espacios informativos de ayer.

''Lamento que el señor Reich se haya sentido agraviado, pero lo que salió en el reportaje fueron sus palabras, no las mías'', afirmó Cao.

Ante la inconformidad manifiesta de numerosos exiliados, Reich optó por llamar ayer al programa de la periodista Ninoska Pérez Castellón (WQBA-1140 AM, 1 p.m.) para aclarar lo sucedido. Horas después se esperaba su presencia en la sede de Unidad Cubana, en el suroeste de Miami, donde acudieron numerosos representantes de la prensa. Sin embargo, la reunión convocada partió de una falsa información que amplificaron las emisoras de radio locales.

''Ese encuentro no estuvo nunca planificado'', explicó Reich. "Pareciera que hay alguien interesado en sabotear mi visita a Miami''.

El funcionario recordó que desde un comienzo se opuso y testificó en el Congreso contra los acuerdos firmados por el presidente Bill Clinton en 1994 y 1995 para limitar la emigración desde Cuba.

''Pero muchas cosas han cambiado después del 9/11 y ante los peligros del terrorismo internacional Estados Unidos tiene que proteger celosamente sus fronteras'', afirmó.

Menoyo niega que tenga un acuerdo con Castro

Pablo Alfonso . El Nuevo Herald

El presidente de Cambio Cubano, Eloy Gutiérrez Menoyo, calificó de ''inevitable'' la democratización de Cuba y rechazó tajantemente la existencia de un acuerdo previo con las autoridades para autorizar su permanencia en la isla, en una entrevista concedida a El Nuevo Herald.

''No hay ningún acuerdo. Si hubieran pensado que me iba a quedar ni siquiera me hubieran dado el permiso para visitar el país'', subrayó Menoyo ayer durante una conversación telefónica desde La Habana.

Menoyo tomó por sorpresa el jueves a familiares y amigos al anunciar --a poco de abordar el vuelo de vuelta a Miami--, su decisión de quedarse en Cuba para buscar ''un espacio legal'' a la oposición pacífica. Había llegado a la isla dos semanas atrás con su esposa y tres hijos en lo que fue calificado como una "visita privada''.

Refiriéndose a la actual situación política en la isla Menoyo señaló que la democratización de Cuba a mediano plazo ''es inevitable'' y sería menos traumática si llega "desde la cumbre''.

''Existe la posibilidad de que las cabezas pensantes [del régimen] decidan sentarse a negociar y buscar soluciones'', afirmó. "El cambio tiene que salir del poder, porque tienen que llegar a la conclusión de que o pierden todo o pierden una parte del poder''.

El líder de Cambio Cubano, que llegó por segunda vez al exilio hace 17 años tras 22 años de prisión en Cuba, expresó su esperanza de que las autoridades cubanas no le obliguen a salir por la fuerza del país.

''Tanto ellos como yo sabemos que, de alguna manera, no estoy en una situación legal, pero espero que prime la cordura, porque a fin de cuentas éste es mi país'', aseguró. "Además, no sé para dónde me van a deportar: se me han perdido todos mis papeles, no tengo mi permiso de entrada a EEUU, ni pasaporte español, ni nada''.

Hasta ahora las autoridades cubanas no han reaccionado a la decisión de Menoyo quien insistió en que su presencia en la isla ''no es un desafío''. Los medios nacionales de prensa, en poder del Estado, no han publicado una línea, a pesar de que la sorpresiva acción de Menoyo ha sido noticia en los principales medios informativos internacionales.

''Este es mi país. Estoy ejerciendo el derecho de permanecer aquí y luchar por abrir un espacio legal para la oposición independiente'', afirmó.

Cambio Cubano, expresó, es una organización independiente, detrás de la cual no hay ninguna potencia extranjera, y que no tiene inconvenientes en trabajar junto a una genuina oposición interna que busque esos mismos espacios legales y pacíficos.

''Por lo demás, todos sabemos hasta dónde la inteligencia cubana tiene infiltrados en la disidencia interna y en el exilio, para manipularlos y crear todas las divisiones posibles'', subrayó. Menoyo dijo que durante la últimas horas había sentido "muy de cerca la solidaridad de sus amigos y colegas de Cambio Cubano''.

Comentó que mientras estuvo en el hotel había una vigilancia ostensible, "pero desde que salí ayer del aeropuerto, puedo decir que no he notado ninguna''.

Menoyo, quien está residiendo en la casa de su hermana de crianza en el Vedado, indicó que piensa vivir en la isla como el resto de los cubanos "sin contar con la libreta de racionamiento''.

''Con la libreta no voy a vivir porque aquí tampoco ningún cubano puede vivir sólo con la libreta de racionamiento'', subrayó. "Cuento con la ayuda de familiares y amigos, como muchos otros cubanos, para sobrevivir aquí''.

palfonso@herald.com

Un preso político en estado crítico

Efe. La Habana

El disidente cubano Oscar Espinosa Chepe, condenado a 20 años de cárcel, fue trasladado en estado crítico al hospital militar de La Habana para recibir atención médica, según explicó ayer su esposa, Miriam Leyva.

Espinosa Chepe, de 62 años, sufre una cirrosis hepática que se agravó desde su ingreso en prisión, dijo Leyva, que aún no ha podido ver a su marido.

Oscar Espinosa Chepe, uno de los 75 disidentes cubanos condenados en abril, fue ingresado en la prisión de Guantánamo, pero su estado obligó a su traslado al hospital provincial de la ciudad.

El pasado mayo, ingresó en el hospital Ambrosio Grillo de Santiago de Cuba, aunque, según denunció Leyva, entre el 4 y el 12 de julio estuvo en una celda en solitario en la prisión santiaguera de Boniatico, "donde se complicó aún más la enfermedad''.

Ante la gravedad de su estado, dijo Miriam Leyva, volvió a ser ingresado en el Ambrosio Grillo, desde donde fue trasladado ayer al hospital militar de La Habana.

''Oficiales de Villa Maristas me informaron hoy [ayer viernes] de que lo trasladaron ayer [el jueves], pero que no puedo verlo hasta que me avisen'', declaró.

La familia de Oscar Espinosa había insistido en los últimos meses en pedir su traslado a un hospital de capital cubana por considerar que la gravedad de su enfermedad requiere una atención especializada.

Según Leyva, su esposo ha perdido más de 20 kilos y su cirrosis hepática ''está en fase terminal'', complicada con anemia, multiparasitismo y sangrado.

Organizaciones internacionales, como Amnistía Internacional, declararon presos de conciencia a los opositores condenados.

Oficina para los cambios de casa

Efe. La Habana

Más de 7,000 habaneros interesados en cambiar de casa han acudido a la nueva oficina habilitada como ''bolsa de permutas'' desde su creación en enero pasado, se informó hoy en La Habana.

La ''permuta'' es una fórmula de intercambio de inmuebles ideada en la isla para aliviar la insatisfecha demanda de viviendas, uno de los más graves y difíciles problemas que enfrentan los cubanos.

La nueva oficina estatal, un departamento que pertenece a la Dirección Provincial de la Vivienda en la ciudad de La Habana, ofrece a los interesados en cambiar de casa la opción de integrarse a un listado por computadora.

Los beneficiarios de este servicio pueden obtener una lista en la que aparecen otras personas interesadas en cambiar de casa y a las que pueden contactar directamente.

La directora del departamento, Ileana López, explicó que las personas interesadas pueden registrarse en la base de datos de la oficina, y solicitar información de todos los casos que se ajusten a sus intereses. Indicó que para registrarse durante dos meses deben pagar cinco pesos cubanos.

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