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DE CUBA
El
Nuevo Herald
Familiares de opositor enfermo
logran visitarlo
Agence France Presse. La Habana
Familiares del economista cubano Oscar Espinosa
Chepe, condenado a 20 años de cárcel
por la acusación de atentar contra la seguridad
del Estado, pudieron visitar ayer al disidente
en un hospital de La Habana, tras 51 días
sin ningún contacto personal, informó
su esposa, Miriam Leiva.
''Pude verlo por una hora. Lo encontré
decaído físicamente, pero con la
moral muy elevada'', dijo Leyva, quien desde que
su marido fue arrestado en marzo pasado, junto
a otros 74 opositores, en la mayor redada contra
la disidencia interna en varias décadas,
ha exigido a las autoridades que le den adecuada
atención médica.
Espinosa Chepe, de 62 años de edad, que
trabajaba como periodista independiente cuando
lo detuvieron, padece una cirrosis hepática,
''enfermedad irreversible, pero que se ha visto
agravada por las deplorables condiciones de reclusión''
que sufrió en los últimos meses,
señaló Leyva.
Luego de ser sometido a juicio sumario en abril
pasado, lo condenaron a 20 años de cárcel
y lo enviaron a una prisión en Guantánamo,
casi 1,000 kilómetros al este de La Habana,
donde reside.
Los insistentes reclamos de sus familiares, de
organismos humanitarios internacionales y de varios
gobernantes extranjeros, lograron finalmente que
Espinosa Chepe fuera trasladado a un hospital
militar en La Habana, donde Leiva pudo ''entregarle
algunos alimentos y jugos de frutas'', según
dijo.
Ayer pudo ver a su esposo por primera vez desde
el 19 de junio, según denunció,
y lo encontró ''pálido, demacrado
y con sus piernas inflamadas'', síntomas
de la enfermedad crónica que padece.
El detenido, declarado ''preso de conciencia''
por Amnistía Internacional, sólo
podía recibir visitas una vez cada tres
meses, de acuerdo con lo dispuesto por las autoridades,
pero, según explicó Leiva, mientras
se encuentre en el hospital militar de La Habana,
le permitirán una visita por semana.
Leiva se enteró de que su esposo había
sido trasladado a la capital cubana la madrugada
del viernes pasado, cuando llamó por teléfono
a un nosocomio de Santiago de Cuba, en el cual
Espinosa Chepe se encontraba recluido desde hacía
unos meses.
''Lo trasladaron porque la noche del jueves se
sintió muy mal'' y su situación
era crítica, sostuvo Leiva, quien admitió
que en los últimos meses "se habían
esmerado un poco más en darle atención
médica y mejorar su alimentación''.
Sin embargo, Leiva expresó su preocupación
cuando un oficial de la seguridad del Estado le
comunicó que Espinosa Chepe continuaba
bajo jurisdicción de Santiago de Cuba y
que podría ser trasladado nuevamente al
extremo oriental de la isla, en cuanto se le vea
una mejoría.
La familia sigue exigiendo que lo mantengan en
La Habana; que le den una licencia extrapenal
(para cumplir sentencia en su domicilio) o que
le permitan su salida al exterior del país
para recibir tratamiento médico, según
precisaron en un comunicado.
Espinosa Chepe fue integrante del equipo económico
adjunto a Castro entre 1964 y 1965, cuando fue
separado de su cargo por exponer ideas ''inapropiadas''
para un gobierno socialista, relató a la
AFP su madre, Clara Chepe.
Luego fue consejero económico en la embajada
cubana en Yugoslavia, y en 1987 pasó al
Banco Nacional. En 1992 se desvinculó del
gobierno.
Menoyo habló con funcionarios del
gobierno
Andrea Rodriguez / Ap. La Habana
Varios días después de anunciar
que se quedará en Cuba para dirigir su
grupo opositor, el exiliado Eloy Gutiérrez
Menoyo anunció que ha mantenido contactos
con funcionarios del gobierno, a quienes les aseguró
que su intención no es ''desestabilizar''
el sistema.
El disidente no ofreció detalles sobre
estas conversaciones pero, en entrevista con The
Associated Press el sábado, afirmó:
"Lógicamente ha tenido que haber algún
contacto. Yo comprendo que inicialmente mi actitud
creó en las más altas esferas una
irritación''.
Gutiérrez Menoyo, quien luchó junto
a Fidel Castro antes de la revolución,
pero luego se pasó a las filas disidentes,
sorprendió el jueves al convocar a la prensa
al aeropuerto de La Habana para informar que no
regresaba a Miami.
Gutiérrez Menoyo, de 68 años de
edad y casi ciego, negó versiones de que
su decisión fue un acuerdo con las autoridades
cubanas a cambio de hacer una oposición
moderada.
Sin embargo, aclaró que tampoco desea
ser un ''desafío'' para el régimen.
Gutiérrez Menoyo pasó 22 años
en las cárceles cubanas.
''En este país hay gente inteligente que
piensa que mi presencia puede ser hasta beneficiosa
para cambiar la imagen de un gobierno que ha reprimido
una oposición, que ha fusilado, y sería
muy positivo que pudiéramos llegar a un
arreglo'', comentó.
No queda claro aún si las autoridades
le permitirán quedarse en la isla para
dirigir su grupo Cambio Cubano, que él
califica de grupo opositor "independiente''.
Gutiérrez Menoyo, quien en 1995 se entrevistó
con Castro para pedir la legalización de
su movimiento en Cuba, no especificó con
qué funcionarios se encontró en
esta ocasión.
''Sencillamente el que podamos sentarnos a conversar...
el que podamos estar hablando ya representa un
punto de partida aceptable'', destacó.
Aclaró que espera no ser ''violentamente
reprimido'', pues eso se vería negativamente
en el extranjero.
Junto a su esposa y sus tres hijos, Gutiérrez
Menoyo llegó a Cuba el 20 de julio con
un permiso de visita por 21 días.
''Estoy actuando como me dicta mi conciencia,
sin que eso se entienda como una forma de desestabilizar
al gobierno, porque yo no soy tonto. Si tuviera
un espacio legal en este país, lo cuidaría
como un logro extraordinario'', explicó.
Los disidentes cubanos en la isla dieron un cauteloso
recibimiento a Gutiérrez Menoyo, pero algunos
señalaron que nunca se reunió con
ellos.
Gutiérrez Menoyo respondió diciendo
que en ocasiones pasadas sí se entrevistó
con ellos: ''Los he recibido con los brazos abiertos
aunque pudiera discrepar'', comentó.
Aseguró que su proyecto es liderar una
disidencia ''transparente'', no manipulada desde
Estados Unidos, una imagen que sí proyectan
los grupos antigubernamentales en el interior
de la isla, dijo.
Sin embargo, afirmó que no aspira a ser
presidente de Cuba. ''Me preguntaría cuál
es mi adversario más grande para darle
esa responsabilidad, porque le estoy regalando
una brasa de candela'', comentó.
Buscan aprobar $7 millones para cambios en
Cuba
Wilfredo Cancio Isla. El Nuevo Herald
En un paso acorde con su política hacia
la oposición pacífica dentro de
Cuba, el presidente George W. Bush incluirá
$7 millones para fortalecer la creciente sociedad
civil de la isla como parte del proyecto presupuestario
del próximo año fiscal.
Formulada a instancias de la presidencia, la
propuesta de la Agencia para el Desarrollo Internacional
del gobierno de Estados Unidos (USAID) con vistas
al año 2004 será sometida a consideración
durante el período de sesiones del Congreso
que se inicia en octubre.
''Seguiremos buscando las vías para promover
programas de derechos humanos y democratización,
apoyar la disidencia interna y motivar a todas
las personas que buscan cambios pacíficos
dentro de Cuba'', afirmó Adolfo Franco,
viceadministrador de la USAID para América
Latina y el Caribe.
Desde el comienzo del programa de asistencia
a Cuba en 1996, la USAID ha entregado $23 millones.
Durante el presente año fiscal que concluye
en septiembre, repartió un total de $6
millones entre 15 organizaciones que desde territorio
estadounidense abogan por una transición
democrática en la isla.
En una entrevista con El Nuevo Herald, Franco
aseguró que el principal reto del programa
de asistencia a Cuba es desafiar los límites
que impone una sociedad cerrada para mantener
un intercambio directo con las organizaciones
y los activistas en la isla.
''A diferencia de otros programas en el continente,
en el caso de Cuba trabajamos con una sociedad
que vive bajo un sistema totalitario, donde no
tenemos oficinas ni podemos enviar misiones'',
explicó Franco. "Y por otro lado está
el hecho de colaborar con organizaciones que cada
vez se sienten más amenazadas por la represión
del régimen''.
La pasada semana el flamante subsecretario de
Estado para Asuntos Hemisféricos, Roger
Noriega, expresó que Estados Unidos descarta
como opción un mayor endurecimiento de
las sanciones contra Cuba, y sugirió que
la meta de la actual administración de
''acercarse a los disidentes con solidaridad''
será más efectiva si logra el apoyo
de la comunidad internacional.
Franco indicó que la reciente ola represiva
contra el movimiento disidente cubano ''es reflejo
de la desesperación del régimen
de Fidel Castro ante el avance de la sociedad
civil'' en la isla.
Agregó que la administración Bush
tiene la percepción de que el desmoronamiento
del régimen cubano será pronto,
y para ese momento tiene ya preparado un plan
de ayuda humanitaria que incluye desde medicinas
y alimentos hasta agua potable.
Franco figuró entre los funcionarios enviados
por la Casa Blanca a Miami, la pasada semana,
para sondear las opiniones entre la comunidad
cubana.
El funcionario aprovechó para manifestar
un total respaldo al Programa de Transición
en Cuba (CTP), un proyecto académico del
Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos
(ICCAS) de la Universidad de Miami con vistas
a un futuro democrático en la isla.
Tanto el CTP como su principal promotor, el historiador
Jaime Suchlicki, fueron objeto de recientes críticas
en un estudio del Consejo de Asuntos Hemisféricos
por una supuesta tendenciosidad en las investigaciones
y publicaciones sobre Cuba. La USAID ha entregado
$2 millones al CTP desde su creación en
el 2002.
''Respaldamos la misión del ICCAS y del
profesor Suchlicki en todo sentido'', expresó
Franco. "El CTP es un proyecto ejemplar por
su diversidad, y cuenta con fuerte apoyo bipartidista
en el Congreso''.
Agosto 10, 2003
Esposa de Menoyo dice estar sorprendida y
orgullosa
Joaquim Utset. El Nuevo Herald
Cuatro días después de que su esposo
causara un torbellino con la decisión de
quedarse en Cuba, Gladys Gutiérrez-Menoyo
dijo haber transformado en orgullo el asombro
y el miedo que sintió cuando se separaron
el jueves en el aeropuerto José Martí
de La Habana.
'Al principio fue sorprendente, imagínate
que te vas con tu esposo y, de repente en el aeropuerto,
te dice: 'Vírate para allí, coge
a tus hijos, que yo me quedo'. Lo primero que
te viene a la mente es caótico, lo peor.
Pero después te sientas, lo analizas y
(ahora) estoy súper orgullosa de él,'',
aseguró Gladys en una conversación
ayer en su casa de South Miami.
Mucho más relajada, lejos de las lágrimas
y la preocupación con la que regresó
el jueves de La Habana, aseguró que no
siente temor por la seguridad del líder
de Cambio Cubano, con el que sólo ha podido
hablar una vez por teléfono desde su separación.
''No, no creo que corra peligro. Espero que no
corra peligro'', agregó.
La sorpresa que le causó el anuncio de
su esposo fue totalmente genuina, reiteró
en varias ocasiones. No sucedió nada en
los 17 días de vacaciones que pasaron en
Cuba que le hicieron presagiar algo fuera de lo
común, agregó.
''En ningún momento (me lo imaginé),
ahí está la ropa de él, el
cepillo con el que le gusta peinarse, su cepillo
de dientes, su máquina de afeitar en el
baño. Todo lo suyo personal está
aquí'', señaló.
La familia incluso regresó a Miami con
la ropa de Eloy, quien se ha quedado prácticamente
con lo puesto y al que tendrá que hacer
llegar ropa a la casa de una hermanastra en La
Habana en la que está residiendo, dijo.
Aunque el regreso a Cuba siempre ha sido una
obsesión de su esposo, Gladys reconoció
que, de haberle advertido de sus intenciones,
se hubiera opuesto a que se separaran.
''Como madre, como esposa, le hubiera dicho,
espérate, vamos a tratar de seguir haciéndolo
de la otra manera, todos juntos, no individual'',
dijo.
La ausencia de su esposo, con el que se casó
en 1988, se ha visto compensada por una constante
ida y venida de amigos, además de llamadas
de apoyo de todas partes, agregó.
''Muchas de ellas no eran precisamente de amigos,
son conocidos, y a veces personas que no están
de acuerdo con lo que hace, que han llamado para
ofrecer apoyo y decir que están con nosotros
al ciento por ciento. Desde Kentucky, desde España,
desde Nicaragua, de todos lados'', relató.
Pero en otros sectores, la decisión del
ex preso político ha revivido en Miami
críticas a su persona y a su apuesta por
una transición democrática dialogada
con el régimen castrista.
''Me duele personalmente, es el padre de mis
hijos y mi esposo. Cómo le van a decir
las barbaridades que están diciendo personas
que lo conocen, que saben que no es verdad, que
han estado presas con él. Claro que duele'',
dijo Gladys.
El haber hablado con su padre calmó la
ansiedad de los tres hijos de la pareja: Carlos,
de 13 años; Alex, de 11, y Miguel Angel,
de 9.
''Les he dicho que se imaginen que su papá
está de viaje, como cuando está
trabajando'', explicó Gladys.
La intención de la familia es reunirse
cuando puedan con el padre en Cuba, algo que --dijo--
está en manos de las autoridades cubanas.
''El objetivo siempre ha sido que todos vayamos
a Cuba. El se lo pidió a Fidel (Castro)
en su entrevista y eso lo ha dicho públicamente
siempre'', dijo Gladys, en referencia al encuentro
entre Gutiérrez-Menoyo y el gobernante
cubano en 1995.
Al preguntarle cómo la familia va a salir
adelante económicamente sin el padre, Gladys
respondió que cuentan con el adelanto que
Eloy recibió por la autobiografía
que está camino de terminar en colaboración
con su hija Patricia, presidenta de la editorial
Plaza Mayor.
Miguel Angel, el benjamín, se mostró
orgulloso de su padre, pero señaló
que preferiría que regresara a Miami.
''Prefiero que venga aquí, aquí
es mejor'', dijo.
jutset@herald.com
En su punto más bajo la economía
de la isla
Pablo Alfonso. El Nuevo Herald
La crisis económica de Cuba ha tocado
fondo y el régimen de Fidel Castro enfrenta
ahora uno de sus peores momentos, agotadas sus
alternativas para superar sus escollos dentro
del actual modelo político, concluyeron
especialistas sobre el tema reunidos en Miami
este fin de semana.
''Para decirlo en las propias palabras de los
economistas de la isla, el modelo está
exhausto'', afirmó Rolando Castañeda,
consultor económico y ex funcionario del
Banco Interamericano de Desarrollo..
Castañeda dijo a El Nuevo Herald que,
a diferencia de encuentros anteriores, en la XIII
Conferencia Anual de la Asociación para
el Estudio de la Economía Cubana (ASCE,
por sus siglas en inglés) existió
entre los participantes ''una especie de consenso''
acerca de "la renovada crisis económica
de Cuba''.
La reunión de ASCE , a la que asistieron
casi 200 economistas, académicos y especialistas
en el tema cubano, concluyó ayer tras sesionar
durante tres días en el Hotel Omni Colonnade
de Coral Gables.
Uno de los más serios problemas que enfrenta
en este momento la isla, a juicio de los especialistas,
es la falta de financiamiento que padece el régimen
como consecuencia del incumplimiento de las deudas
contraídas en los últimos años.
''Cuba había estado financiado su déficit
comercial con créditos de corto plazo,
pero al no poder liquidar estos préstamos,
se le están cerrando todas las puertas'',
aseguró Castañeda.
Recientes informes atribuidos a varias fuentes,
entre ellas los propios organismos financieros
cubanos, aseguran que Cuba ha dejado de pagar
deudas a corto y mediano plazo que había
adquirido con España, México y Panamá,
así como acuerdos para refinanciar deudas
de mayor plazo con países como Japón.
Según esos mismos informes el déficit
comercial de Cuba alcanzaba unos $2,700 millones
a fines del pasado año.
El problema se ha agravado tomando en cuenta
lo que analistas califican como ''la caída
del sector externo de la economía cubana'',
es decir, la baja producción de los principales
rublos exportables de la isla, el estancamiento
de los ingresos en el sector turístico
y una aparente disminución de los ingresos
por concepto de remesas familiares desde el exterior,
"todo ello unido a la disminución
de las inversiones extranjeras''.
La conferencia de expertos se inauguró
el jueves bajo el signo de las dificultades que
tendrá que afrontar cualquier nuevo gobierno
en la isla, particularmente en lo relacionado
con la abultada deuda externa que acumula en estos
momentos la cifra récord de $12,210 millones
en divisas, sin contar otros $1,000 millones en
créditos comerciales a corto plazo, y la
reclamación rusa de $20,000 millones de
la deuda heredada de la desaparecida Unión
Soviética.
''Es una realidad con la que tendrá que
lidiar cualquier nuevo gobierno, cuando Cuba se
reinserte en los organismos financieros internacionales'',
señaló Dennis E. Flannery, vicepresidente
ejecutivo del Banco Interamericano de Desarrollo.
El alto ejecutivo bancario explicó que
la isla tendrá que negociar, mediante acuerdos
y compromisos de pago esa abultada deuda, de la
misma forma que le ha sucedido a otros países,
citando como ejemplos los de la ex-Europa Oriental,
Nicaragua y Argentina.
Agosto 9, 2003
Polémica por comentarios de Reich
Wilfredo Cancio Isla . El Nuevo Herald
Enfrentado a un alud de críticas de sus
compatriotas exiliados, el embajador Otto Reich
negó ayer haberse referido en términos
despectivos sobre la emigración cubana
y culpó a un noticiero televisivo local
por haber tergiversado sus declaraciones.
''Yo mismo soy un refugiado cubano y no podría
criticar a ninguna persona que venga a este país
buscando libertad'', declaró anoche Reich
a El Nuevo Herald. "Me referí en términos
generales a un éxodo masivo, a la necesidad
de controlar el flujo migratorio y al reto que
representa la absorción de inmigrantes
para cualquier comunidad, pero de una entrevista
de 30 minutos han sacado simplemente 10 segundos
que coinciden con la tesis del periodista''.
La controversia en torno a Reich, enviado especial
de la Casa Blanca para asuntos latinoamericanos,
emergió luego de que el noticiero del Canal
51 transmitiera una entrevista del funcionario,
realizada por el periodista Juan Manuel Cao.
En el fragmento del reportaje que desató
la polémica el funcionario manifiesta:
"Pero, ¿qué haría el
condado Miami-Dade con un millón más
de cubanos que no hablan inglés, que no
han sido bien educados, que han vivido [bajo]
un gobierno totalitario donde no existen los valores,
ya sean morales o económicos que no conocen?''
Reich insistió ayer en que sus palabras
fueron ''sacadas de contexto'' por el periodista,
pues el punto esencial de su declaración
era ''el volumen de gente y la capacidad de asimilación
de cualquier comunidad'', y no la etnia ni el
nivel educacional de los inmigrantes.
''Da lo mismo un millón de cubanos o de
suecos, o de vietnamitas que traten de asentarse
en Sacramento'', comentó. "La emigración
a Estados Unidos tiene que ser gradual y ordenada
para evitar el caos''.
La dirección del Canal 51 rechazó
los argumentos de Reich sobre una presunta manipulación
informativa.
''Esa fue una de las muchas preguntas de una
entrevista de media hora, que es imposible sacar
al aire íntegramente'', señaló
Roberto Viscón, director de noticias del
Canal 51. "No creemos que la frase haya sido
sacada de contexto''.
El reportaje salió inicialmente en la
edición del jueves a las 6 p.m. y no se
repitió en el noticiero nocturno. Decenas
de llamadas de los televidentes obligaron a la
dirección de la emisora a repetir las declaraciones
de Reich en todos los espacios informativos de
ayer.
''Lamento que el señor Reich se haya sentido
agraviado, pero lo que salió en el reportaje
fueron sus palabras, no las mías'', afirmó
Cao.
Ante la inconformidad manifiesta de numerosos
exiliados, Reich optó por llamar ayer al
programa de la periodista Ninoska Pérez
Castellón (WQBA-1140 AM, 1 p.m.) para aclarar
lo sucedido. Horas después se esperaba
su presencia en la sede de Unidad Cubana, en el
suroeste de Miami, donde acudieron numerosos representantes
de la prensa. Sin embargo, la reunión convocada
partió de una falsa información
que amplificaron las emisoras de radio locales.
''Ese encuentro no estuvo nunca planificado'',
explicó Reich. "Pareciera que hay
alguien interesado en sabotear mi visita a Miami''.
El funcionario recordó que desde un comienzo
se opuso y testificó en el Congreso contra
los acuerdos firmados por el presidente Bill Clinton
en 1994 y 1995 para limitar la emigración
desde Cuba.
''Pero muchas cosas han cambiado después
del 9/11 y ante los peligros del terrorismo internacional
Estados Unidos tiene que proteger celosamente
sus fronteras'', afirmó.
Menoyo niega que tenga un acuerdo con Castro
Pablo Alfonso . El Nuevo Herald
El presidente de Cambio Cubano, Eloy Gutiérrez
Menoyo, calificó de ''inevitable'' la democratización
de Cuba y rechazó tajantemente la existencia
de un acuerdo previo con las autoridades para
autorizar su permanencia en la isla, en una entrevista
concedida a El Nuevo Herald.
''No hay ningún acuerdo. Si hubieran pensado
que me iba a quedar ni siquiera me hubieran dado
el permiso para visitar el país'', subrayó
Menoyo ayer durante una conversación telefónica
desde La Habana.
Menoyo tomó por sorpresa el jueves a familiares
y amigos al anunciar --a poco de abordar el vuelo
de vuelta a Miami--, su decisión de quedarse
en Cuba para buscar ''un espacio legal'' a la
oposición pacífica. Había
llegado a la isla dos semanas atrás con
su esposa y tres hijos en lo que fue calificado
como una "visita privada''.
Refiriéndose a la actual situación
política en la isla Menoyo señaló
que la democratización de Cuba a mediano
plazo ''es inevitable'' y sería menos traumática
si llega "desde la cumbre''.
''Existe la posibilidad de que las cabezas pensantes
[del régimen] decidan sentarse a negociar
y buscar soluciones'', afirmó. "El
cambio tiene que salir del poder, porque tienen
que llegar a la conclusión de que o pierden
todo o pierden una parte del poder''.
El líder de Cambio Cubano, que llegó
por segunda vez al exilio hace 17 años
tras 22 años de prisión en Cuba,
expresó su esperanza de que las autoridades
cubanas no le obliguen a salir por la fuerza del
país.
''Tanto ellos como yo sabemos que, de alguna
manera, no estoy en una situación legal,
pero espero que prime la cordura, porque a fin
de cuentas éste es mi país'', aseguró.
"Además, no sé para dónde
me van a deportar: se me han perdido todos mis
papeles, no tengo mi permiso de entrada a EEUU,
ni pasaporte español, ni nada''.
Hasta ahora las autoridades cubanas no han reaccionado
a la decisión de Menoyo quien insistió
en que su presencia en la isla ''no es un desafío''.
Los medios nacionales de prensa, en poder del
Estado, no han publicado una línea, a pesar
de que la sorpresiva acción de Menoyo ha
sido noticia en los principales medios informativos
internacionales.
''Este es mi país. Estoy ejerciendo el
derecho de permanecer aquí y luchar por
abrir un espacio legal para la oposición
independiente'', afirmó.
Cambio Cubano, expresó, es una organización
independiente, detrás de la cual no hay
ninguna potencia extranjera, y que no tiene inconvenientes
en trabajar junto a una genuina oposición
interna que busque esos mismos espacios legales
y pacíficos.
''Por lo demás, todos sabemos hasta dónde
la inteligencia cubana tiene infiltrados en la
disidencia interna y en el exilio, para manipularlos
y crear todas las divisiones posibles'', subrayó.
Menoyo dijo que durante la últimas horas
había sentido "muy de cerca la solidaridad
de sus amigos y colegas de Cambio Cubano''.
Comentó que mientras estuvo en el hotel
había una vigilancia ostensible, "pero
desde que salí ayer del aeropuerto, puedo
decir que no he notado ninguna''.
Menoyo, quien está residiendo en la casa
de su hermana de crianza en el Vedado, indicó
que piensa vivir en la isla como el resto de los
cubanos "sin contar con la libreta de racionamiento''.
''Con la libreta no voy a vivir porque aquí
tampoco ningún cubano puede vivir sólo
con la libreta de racionamiento'', subrayó.
"Cuento con la ayuda de familiares y amigos,
como muchos otros cubanos, para sobrevivir aquí''.
palfonso@herald.com
Un preso político en estado crítico
Efe. La Habana
El disidente cubano Oscar Espinosa Chepe, condenado
a 20 años de cárcel, fue trasladado
en estado crítico al hospital militar de
La Habana para recibir atención médica,
según explicó ayer su esposa, Miriam
Leyva.
Espinosa Chepe, de 62 años, sufre una
cirrosis hepática que se agravó
desde su ingreso en prisión, dijo Leyva,
que aún no ha podido ver a su marido.
Oscar Espinosa Chepe, uno de los 75 disidentes
cubanos condenados en abril, fue ingresado en
la prisión de Guantánamo, pero su
estado obligó a su traslado al hospital
provincial de la ciudad.
El pasado mayo, ingresó en el hospital
Ambrosio Grillo de Santiago de Cuba, aunque, según
denunció Leyva, entre el 4 y el 12 de julio
estuvo en una celda en solitario en la prisión
santiaguera de Boniatico, "donde se complicó
aún más la enfermedad''.
Ante la gravedad de su estado, dijo Miriam Leyva,
volvió a ser ingresado en el Ambrosio Grillo,
desde donde fue trasladado ayer al hospital militar
de La Habana.
''Oficiales de Villa Maristas me informaron hoy
[ayer viernes] de que lo trasladaron ayer [el
jueves], pero que no puedo verlo hasta que me
avisen'', declaró.
La familia de Oscar Espinosa había insistido
en los últimos meses en pedir su traslado
a un hospital de capital cubana por considerar
que la gravedad de su enfermedad requiere una
atención especializada.
Según Leyva, su esposo ha perdido más
de 20 kilos y su cirrosis hepática ''está
en fase terminal'', complicada con anemia, multiparasitismo
y sangrado.
Organizaciones internacionales, como Amnistía
Internacional, declararon presos de conciencia
a los opositores condenados.
Oficina para los cambios de casa
Efe. La Habana
Más de 7,000 habaneros interesados en
cambiar de casa han acudido a la nueva oficina
habilitada como ''bolsa de permutas'' desde su
creación en enero pasado, se informó
hoy en La Habana.
La ''permuta'' es una fórmula de intercambio
de inmuebles ideada en la isla para aliviar la
insatisfecha demanda de viviendas, uno de los
más graves y difíciles problemas
que enfrentan los cubanos.
La nueva oficina estatal, un departamento que
pertenece a la Dirección Provincial de
la Vivienda en la ciudad de La Habana, ofrece
a los interesados en cambiar de casa la opción
de integrarse a un listado por computadora.
Los beneficiarios de este servicio pueden obtener
una lista en la que aparecen otras personas interesadas
en cambiar de casa y a las que pueden contactar
directamente.
La directora del departamento, Ileana López,
explicó que las personas interesadas pueden
registrarse en la base de datos de la oficina,
y solicitar información de todos los casos
que se ajusten a sus intereses. Indicó
que para registrarse durante dos meses deben pagar
cinco pesos cubanos.
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